Las dificultades en la adquisición de las habilidades de conteo

Richard Cowan

Facultad de Psicología y Desarrollo Humano

Instituto de Educación de la Universidad de Londres

Charla (con los números de las diapositivas correspondientes)

1.             Es un honor poder hablar hoy con ustedes sobre cómo los niños cuentan los números. Hace muchos años durante un día caluroso de verano oí un toque en mi puerta en el Instituto de Educación. Al abrir la puerta me encontré con un caballero que llevaba pantalón corto y sonreía. Era el profesor Vicente Bermejo. Tuvo la bondad de presentarme con una copia de su libro 'El Niño y Aritmética' y varios artículos. Lamento decir que mi destreza con el español no ha mejorado suficientemente desde entonces. Así que, es probable que él ya haya expresado de forma mucho más elegante mucho de lo que les hablaré.

2.             Mi participación en la investigación del desarrollo numérico en los niños más pequeños ha sido posible gracias a la colaboración de la gente en esta lista, y al apoyo de la Nuffield Foundation.

3.             Voy a empezar esta charla explicando por qué creo que el conteo es importante. Entonces hablaré sobre los componentes del conteo: perfeccionar la secuencia de las palabras numéricas, utilizar la secuencia de conteo para determinar numerosidad y entender el conteo. Entonces revisaré lo que creemos saber sobre por qué los niños que pueden contar no cuentan para determinar el número relativo, y cómo aprenden a entender el significado del conteo. Para terminar reflexionaré sobre algunas investigaciones recientes que resalta la importancia de un proceso, 'subitizing', que puede ser vital para apoyar al desarrollo de comprensión de conteo, e incluso de una forma mucho mas general para entender la aritmética.

4.             El conteo es importante porque es el método más fiable para determinar la numerosidad exacta de una serie y la relación numérica entre series. Si sabes contar, puedes resolver cualquier problema computacional en la aritmética con números enteros.

5.             En este dibujo hay puntos rojos y puntos azules. Cuando se le pregunta a la gente si cree que hay más puntos rojos o puntos azules, mucha gente cree que hay más puntos azules. Algunas personas creen que hay más puntos rojos. Otras creen que hay un número igual de puntos rojos y azules. El conteo es la forma que mejor resuelve este problema (de hecho hay 16 de cada color).

6.             Cualquier problema de adición, substracción o multiplicación puede resolverse con el conteo, aunque por supuesto no siempre es el método más rápido. El conteo se puede utilizar para resolver problemas de división, como en este dibujo.

7.             Quiero destacar que los tres componentes del conteo son la secuencia de las palabras numéricas, el procedimiento para utilizarla para determinar la numerosidad de series y entender por qué el conteo funciona.

8.             Perfeccionar la secuencia de las palabras numéricas consiste en aprender una secuencia de palabras numéricas básicas, las cuales en inglés y español son las palabras para los números 1 al 19 y cada uno de los números décadas para 20, 30, etc. hasta 90, aprender las palabras multidígitos para 100, 1000, etc., y las reglas compuestas que nos dicen cómo combinar estas palabras básicas y palabras multidígitos para generar números hablados como 45 y 106.

9.             Las páginas web documentan la variedad asombrosa de las palabras numéricas en las distintas lenguas humanas. Diferencias importantes existen entre las lenguas respeto al número de palabras básicas que el niño debe aprender. Hay muchas menos palabras básicas en chino (solamente de 0 al 10). Para contrastar, un niño que aprende Hindi esencialmente debe aprender diferentes palabras de los números para 0 al 100. Otra dimensión de diferencia entre las lenguas es la longitud y número de sílabas de las palabras individuales: todas las palabras francesas de los números 1 a l13 son de una sílaba, pero ninguna palabra italiana es de una sílaba. Algunas palabras de los números se dicen más rápidamente que otras. Las reglas para componer palabras se difieren en lenguas distintas; en el inglés de EEUU la conjunción 'y' no se usa para vincular las partes diferentes del número, así que para 45 se dice 'forty-five' y para 106 se dice 'one hundred six'. En el inglés británico se introduce 'and' para los números mayores de 100, por ejemplo 'one hundred and six', y en el español se usa la conjunción 'y' para los números entre 20 y 100, por ejemplo ‘cuarenta y cinco' para 45.

