SENSIBILIZACION EN PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA EDUCACION PREESCOLAR

María Rocío Figueroa Varela
María de Jesús García Flores
Laura Catalina Rodríguez Mendoza

 

1.- LO NATURAL  Y LO CULTURAL

En nuestra cultura se marca desde el nacimiento, el destino de las personas, si son hombres se considera que se debe comportar como aquello que la misma sociedad ha definido como “ser hombre”, en donde se les exige el control emocional, la independencia y autonomía, así como roles básicos como el de proveer lo necesario para satisfacer las necesidades de la familia así como su protección. Tiene que demostrar que es capaz de conseguir poder riqueza y status y se le busca desensibilizar de su cuerpo para demostrar que puede controlar  el dolor. Su conversión a hombre se tiene que probar, y día a día tiene que estar confirmándolo. Al negar el sufrimiento, la pena y el dolor, los varones están negando una parte de su ser y están ejerciendo la violencia contra sí mismos, lo que puede hacerles creer por generalización, que la violencia es una forma más de conducta “normal” en las relaciones interpersonales.

Por su parte, las mujeres tienen asignadas las tareas domésticas, el cuidado de la familia y de las relaciones interpersonales, al dotársele de la función reproductora se le asigna la responsabilidad de criar y educar a sus hijos, siendo restringida su participación en el ámbito público. Se les educa para que pongan atención a su belleza y se les anuncia como una meta de vida, el matrimonio. Se espera que su dependencia tanto económica como emocional siga durante toda su vida, siendo muy aceptable que sea dócil y sumisa ante la autoridad, sobre todo la del varón, pero sí se le permite la expresión de sus emociones. Se le define cuales son los límites que tiene para moverse y no se considera necesario que desarrollen sus potencialidades intelectuales ni su facultad de tomar decisiones (INMUJERES, 2004).

Todos estos preceptos se consideraban inmutables, tal vez cambiaban las formas y medios, pero los fines aún se consideraban válidos en décadas anteriores, sin embargo la misma sociedad ha cambiado, y a través de los estudios sociales se ha demostrado que aquello que se asocia con los comportamientos al género masculino y femenino se transforma continuamente.

2.- LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS COMO TRANSMISORAS DE LA CULTURA DOMINANTE.

Todos reconocemos que la educación es una de las vías para avanzar en la transformación de la sociedad; nos prepara para enfrentar la realidad y desenvolvernos en ella de manera crítica, creativa y prepositiva en la búsqueda permanente de una mejor calidad de vida.

La escuela como una institución social, es considerada como una de las principales instituciones formadoras de los seres humanos y también tiene una función asignada: transmitir a las nuevas generaciones los comportamientos considerados legítimos. La escuela como estructura social, se enfrenta a la lucha por los recursos y el poder entre aquellos que conforman la misma estructura. “Cada grupo social trata de maximizar, en el sistema educativo, sus posibilidades, a través del control de las formas de cultura y de las reglas que definen el funcionamiento de las instituciones. Y por supuesto, los grupos sociales que ya cuentan con más poder son los que marcan más profundamente las normas escolares, de modo que, aun sin haberlo previsto así, la escuela tiende a reproducir  el sistema social existente y las posiciones de poder y de jerarquía vigentes en cada sociedad (INMUJERES, 2004).

El sistema educativo así se convierte en una institución transmisora de los estereotipos de géneros aún cuando  la socialización primaria se lleve a cabo generalmente en la familia y en el entorno inmediato, marcando este proceso, en gran medida, la identidad de niños y niñas. Esta socialización recibe constantemente refuerzos de la sociedad y hace que se mantengan diferencias de comportamiento, intereses y percepciones entre hombres y mujeres, confirmando, aparentemente, el carácter biológico de tales diferencias asociadas al sexo de la persona.

Asociando la característica biológica de sexo a la de género como también algo inmutable, olvidando que el género es una construcción que las sociedades han creado como un sistema de roles y patrones de comportamiento distintos para hombres y para mujeres, prescripciones sobre lo que deben hacer y sobre cómo deben actuar los individuos en función de su sexo. Estos patrones de comportamiento son los géneros.

