LOS PADRES Y LOS NIÑOS
PRESENTACION
1.- PREVIO
2.- MOMENTOS CLAVE PARA EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
3.- EL GRUPO FAMILIAR
4.- EL POTENCIAL EN LA INFANCIA
5.- AUTOESTIMA Y SEGURIDAD EN SÍ MISMO
6.- EL COMPORTAMIENTO HACIA EL NIÑO O NIÑA
7.- EL COMPORTAMIENTO POSITIVO
8.- EL MODELO A IMITAR
9.- LA ACTUACIÓN FAMILIAR
10.- LA SEGURIDAD AFECTIVA NECESARIA
11.- EL NIÑO ES NIÑO

 

7.- EL COMPORTAMIENTO POSITIVO

Al igual que en la disminución y eliminación de comportamientos desadaptados, el mejor método para crear o perfeccionar conductas adaptadas consiste en que el niño o la niña experimente las consecuencias positivas que siguen al comportamiento.El primer paso a seguir será averiguar que cosas resultan gratificantes para el niño o la niña y, en función de sus intereses variables, cambiar el tipo de gratificaciones. Así nos encontramos que reforzaremos y estimularemos el buen comportamiento de los niños y niñas:

  • Las alabanzas, el reconocimiento de los logros propios, la consideración de los demás, son los refuerzos que más gratifican al niño.

  • Si inmediatamente después de un comportamiento positivo, un logro o cooperación, prestamos especial atención al niño o la niña con afecto cálido, valoración y aprobación, asociará el placer de la alabanza con la tarea o conducta realizada y las posibilidades de que se repita son muy elevadas.

  • Cuando el pequeño o pequeña se esfuerza por realizar algo que consideramos positivo, debemos estimular y valorar su esfuerzo mientras lo intenta, sin esperar a que termine, de otro modo podría desanimarse y frustrarse.

  • Hay que reforzar los pequeños logros, son la base de las realizaciones más importantes en el futuro.

Ahora bien, hemos de considerar:

  • Cuidado con reforzar todo y en todo momento, se le puede estimular o reforzar por hacer poco o nada. Debe existir cooperación, esfuerzo por un logro o intento de comportarse adecuadamente para recibir una gratificación.

  • La base de toda evolución positiva consiste en aceptar al niño o la niña y no confundir su comportamiento con su valor personal. Si no nos basamos en este principio, el pequeño o pequeña podría sentir que sólo es digno cuando logra buenos resultados.

  • Los refuerzos recibidos con asiduidad hacen que el niño o la niña se sienta apreciado, que gane confianza en sí mismo y aumente su autoestima y su ilusión por alcanzar nuevos logros.

  • Cuando una conducta positiva no es reforzada, se debilita y desaparece. Aunque el niño o la niña muestre esa conducta con frecuencia, hay que seguir reforzándola de vez en cuando.


- Aviso Legal -© Asociación Mundial de Educadores Infantiles