Los continuos movimientos del bebé te reconfortan porque te hacen sentir que está bien, lleno de energía y con ganas de vivir. Estás tan vinculada emocionalmente al bebé que intuyes sus necesidades, te parece oírle cuando tiene hipo, incluso conversas con él en respuesta a sus pataditas y retorcimientos contra la pared abdominal.

Cada bebé es diferente en sus comportamientos y también cada madre es distinta en cuanto a la sensibilidad a esos comportamientos. En función de lo activo que sea tu bebé, puede que percibas movimientos enérgicos o bien giros delicados de su cuerpo.

Por las ecografías sabemos que, según el bebé y el momento del embarazo, los movimientos diarios oscilan entre 200 y 700 de media. Posiblemente algunos días el bebé esta más activo que otros, o bien que su actividad sea distinta según el momento del día. Todos estos cambios son normales y no deben hacerte temer por su salud.

MOVIMIENTOS DEL BEBE - DOCTOR ELIAHU SADOVSKY –

  • DESPUES DE LA SEMANA 27 DE GESTACION: 5 MOVIMIENTOS CADA 30 MINUTOS.
  • SI HAY MENOS DE 10 MOVIMIENTOS EN 12 HORAS, O MENOS DE 3 MOVIMIENTOS EN 8 HORAS, SE DEBE CONSULTAR AL OBSTETRA.
  • HAY QUE TENER EN CUENTA QUE EN LOS 2 ULTIMOS MESES EL BEBE SE MUEVE CADA VEZ MENOS PORQUE EL UTERO SE LE VA HACIENDO PEQUEÑO.

Hace tiempo que has comprobado como responde a tus cambios de posición con otros movimientos propios, como el desarrollo de su aparato auditivo le pone en contacto con el mundo externo, y como ha encontrado la forma de comunicarte lo que le gusta y lo que le desagrada.

Recuerda tus miedos e inseguridades de los primeros meses, si es necesario consulta tu cuaderno emocional y, se consciente de cómo has progresado desde entonces en las técnicas de armonización intrauterina. Has superado los primeros niveles de tu formación de madre con nota alta.

Normalmente, la segunda ecografía se realiza en la semana 20 de gestación, de modo que, si ha habido suerte, posiblemente conozcas el sexo de tu bebé. Si es así, es el momento de que os sentéis a pensar en el mejor nombre para él o ella. No tenéis prisa, buscad el nombre que al pronunciarlo, transmita mejor el amor que sentís por él.

A medida que el bebé crece, te resultará más difícil encontrar una postura cómoda para dormir. Los especialistas recomiendan que la gestante duerma tumbada sobre el lado izquierdo para que el flujo del útero a la placenta sea más dinámico. En esta postura, procura que las piernas estén un poco flexionadas y no las superpongas. Una solución fácil puede ser colocar una almohada o cojín entre las dos piernas. La postura boca abajo no es aconsejable por la incomodidad que suponen el volumen del abdomen. Tampoco lo es la postura boca arriba porque el peso del saco amniótico puede comprimir los vasos sanguíneos y provocar sensación de ahogo o náuseas. Si tu colchón es muy blando, prueba a colocar una tabla debajo y prueba si tu espalda lo agradece.

Diabetes gestacional

El ginecólogo está pendiente de todos los aspectos que pueden afectar a tu salud y a la del bebé durante toda la gestación. No obstante, a lo largo de este programa pretendemos que obtengas toda la información necesaria para cuidar de ti y del bebé de forma óptima.

Entre un 5% y un 10% aproximadamente de las gestantes, sin ser diabéticas, sufren un aumento elevado de los niveles de azúcar en su sangre.

A esta alteración se le denomina diabetes gestacional, es un cambio que puede producirse a partir de la semana 24 de gestación en el metabolismo de los azúcares que se ingieren a través de los alimentos. Está provocado por las alteraciones hormonales y normalmente desaparece después del parto. Como esta alteración no presenta síntomas evidentes, los facultativos controlan las cifras de glucosa periódicamente para prescribir el tratamiento preciso para controlar estos niveles.

¿Por qué ocurre esto?. El páncreas se encarga de segregar insulina que es la encargada de convertir los azúcares tomados en los alimentos en energía. Durante el embarazo, la sangre debe transportar más cantidad de glucosa, aportando la necesaria para el bebé. Por este motivo, y por los cambios hormonales, el organismo es más resistente a la actividad de la insulina y el nivel de glucemia suele aumentar. En la mayoría de los casos, el páncreas produce más cantidad de insulina y se regulan los niveles, en el resto, se produce la diabetes gestacional.

Las mujeres embarazadas mayores de 35 años tiene más posibilidades de padecer diabetes, así como las que tienen antecedentes de familiares diabéticos, las que han tenido otros bebés con más de 4 kilos al nacer, bebés prematuros o varios abortos. También es un factor de riesgo el sobrepeso anterior al embarazo.

Cuando se obtiene un diagnóstico de diabetes gestacional, el ginecólogo indica los cambios necesarios en la dieta de alimentación y el ejercicio físico adecuado al período de embarazo. Si los niveles de glucosa no se normalizan, prescribe la administración de insulina que no produce problema alguno para el bebé.

Controlar la diabetes gestacional es muy importante ya que puede provocar el nacimiento prematuro del bebé debido a su tamaño mayor del normal, hay mayor tendencia a que sufra hipoglucemia, exceso de peso y que pueda ser diabético en el futuro. En cuanto a la madre, puede facilitar la aparición de infecciones de orina o vaginales, el aumento de la presión arterial, mayor riesgo de afecciones renales, alteraciones de la vista, etc.

En el 90% de los casos, la alteración de los niveles de glucosa desaparece después del parto, aunque puede representar un factor de riesgo para padecer diabetes crónica con el paso de los años.

Estrías y otras incomodidades

La variación rápida del volumen corporal provoca que la piel se estire y pueden aparecer las estrías. Estas estrías son marcas pequeñas alargadas, parecidas a cicatrices. Aparecen al romperse las fibras de elastina y colágeno de la piel debido al estiramiento que sufre durante la gestación. Las zonas más propensas para la parición de estrías son el vientre, los senos, las nalgas y los muslos y, aunque algunas pueden desaparecer en el posparto, la mayoría se mantendrán. El mejor remedio es evitar su aparición. Mantén la dermis y la epidermis hidratada, bebe agua en abundancia y utiliza cremas específicas en las zonas de riesgo.

Otra molestia bastante habitual que provoca el aumento rápido del volumen del abdomen es el prurito, incluso el picor puede aparecer acompañado de descamación. Si mantienes la piel hidratada con aceites naturales como el de almendras dulces o el de oliva (siempre de primera prensión en frío), previenes la aparición de estas molestias. También como prevención y tratamiento puedes utilizar aceite de rosa mosqueta al 100%.

Los senos, después del abdomen, es la zona de tu cuerpo que experimenta mayores transformaciones, por este motivo requiere cuidados especiales. Masajéalos con suavidad diariamente, utiliza aceites naturales o cremas específicas para evitar la formación de estrías, cuando te duches concluye con agua de templada a fría y utiliza sujetadores adecuados.