Los géneros al constituir sistemas de identidades y comportamientos que prescriben lo que deben hacer las personas en función de su sexo, están “limitando el desarrollo de las posibilidades humanas porque las adaptan a patrones que no siempre corresponden a sus capacidades y deseos puesto que también se establece una jerarquía entre los individuos, priorizando al sexo masculino como superior. Por lo tanto, el sistema de géneros, además de un sistema de organización de las identidades, es un sistema de poder.

Sin embargo las instituciones educativas, siendo “de los agentes mas potentes para transmitir o perpetuar una cultura, unos valores y unos procedimientos determinados han de posibilitar que las diferencias no se conviertan en desigualdades” (López, 2002).

A pesar de que se considere natural, normal e inmutable los comportamientos sociales estereotipados, en la vida personal es posible modificar algunos comportamientos genéricos, como es posible modificar algunos comportamientos lingüísticos o usar una lengua distinta a la lengua materna. Pero ello supone un esfuerzo muy costoso de deconstrucción y reconstrucción de la propia identidad (INMUJERES, 2004), así como la sumatoria de procesos sociales que rediseñen nuestra sociedad, y estos procesos, se analizan y visibilizan a través de la perspectiva de género.

3.-LA PERSPECTIVA DE GÉNERO

Las restricciones que la sociedad impone a nuestros comportamientos nos llevan a sociedades con  discriminaciones, inequidades y exclusiones tanto en las relaciones entre los seres humanos como en las oportunidades para que las mujeres y hombres desarrollen todas sus potencialidades, siendo en este caso las mujeres quienes se han visto con mayor grado de marginación y exclusión.

La perspectiva de género es una nueva manera de ver e interpretar los fenómenos sociales en donde se insertan las relaciones entre hombres y mujeres. A partir de esta nueva visión de la diferencias entre los sexos, se analiza en cada sociedad y en cada circunstancia las causas y los mecanismos institucionales y culturales que estructuran la desigualdad entre mujeres y hombres. Mediante este análisis es posible operar a partir de la distinción sexo/género, que nos permite aislar conceptualmente lo que es adquirido de lo que es innato. Y por todo lo que vamos descubriendo y lo que vamos modificando, empezamos a comprender que hay muy poco de biológico en ser mujer o en ser hombre. Como advirtió Simone de Beauvoir, <<no se nace mujer, sino que se llega a serlo>>, a lo que sólo cabría añadir que tampoco se nace hombre, y que también el ser hombre es producto de una construcción social.

Los seres humanos tenemos la posibilidad de decidir, aunque sea parcialmente, lo que queremos hacer con nuestras vidas. Algunos pensamos que no por haber nacido hombre o mujer debemos limitarnos a un tipo de actividades, que no son tal vez las que más nos interesan, y buscamos que en todos los ámbitos se busquen nuevas formas de construir las identidades de lo “masculino y lo femenino” que sean más incluyentes y equitativas tanto para los hombres como para las mujeres .

4.-LAS POLITICAS EDUCATIVAS Y EL GENERO

Las Naciones del mundo han dado una mirada a las relaciones entre los hombres y las mujeres en la búsqueda por el Desarrollo y la  Democracia, revisando diferentes países sus políticas de equidad que beneficien a todos sus habitantes.

Desde hace mucho tiempo, Suecia ha sido un país pionero en la labor desarrollada a distintos niveles de la sociedad por lo que se refiere a cuestiones de igualdad entre el hombre y la mujer, desde 1998, los centros preescolares cuentan con un plan de estudios propio, que establece que las actividades se han de caracterizar por valoraciones fundamentales democráticas y que  el aprendizaje de toda la vida tiene que ser considerado desde una perspectiva de género, de forma que se pueda acabar a cierto plazo con papeles y pautas obsoletos y estereotipados condicionados por el sexo (Wetterberg, 2004).

En la convención signada en 1990, en relación a los Derechos de la Infancia, se reconoce en el artículo 29 inciso d):

“Que la educación del niño deberá estar encaminada a … preparar el niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y personas de origen indígena”. (INMUJERES, 2003)

La Conferencia de Educación para Todos efectuada en el año 2000, recomienda a los países partes “elaborar planes de estudio y libros de texto libres de estereotipos para todos los niveles de enseñanza y el de garantizar el acceso y la mejora de la calidad de la educación para niñas y mujeres” (INMUJERES 2002).

