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CAPITULO 8

DE LOS PADRES, LAS MADRES, Y LA EDUCACIÓN DE LA PRIMERA INFANCIA

Los padres y las madres, la familia como una unidad integral, constituyen el agente educativo más influyente el desarrollo de la personalidad del niño durante los primeros años de la vida. La familia es el grupo humano primario más importante en la vida del hombre, la institución más estable en la historia de la humanidad.

8.1.-De la dinámica y funciones de la familia

A la familia se le han señalado el desarrollo de varias funciones, tales como la económica que históricamente la ha caracterizado como célula de la sociedad; la biosocial, que comprende la procreación y crianza de los hijos, así como las relaciones sexuales y afectivas de la pareja; y la espiritual - cultural, que asume entre otras cuestiones, la satisfacción de las necesidades culturales de sus miembros, la superación y esparcimiento cultural, así como la educación de los hijos. 

Algunos autores diferencian, además la función educativa que se despliega en buena medida a través de las otras enumeradas hasta aquí, pues todas ellas satisfacen necesidades de los miembros, pero a la vez educan a la descendencia, y de esta manera garantizan aspectos de la reproducción social, y que está caracterizada por su continuidad y duración. La familia es la primera escuela del hombre y son los padres los primeros educadores de sus hijos.

Es por todo eso que a los centros de educación de la primera infancia les es indispensable fortalecer la relación con la familia, con los padres, madres y otros familiares, para organizar todo el sistema de influencias educativas, y alcanzar los objetivos que se plantean a la educación en estas edades.

8.2.-Relaciones del centro de educación de la primera infancia y la familia.

Los logros del desarrollo de los niños, y su apropiado ajuste social, solo pueden alcanzarse cuando existe una unión efectiva entre el hogar y el centro de educación de la primera infancia.

Esto conlleva la formación de un doble vínculo: el centro educativo proyectándose hacia la familia para conocer sus posibilidades, necesidades, condiciones reales de vida y orientar a los padres para lograr en el hogar la continuidad de las tareas educativas; la familia, ofreciendo al centro información, apoyo y sus posibilidades como potencial educativo. De esta manera el centro de educación de la primera infancia y familia constituyen una unidad dialéctica, en la que cada uno existe en función del otro, y entre los cuales se establecen interrelaciones que están determinadas por sus respectivos objetivos y funciones.

8.2.1.-Proyección del centro de educación de la primera infancia.

En este sentido, los propósitos y finalidades del centro de educación de la primera infancia  respecto a los padres y madres se manifiestan básicamente en tres aspectos fundamentales:

q Que adquieran conciencia de su papel vital como primeros educadores de sus hijos.

q Que adquieran los conocimientos necesarios para poder desempeñar con éxito esta educación, en coordinación con el personal técnico del centro de educación de la primera infancia .

q Que cooperen y colaboren con todas las tareas que se les planteen por el centro de educación de la primera infancia , para lograr de esta manera una concienciación de que el mismo constituye una extensión del hogar.

Para alcanzar estas finalidades se hace indispensable organizar una labor de educación familiar que permita la unificación de la labor formativa y educativa de los menores.

El trabajo de educación familiar consiste fundamentalmente en orientar a los padres en aspectos relacionados con la forma en que ellos pueden y deben darle continuidad al trabajo educativo del centro; lograr que adopten una actitud de cooperación y participación activa en sus hijos en el centro, y apoyen sus tareas y objetivos, seguros de que son los más adecuados para obtener los resultados óptimos a los que ambos (familia y centros) aspiran.

Vista así, la educación familiar consiste en un sistema de influencias encaminado a elevar la preparación de los padres y madres, así como otros adultos del medio familiar, para estimular su participación consciente en la educación de sus hijos, en coordinación con el centro de educación de la primera infancia.

La educación familiar, con un carácter intencional y dirigido se realiza mediante diversas vías. Entre las más usuales y productivas se encuentran: las escuelas de padres, las consultas de familia y encuentros individuales, las visitas al hogar y las reuniones de padres.

Además de las anteriores existen otras alternativas metodológicas disponibles para ser utilizadas con los padres, como son las lecturas recomendadas, que muchas veces se publican en las localidades para la educación de los padres; la correspondencia entre los educadores y los padres; la utilización de un buzón para las preguntas que deseen hacer los padres, que muchas veces se articula con un mural para divulgar las respuestas a las inquietudes generales, señalar las actividades del centro, escribir consejos sobre algunas cuestiones del desarrollo infantil, etc.

También pueden usarse los medios de difusión masiva, tales como la radio, la televisión, la prensa escrita mediante mensajes y programas específicos. En muchos países hay experiencias de este tipo, tanto en lo que respecta a la difusión local como las que abarcan programas nacionales. Sus métodos son diversos, pero obedecen en última instancia a las características sociopsicológicas de la comunicación humana.

8.2.2.-Proyección de la familia hacia el centro de educación de la primera infancia.

Dentro de las alternativas metodológicas de la educación de padres una vía muy efectiva lo son las asociaciones, comités o consejos de padres. La integración de los padres a la propia dinámica del centro de educación de la primera infancia, agrupados en organizaciones de diverso tipo que colaboren directamente con el centro en estructuras dirigidas por ellos mismos, ha sido comprobado por las investigaciones que constituyen medios efectivos y eficientes en el apoyo al trabajo educativo de la institución, y a la labor con los propios padres.

Entre los objetivos que se plantean estas asociaciones de padres están:

q Colaborar con el centro de educación de la primera infancia  en el cumplimiento de las tareas educativos.

q Velar porque las actividades del centro estén encaminadas a preparar las bases de la educación y propiciar la interrelación más estrecha de la familia en la comunidad, no solamente en la realización de las tareas del centro, sino también a divulgar entre las familias las normas pedagógicas, de nutrición y de salud que deben seguirse en el hogar.

La práctica educativa y las investigaciones realizadas han corroborado que la integración de los padres a la propia dinámica del centro de educación de la primera infancia, en estas asociaciones o agrupaciones que colaboran directamente con el centro, dirigidas por ellos mismos, son una vía efectiva de apoyo al trabajo educativo de la institución y a la labor con los propios padres.

La activa participación de la familia en su proyección hacia el centro de educacion de la primera infancia , su incorporación a las tareas mencionadas y a otras dirigidas a su propia superación (como puede ser la promoción de lectura de materiales relacionados con la educación de sus hijos, por nombrar un ejemplo) sitúan a la familia en condiciones de poder exigir a la institución educativa un trabajo cada vez de mayor calidad.

Pero a la vez, la iniciativa de las asociaciones o agrupaciones creadas en los diferentes tipos de centros suele propiciar la proyección del trabajo hacia la comunidad, que debe ser algo que emerja de los propios protagonistas del acto educativo: El centro educa, la familia educa, y el beneficio se concreta en cada niño, que transita por su educación mejor atendido, sin contradicciones entre exigencias de educadores y padres, en un ambiente de afecto y comprensión, de respeto y ayuda mutua, en que los padres como adultos preparados y conscientes se constituyen en parte activa del “equipo educativo”.