LOS PADRES Y LOS NIÑOS
PRESENTACION
1.- PREVIO
2.- MOMENTOS CLAVE PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
3.- EL GRUPO FAMILIAR
4.- EL POTENCIAL EN LA INFANCIA
5.- AUTOESTIMA Y SEGURIDAD EN SÍ MISMO
6.- EL COMPORTAMIENTO HACIA EL NIÑO O NIÑA
7.- EL COMPORTAMIENTO POSITIVO
8.- EL MODELO A IMITAR
9.- LA ACTUACIÓN FAMILIAR
10.- LA SEGURIDAD AFECTIVA NECESARIA
11.- EL NIÑO ES NIÑO

Cada niño o niña es un ser humano único, original e irrepetible, el más perfecto y bello producto de la Naturaleza. También llega a ser el producto de la cultura en la que se desenvuelve. En el mundo civilizado, en especial en el medio urbano, la formación del niño o niña se desarrolla de forma distinta a lo dispuesto por la Naturaleza. La satisfacción de su existencia depende tanto de su persona como del ambiente que le rodea, y este ambiente externo ha de serle favorable de modo que no amenace su seguridad, ni obstaculice su necesidad de satisfacción. Gran parte de la infelicidad que sufrimos los adultos no se deriva de las dificultades existenciales inevitables, sino de muchas de las reglas que nos han impuesto desde la primera infancia.

Uno de los principales objetivos que todos pretendemos es aprender a respetar y potenciar la individualidad del niño o la niña, siempre teniendo en cuenta que no es un ser aislado, sino un sujeto social que nace y crece en comunidad y evoluciona hacia la independencia en función de la calidad de las relaciones humanas que establezca. Pretendemos encontrar el mejor modo de acercarnos a su realidad con auténtica empatía y ayudarle en su realización plena como ser humano.

Actualmente alcanza porcentajes alarmantes el número de personas que viven atormentadas por conflictos internos y que desarrollan episodios neuróticos en su forma habitual de vida. Psicólogos y Psiquiatras ven a menudo en sus consultas a pacientes que no han vivido de acuerdo con su potencial, ni han realizado plenamente sus cualidades innatas. Estas personas están emocional e intelectualmente atrofiadas y la frustración crónica les produce ansiedad y depresión.

La falta de autorrealización, los logros inferiores a la propia capacidad y síntomas como la depresión y la ansiedad superiores a lo normal están íntimamente relacionados y con frecuencia se presentan de forma simultánea.

Muchos de estos adultos quieren educar a los niños y niñas para "vivir bien", mientras ellos mismos son conscientes de "vivir mal". Algunos incluso proyectan sobre sus hijos e hijas una visión pesimista de sí mismos y de la vida. Esta problemática tiene sus raíces en la educación recibida, tanto en la familia de origen como en las experiencias escolares, y se inserta en una cadena secular de generaciones que transmiten los errores pedagógicos que han padecido.

Nadie es perfecto. Nadie nace siendo educador. (Consideramos educadores tanto a los padres y madres como a los profesionales de la enseñanza). Ningún padre se equivoca por propia intención, y es de los errores (propios y ajenos) de donde debemos extraer la experiencia y el conocimiento para mejorar nuestras actuaciones. Si somos capaces de cometer menos equivocaciones con nuestros hijos e hijas, no sólo contribuiremos a favorecer su salud mental, sino que además ellos podrán transmitir a las nuevas generaciones un patrimonio menos contaminado que promueva una vida plena en la niñez y la satisfacción y autorrealización en la vida adulta.

La Pedagogía y la Psicología no son ciencias exactas porque se relacionan con la persona, y cada individuo es único e irrepetible. Pero los conocimientos que estas ciencias aportan nos pueden ayudar a mejorar las actuaciones educativas que aplicamos con intuición a las personas cuyo desarrollo queremos promover.

Gracias al reconocimiento científico, pedagógico y social, la importancia de la educación en los primeros seis años de vida ha experimentado un gran avance cuantitativo y cualitativo en la práctica totalidad de países. Hoy nadie duda que la evolución del niño o la niña en estos años es fundamental y marca el posterior desarrollo y desenvolvimiento de la persona a lo largo de su vida, siendo los déficits educativos en este período difícilmente recuperables y responsables de los fracasos posteriores.

Una estimulación correcta en estos primeros años se presenta prioritaria para posibilitar un progreso adecuado optimizando los potenciales de aprendizaje, de relación, de autonomía personal y social, en definitiva, en la construcción del hombre y la mujer.

En este Proyecto no vamos a tratar de técnicas sofisticadas para lograr acelerar el dominio de habilidades y conocimientos académicos de los niños y niñas. Pretendemos que, partiendo del respeto a la individualidad, padres y madres logremos un acercamiento directo, simple y satisfactorio para disfrutar de nuestra relación con los niños y niñas, favoreciendo su realización plena y garantizando su desarrollo intelectual, emocional y creativo.

ASOCIACIÓN MUNDIAL DE EDUCADORES INFANTILES

 

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