Para dar cumplimiento a estos acuerdos la UNICEF ha puesto en marcha una campaña para la educación de las niñas, “25 para 2005”, con el objetivo de eliminar las disparidades en materia de género en la educación primaria y secundaria en 25 países prioritarios para el año 2005 en países de África y Asia que presenten mayores desigualdades en la educación de niños y niñas (mujerhoy.com, 2004).

Por su parte, Paraguay recibió apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo para llevar a cabo estrategias educativas de reforma integral de la educación inicial y preescolar mediante la implantación de políticas y estrategias principalmente en beneficio de los niños en riesgo social y educativo. Para incrementar la cobertura educativa para niñas y niños siguiendo criterios de calidad y equidad, en donde se considerarán enfoques que contemplen la diversidad étnica, lingüística, cultural y de género, y las necesidades educativas especiales (iadb.org, 2003).

En Nicaragua en el año 2000 se coordinaron diversas instituciones para elaborar una guía multinivel que respondiera a las nuevas necesidades educativas del nivel preescolar “Aprender haciendo” en los cuales van integradas las cinco áreas de desarrollo: Socioafectiva, Cognoscitiva, Psicomotora, Expresión, Comunicación y Creatividad. Así como los ejes transversales: Participación comunitaria, derecho del niño y la niña, salud integral, educación ambiental, educación para el trabajo, educación para la paz y la democracia, educación para la sexualidad, el amor y la convivencia y enfoque integral de género (mujerhoy.com, 2004).

5.-EL GENERO EN LA EDUCACION PREESCOLAR EN MEXICO

En nuestro país, la educación preescolar, es considerada obligatoria a partir del ciclo escolar 2004-2005. En esta etapa, los niños y las niñas inician la construcción de su identidad de género; y en su proceso de socialización repiten comportamientos, roles de género, hábitos y actitudes que son transmitidos por la misma cultura y sociedad en que se desenvuelven.

La educación preescolar sigue los lineamientos y principios de globalización de los elementos interdependientes que conforman la afectividad, la motricidad, los aspectos cognitivos y sociales en el proceso educativo, mediante el método de proyectos, a través del juego y la organización de actividades de acuerdo a las necesidades e inquietudes de l@s niñ@s. Con este método se asegura la construcción de aprendizajes significativos puesto que se contextualiza el proceso a través de las situaciones lúdicas.

En la actualidad las políticas públicas educativas de nuestro país están buscando que se tome en consideración la equidad entre los sexos, con miras a promover el desarrollo humano.

La Secretaría de Educación Pública intenta incorporar la perspectiva de género tanto en el aula como en los libros de texto, y de esta manera fomentar ambientes escolares proclives a la tolerancia y la equidad, buscando que en los libros de texto gratuito y en los materiales de apoyo a la docencia se cuide el evitar estereotipos de género en el lenguaje, imágenes y contenidos (sep.org.mx, 2004).

Con el objetivo de construir, en  el interactuar cotidiano entre niñas, niños, papás y mamás con las educadoras y educadores, los cambios culturales para lograr una sociedad más equitativa, incluyente y democrática, la Fundación de Apoyo Infantil Región Centro (FAI-Centro), de México,  planteó la elaboración de un manual: ¿En la equidad quién manda? Cómo promover la equidad de género en el preescolar. Manual para Educadoras, capaz de apoyar a los Centros de Desarrollo Infantil Comunitarios (CDIC) (mujerhoy.com, 2004).

Esta propuesta ha tenido un gran éxito en el centro del país, pero no deja de ser sólo una estrategia localista y puntual, ya que en los programas curriculares a nivel nacional no se ha incluido esta temática como prioritaria para el trabajo diario con los niños.

Otros esfuerzos los están efectuando el Estado de México y el Estado de Sonora, integrando el primero, la cátedra de “género” al subsistema Educativo Estatal y en Sonora se capacitará a los docentes y al alumnado de nivel básico, que incluye desde el preescolar hasta secundaria, en perspectiva de género,   mediante un convenio de la Secretaria Educación y Cultura y el Instituto Sonorense de la Mujer (ISM) (mujerhoy.com, 2004).

