JUEGO 23

Un día de pesca

Necesitamos
  • Peces de distintos tamaños (tantos como la mitad de niños que jueguen).
  • Cañas de pescar (tantos como la mitad de niños que jueguen).

Elaboramos

Para realizar los peces, calcaremos en felpa las plantillas de peces que se facilitan en el anexo.

Para construir las cañas, utilizaremos un palo de 50cm. aproximadamente, en cuyo extremo ataremos una cuerda que acabe con un trozo de velcro, a fin de que se queden pegados los peces.

¿Cómo jugamos?

Comenzamos la actividad con el siguiente cuento:

"Erase una vez, un oso llamado Teo. Teo vivía en un bosque muy cercano a un pueblecito. En este pueblecito vivía Chentín, un niño al que le gustaba mucho pasear por el bosque y espiar a los animales que allí vivían.

Teo era un gran osos, un enorme oso. Era tan grande, que todos los animales del bosque le tenían un poco de miedo y rara vez hablaban con él. Por eso, Teo siempre andaba solo y un poquito triste. No tenía amigos con los que hablar y jugar.

Todos los días hacía lo mismo, se levantaba e iba al río del bosque a bañarse y coger un poco de pescado, su comida preferida. Después se tumbaba al sol y se quedaba dormido. Siempre hacía lo mismo. Todos los días lo mismo.

Pero una mañana, cuando Teo se fue al ría a coger pescado, tropezó con la rama de un árbol y se cayó al suelo, haciéndose mucho daño en las patas. Teo lloró y lloró, pero nadie le escuchó, así que se levantó y se fue hacia el río para lavarse las heridas.

Después de lavarse, Teo vio en el río un montón de peces. Al ver semejante banquete, le empezaron a rugir las tripas. ¡Qué hambre le estaba entrando!

Teo intentó meterse en el río para pescar unos poquitos peces, pero se había hecho tanto daño en las patas que no pudo coger ninguno. Teo intentó coger los peces con la boca, sentándose encima, … pero no había manera.
Todos se le escapaban.

Pensó en pedir ayuda, pero ¿quién iba a ir allí con el miedo que le tenían todos los animales?

_ Buaaaaaaa! Buaaaaaaaaaaaa!, lloró Teo. Y así estuvo un buen rato.

Chentín que andaba por allí cerca, escuchó a Teo llorar y se acercó con mucho cuidado hasta el lugar donde estaba el oso. Chentín cuando lo vió se asustó mucho, era un oso tan grande …

Pero aún así, se atrevió a preguntarle:

_ ¿Qué te pasa?

Teo, le contó lo que le había sucedido, le contó que se había caído y se había hecho mucho daño en las patas. También le contó que tenía mucho hambre, pero que no podía coger ningún pez.

Chentín enseguida le dijo que no se preocupara, que él le iba a ayudar.

_ Espérame aquí – dijo Chentín – enseguida vengo.

Chentín fue a casa a recoger unas cosas y volvió corriendo.

_ ¡Mira lo que he traído! Vendas para curarte las patas y la caña de pescar de mi papá. ¡Ya verás cuántos peces vamos a pescar!

Chentín se sentó junto a Teo y después de curarle, cogió la caña, la metió en el río y esperaron a que algún pez mordiera el anzuelo.

Poco después ya tenían un buen montón de peces que Teo comenzó a comer.

_ Mmmmmm, ¡qué ricos! – dijo Teo – muchas gracias por ayudarme, si no hubiera sido por ti, no sé que hubiera hecho.

Estaba empezando a hacerse tarde, así que Chentín se despidió del oso, pero antes le prometió que volvería al día siguiente para volver a pescar.

Chentín volvió al río al día siguiente, y al otro, y al otro. Teo y Chentín se hicieron muy buenos amigos y, aunque a Teo, ya se le habían curado las patas, Chentín siguió yendo todos los días al bosque para ver a su amigo Teo."

Después de la lectura del cuento, el profesor pregunta a los niños sobre lo narrado: ¿Qué le ha pasado a Teo?, ¿Qué le gusta comer a Teo?, ¿Por qué no puede coger peces?, ¿Quién le ayuda?, ¿Cómo le ayuda?, …

Tras esta actividad, el profesor delimita en el suelo un espacio lo suficientemente grande para poder poner todos los peces y divide el grupo de los niños en dos partes iguales. Unos niños serán los pescadores y otros los osos heridos.

La actividad consiste en que los pescadores consigan pescar con una caña un pez para dárselo a uno de los osos. Cuando todos los osos tengan un pez, los pescadores se unirán a los osos y bailarán juntos, imitando el paso de estos animales, con ritmo lento y pasos grandes. Acabado el primer turno, los roles se cambian para que todos los niños pasen por los dos papeles.

Al finalizar la actividad y si los niños son mayores, harán un dibujo sobre el cuento o el juego de pesca, para poder comentar después lo que les ha parecido, si les ha gustado ayudar a los demás, …

Tablón de notas

Sólo se pueden pescar peces grandes Cada oso debe tener sólo un pez, de manera que al finalizar el primer turno tengan todos comida.

Inteligencias que trabajan

I.Lingüística

Comprensión
Expresión oral

I.Física-cinestésica

Motricidad fina
Motricidad gruesa
Expresión corporal

I.Espacial

Representación gráfica
Orientación espacial

I.Musical

Ritmo

I.Lógica-matemática

Comparación

I.Interpersonal

Solidaridad

I.Intrapersonal

Expresión
Responsabilidad

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