Una de las políticas públicas a nivel nacional que promueve  la equidad de género, fue  la creación del INMUJERES, mismo que es un organismo gubernamental cuya función es promover y fomentar las condiciones que posibiliten la no-discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres y su participación equitativa en la vida pública, cultural, económica y social del país, bajo los criterios de transversalidad de las políticas públicas con perspectiva de género, el federalismo y el fortalecimiento de vínculos con los poderes legislativo y judicial, tanto federal como estatal El INMUJERES entró en funciones el 8 de marzo del 2001; como un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal.

Con respecto al Estado de Nayarit, el Instituto para la Mujer Nayarita (INMUNAY) entró en funciones el 3 de Septiembre del 2004, ya que se considera necesario crear una instancia que coadyuvara al desarrollo de una cultura de equidad y una sociedad nayarita libre de violencia y discriminación de género.

Para conseguir el logro de estas metas, tanto nacionales como estatales, se reconoce la trascendencia que tiene la escuela como institución socializadora y como ésta juega un papel importante en la transmisión de estereotipos de género que impiden un ejercicio equitativo de los derechos y obligaciones de los ciudadanos.

Por lo tanto, INMUJERES, y el INMUNAY, se han dado a la tarea de proponer programas dirigidos a la educación básica para promover la equidad de género.

El INMUJERES ha presentado la publicación titulada “El enfoque de género, una perspectiva necesaria en la reforma curricular de la educación inicial y preescolar”, como resultado del esfuerzo conjunto de maestras de educación preescolar de los estados de Coahuila, Colima, Puebla y Tabasco, a través de la participación y la colaboración solidaria de la Red de Acciones Educativas a Favor de las Mujeres y Niñas.

Con el objetivo de elaborar una propuesta en el Estado de Nayarit que impacte en la educación preescolar y en apoyo a INMUJERES y a su Proyecto Generosidad con su campaña de Sensibilización en Equidad de género, el INMUNAY ha elaborado un programa para promover la perspectiva de género en la educación preescolar, con la participación de maestros y padres de familia. Este programa se elaboró en base a los cuadernillos editados por el INMUJERES y, en coordinación con Instituciones educativas particulares, se inicio el pilotaje del mismo, para medir el impacto que este programa tenia en los niños y niñas.

Los objetivos del programa son los siguientes:

• promover la perspectiva de género en la educación preescolar que permita el análisis y resignificación de los estereotipos de género.

• Formular alternativas metodológicas   que  propicien la integración de  roles equitativos en las niñas y niños de el  estado de Nayarit

Estos objetivos estaban basados en el conocimiento de que en nuestra cultura se formulan estereotipos de género, en donde hay una  simbolización cultural de la diferencia sexual, y en donde se dan los supuestos de comportamiento de las mujeres y los hombres de acuerdo a esta diferencia sexual, marcando un rol netamente “productivo” a los hombre y uno “reproductivo” a las mujeres. Estos roles, comportamientos y valores que le transmitimos a los niñ@s, en forma implícita van conformando modelos del “deber ser” a seguir por las y los pequeños. .

Algunos de estos aspectos dicotómicos de comportamientos esperados  que se les transmite a l@s niñ@s  los evaluamos a través de la implementación de este programa que constituyó un módulo de aprendizaje a través del principio de la globalización. Buscando verificar si este módulo de aprendizaje propuesto puede incidir en la aprehensión por parte de l@s pequeñ@s de nuevas formas de interacción. Para revisar si se alcanzaban estos objetivos se evaluaron las siguientes categorías de comportamientos asignados socialmente a:

HOMBRES

MUJERES

Mayor libertad para el ejercicio de la motricidad gruesa

Restricción de  motricidad gruesa

No participación en quehaceres domésticos

Atribución de los quehaceres domésticos

Proveedor de recursos económicos

Asignación del cuidado de los otros miembros de la familia

Restricción en la expresión de las emociones

Libertad para expresión de emociones

Permisible la exploración de su cuerpo

Restricción de exploración de su cuerpo

Para este caso se diseñó una estrategia para la aplicación del mismo a través del siguiente procedimiento:

• Efectuar campaña previa de sensibilización a padres y madres de familia de los planteles asignados a través de posters con perspectiva de género

.

• Aplicación de un módulo de aprendizaje a l@s educand@s de preescolar a través del proyecto “ ¿qué nos hace iguales y diferentes a los niños y a las niñas? .

• ”El tiempo de aplicación del programa a l@s preescolares es de dos semanas, las cuales están distribuidas en sesiones de una hora por día.

• Se efectúa preevaluación y postevaluación de la percepción de roles de género en preescolares a los que se aplica el programa

• Se imparte una plática a docentes de los planteles por psicólogas, pedagogas o docentes previamente capacitadas en perspectiva de género, por el INMUNAY. Esta capacitación será simultánea al trabajo con los niños (anexo 4).

• Se integra a los educadores y educadoras de los planteles en la aplicación y evaluación del programa.

• Se invita a padres y madres de familia a participar en el mismo programa así como a una conferencia impartida por el INMUNAY sobre “Equidad de Género”.

El pilotaje de este programa se efectuó en un preescolar de zona urbana, con una población de clase económica media. Se evaluó inicialmente a 8 niños y 7 niñas con una edad promedio de 4.5 años.



6.-RESULTADOS DEL PROYECTO DE SENSIBILIZACION EN EQUIDAD DE GENERO EN EDUCACION PREESCOLAR.

6.1.-LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS

Dentro de los aspectos cognoscitivos, se revisó la percepción que tienen los niños y las niñas acerca de las diferencias biológicas que hay entre ambos sexos. Durante la preevaluación el 37% de los niños y el 71% de las niñas reconoció que había una diferencia física entre ambos, sin embargo, no lograron explicar en qué consistía esa diferencia. Después de trabajar durante el taller con algunas actividades sobre el conocimiento del cuerpo humano, la mayoría logró identificar y nombrar los genitales tanto de niños como de niñas. De ésta manera al final de la evaluación el 75% de los niños y el 71% de las niñas no solo reconocía la diferencia entre ambos, también las nombraban con gran seguridad.

A l@s pequeñ@s se les evaluó si conocían sus derechos, y si sabían si estos eran necesarios tanto para las niñas como para los niños .Aunque la mayoría reconoció al inicio sus derechos (75% niños, 71% niñas), fue muy notorio que solo tenían presente a uno de ellos, por ejemplo: solo mencionaban el derecho a la alimentación o solo el derecho a la vivienda. En la última evaluación el 87% de los niños y el 85% de las niñas reconocieron varios de sus derechos: alimentación, vivienda y educación; es decir dejaron de tener presente solo a uno de ellos.

En cuanto a los roles atribuidos tradicionalmente a las niñas en las labores domésticas y el cuidado de los otros se observa que tanto las niñas como las niños después de aplicado el módulo de aprendizaje pueden referir que ambos géneros pueden hacer estas actividades. Sin embargo en los resultados resalta que las niñas en un 29% asignan exclusivamente a la mujer la responsabilidad de las labores domésticas, cuando el 100% de los niños opina que tanto hombres como mujeres pueden responsabilizarse de esta tarea .

Tanto niñas como niños al finalizar las actividades del módulo incrementaron en el reconocimiento de que ambos pueden expresar sus emociones y tienen libertad para desarrollar actividades lúdicas que impliquen mayor libertad de movimientos como el correr y brincar; aunque solo el 87% de los niños y el 85% de las niñas pudieron efectuar estas tipos de actividades, comentando a las evaluadoras que no se permitían estas conductas porque se “ensuciaban”

De acuerdo en el cuadro en donde se registran los resultados sobre  los tipos de juegos que consideran que pueden  jugar, las niñas la posibilidad de subir a los árboles no la contemplan como propia para ellas, pues solo un 28% de ellas al finalizar el módulo la consideró como posibilidad. En los juegos que pueden ser desarrollados por los niños, las niñas no consideran como opción para ellos, en un 58 %, el juego con muñecos. Por lo que se puede revisar si las niñas son mas reacias a los cambios en los roles de género asignados.

6.2. LOS PADRES Y MADRES OPINAN.

Posteriormente a la aplicación del módulo de aprendizaje se llevó a cabo una sesión con los padres, en donde se les informó de todas las actividades que se habían desarrollado con sus hijos, los objetivos que se perseguían y los resultados obtenidos.

También se les dio una introducción a la perspectiva de género y cómo en el Centro Escolar a donde asisten sus hijos influye en su Identidad de Género.

La mayoría de ellos  consideraban adecuado que se hubiera trabajado en las niñas para que se desarrollara en nuevas formas de relación, sin embargo en relación a los niños, especialmente los padres, no consideraban que la perspectiva de género pudiera apoyar para que se tuviera una sociedad más equitativa y democrática.

Específicamente informaban su orgullo de que sus hijos se comportaran como “todo hombre” en las actividades que se desarrollaban en el centro educativo.

Se les invitó a que revisaran el salón de clases “colocándose lentes de género”, esto es, que aplicaran los conceptos analizados en la realidad circundante diariamente a sus hijos, encontrando puntos de debate sobre lo que era o no era adecuado para ellos, ya que en el área de biblioteca se tenían revistas en donde se resaltaban los atributos de belleza en la mujer y de agresividad en los varones. Modelos que podrían servir de identificación para cada uno de los menores que asistiera y revisara estos materiales.

Las madres comentaron sobre la necesidad de desarrollar nuevas formas de relación entre los hombres y las mujeres ya que todas ellas trabajaban y se enfrentaban a nuevos retos en los que se sentían en desventaja con las habilidades adquiridas desde pequeñas. Así también asumían culpa por no ejercer el rol tradicional que aún le exigía su contexto social y al que no podían responder sin sobrecargarse de responsabilidades.

7.-CONCLUSIONES

En relación a las diferencias biológicas entre niños y niñas, en la preevaluación, la mayoría nombraron perfectamente las partes del cuerpo a excepción de los genitales, sabían que había una diferencia entre ambos sexos, pero no lograron describirla, siendo que en esta etapa ya deben haber logrado ésta identificación. Éste espacio en blanco nos habla de que posiblemente estén viviendo su sexualidad con culpa o con vergüenza ya que de acuerdo con la teoría de Erikson las restricciones a las actividades y tratar las preguntas como si fueran molestias, llevan a la culpa. Al finalizar taller en donde se les habló con claridad, resolviendo sus dudas sobre su cuerpo tanto niñas como niños pudieron referirse y hablar sin mostrar vergüenza, acerca de los genitales.

Otro de los logros fue que durante el taller la mayoría de los niños y las niñas se dieron cuenta que tanto hombres como mujeres pueden contribuir en las actividades del hogar a pesar de que al inicio lo atribuían solo a las mujeres. De ésta forma se prepara el espacio para que ambos tomen conciencia sobre la democracia dentro del hogar, ya que ésta es parte de las bases que propician el sentido de responsabilidad y de independencia en los niños y las niñas.

La perspectiva de género sustenta el beneficio que trae consigo el lograr que tanto hombres como mujeres compartan actividades dentro y fuera del hogar, ya que las prácticas culturales han colocado la etiqueta de “servir los demás” solo a las mujeres, restándole a ésta el espacio y las condiciones para tener un desarrollo equilibrado en relación al varón. Esto se reafirma en los resultado obtenidos sobre el reconocimiento a sus derechos, puesto que tanto niñas como niños pudieron reconocer cuales eran estos y su importancia en el entorno familiar.

En cuanto a la libertad que manifestaron, tanto niños como niñas, al momento de expresar sus sentimientos, se encontró que en ambos sexos existe un nivel alto de inexpresión y éste es mayor en los niños que en las niñas. La represión de los sentimientos en varones es otro de los estereotipos de género que ha reforzado nuestra cultura, negándole la oportunidad al varón de descargar con palabras y llanto, lo que posteriormente será canalizado a través de un infarto, drogas o agresividad. Por ésta razón, la perspectiva de género propone el ampliar la visión para buscar nuevas formas de vivir las masculinidades, ya que siempre que alguien se salga de lo establecido, se enfrentará a un gran conflicto; emocional y social.

En cuanto a la categoría de libertad de movimiento se observan datos interesantes, ya que en la preevaluación se observó un alto porcentaje de niños y niñas que creen que para ambos está “prohibido” el brincar, rodar y correr, otro grupo importante piensa que las niñas son las que no pueden realizar este tipo de actividades. Por lo que durante el taller se enfatizó en el trabajo con los niñ@s para que éstos disfrutaran y comprendieran la importancia que tiene la expresión corporal para el aprendizaje y desarrollo del niño. Erikson menciona, en una de las etapas del  desarrollo que la sobreprotección o la falta de apoyo pueden conducir a la duda sobre la aptitud de controlarse a sí mismos o al ambiente, mientras que al desarrollar la libertad de movimientos en hombres y en mujeres, conducen al individuo a la autonomía, de ésta forma, si a un niño se le fomenta el desarrollo de  y adquisiciones y habilidades para desplazarse con mas libertad en un medio cada vez mas amplio, en el futuro podrá expresarse y vivir sin ataduras, formando así una disposición a afrontar correctamente sus impulsos internos, por lo tanto, si a la niña se le restringen éstos movimientos se le fomentará la dependencia y asumirá que los adultos significativos de su medio serán las que le den apoyo y control.

Con las actividades se logró que ambos desarrollaran más habilidades motrices gruesas y que a la vez éstas les permitieran interactuar con sus compañeros, se observó un gran avance ya que ambos afirmaron al finalizar el módulo de aprendizaje que todos tienen la libertad de expresarse corporalmente y se comprobó la relación que existe entre la seguridad, la libertad de expresarse corporalmente y la aceptación en el grupo. Con esto tratamos de promover la actividad lúdica para facilitar la expresión de las emociones, la comunicación entre pares, la comprensión de normas o reglas, así como para que los niños descubran mayores capacidades.

Otra categoría importante es la que se refiere a los juegos de los niños y de las niñas, a ambos se les pidió que seleccionaran que tipo de juego puede realizar cada sexo y nos encontramos  por un lado, que en un principio las niñas pensaban que para ellas no está permitido subirse a los árboles, y el aumento fue menor a lo esperado ( sólo el 28%, cambió de opinión), con respecto al football, la percepción de las niñas para poder jugarlo no sufrió ninguna modificación, sin embargo, en los niños aumentó del 25% al 86% la percepción de que las niñas son capaces de jugar football, por otro lado, con respecto a que los niños jueguen a las muñecas se observó que ellos mismos aumentaron, del 25% al 87%, su apreciación respecto al juego y su permisividad de practicarlo, mientras que las niñas se mantuvieron igual con respecto a la misma  categoría, esto es que no modificaron su apreciación en que los niños pueden jugar con los muñecos.

Cuando existe cualquier cambio en el estilo de vida de un individuo se presentan inseguridades y temores, en este sentido podemos decir que las niñas mostraron mayor resistencia a los cambio, relacionados a una de  las principales conductas que se refuerza en una mujer: la maternidad, misma que le da valor en la sociedad en la que se desenvuelve, por lo que puede ser interpretado el juego de muñecas, por las niñas, como su actividad lúdica mas representativa, apreciando como una intrusión al espacio en donde tradicionalmente ellas tienen el control y las reglas del juego, la presencia de los niños.

APORTACIONES:

México tiene el compromiso a nivel internacional de cumplir con la metas del milenio, en donde una de ellas implica que exista un desarrollo equitativo e incluyente de todos sus habitantes. Para que esto suceda, se tiene que apoyar en las instituciones que ha creado, para que construya nuevas estrategias que impulsen este desarrollo, como son las educativas.

Pero estas instituciones en su misión deberán de considerar que una auténtica educación es aquella que nos prepara para enfrentar la realidad de forma critica, creativa y propositiva, en la búsqueda de una mejor calidad de vida, que es la que nos merecemos.

Por esto, es imprescindible que la educación defina aquellas competencias que quiere desarrollar en los individuos y tiene que considerar que la diferencia genérica y sexual, que está anclada a los estereotipos culturales, limita el desarrollo de habilidades y capacidades en los niños y las niñas.

Así, si incorporamos la perspectiva de género en la práctica educativa, estaremos transformando el proceso de mediación en el que están inmersos docentes y padres de familia y se estarán planteando nuevas formas de intervención que favorezcan el desarrollo equitativo desde la diferencia.

Con esto posibilitaremos la formación de  mejores ciudadanos si los educamos en la utilización de un lenguaje incluyente, el respeto a las diferencias, la apertura para realizar actividades, cantos y juegos sin distinción de género, el desarrollo de la tolerancia en cuanto a dar y escuchar opiniones, reflexión sobre distintos puntos de vista, expresión de sus sentimientos, deseos y estados de ánimo sin temor a la estigmatización o al rechazo y el incremento de la participación de las niñas en la educación física, su iniciativa en clase , la apropiación de espacios, el favorecimiento de su autonomía y valoración así como de su expresión corporal.

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