10.         Es probable que estas diferencias entre las lenguas afecten la facilidad por la cual los niños aprenden la secuencia de las palabras numéricas. Una serie más reducida de los números básicos significa que el niño tiene menos que aprender. Las palabras de los números de una sílaba facilitan la tarea del niño a la hora de decir dónde termina un número y dónde empieza otro (Fuson, Richards, & Briars, 1982). Las palabras más cortas son más fáciles de decir y recordar. Por este motivo y otros los niños chinos pueden recordar secuencias más largas de números que los niños de EEUU (Stigler, Lee, & Stephenson, 1986). Cuanto más reducidas las reglas de componer, más fáciles son para la comprensión de los niños, y las reglas reducidas hacen más transparente el sistema decimal, por ejemplo el equivalente en inglés de 45 en chino, si-shi-wu' is 'four ten five'.

11.         Muchos padres intentan enseñar a sus niños a contar. Existen considerables diferencias entre los niños respeto a lo que saben en los años preescolares. Sin embargo, el campo de los números que un niño puede contar expande considerablemente en los primeros años preescolares. También la flexibilidad de los niños aumenta. Los niños logran ser capaces de contar hacia arriba o hacia abajo desde cualquier número en su campo, y esto tiene implicaciones importantes para la aritmética. Su comprensión de la secuencia de las palabras numéricas llega a ser más fluida: pueden recitar la secuencia de las palabras numéricas más rápidamente y con más precisión. Esto significa que la recitación requiere menos atención consciente, y así se les permite prestar más atención a otros procesos, lo cual es también importante para la aritmética. Otro aspecto del desarrollo es que ganan más discernimiento a las relaciones numéricas encajadas en la secuencia numérica, como la relación sucesora, es decir que 'n + 1' es el número después de 'n' en la secuencia de conteo, y que 'n - 1' es el número anterior (Baroody, 1995), y la composición de los números, como reconocer que 45 se compone de cuatro dieces y un cinco.

12.         Como la secuencia numérica es verbal, es probable que los niños con problemas de desarrollo lingüístico tengan más dificultades para aprenderla. El funcionamiento de la memoria a corto plazo probablemente afecte al aprendizaje de la secuencia numérica también. Como la secuencia numérica verbal es un invento cultural, es necesario que se les presente a los niños y que se les dé apoyo para desarrollar sus conocimientos respeto a ella. Los niños a que les faltan experiencia y apoyo apropiado en casa o en el colegio probablemente desarrollen con más lentitud. Como los niños deben averiguar algunas de las relaciones por si mismos, las diferencias en la inteligencia también pueden ser importantes.

13.         Hemos estudiado recientemente un grupo de niños con indicios de dificultad para perfeccionar la secuencia de las palabras numéricas. Los niños con problemas lingüísticos específicos son los que muestran un procesamiento fonológico imperfecto y entendimiento de lengua perjudicado a pesar de tener una inteligencia no verbal de la media o mejor. La investigación anterior con niños parecidos llevada a cabo por Barbara Fazio había demostrado que tales niños muestran un mal desarrollo del conocimiento de la secuencia de conteo. Sin embargo, como también tienen problemas con el funcionamiento de la memoria a corto plazo, no quedaba claro cuáles son las contribuciones de las dificultades lingüísticas y de memoria. Mucha investigación anterior en los niños con dificultades con los números ha señalado el funcionamiento de memoria a corto plazo como el variable crucial.

14.         Nuestro estudio (Cowan, Donlan, Newton, & Lloyd, 2005) comparó tres grupos de niños, un grupo (SLI) que consistía de 55 niños de entre 7 y 9 años de edad con impedimento lingüístico reconocido a pesar de tener inteligencia no verbal de nivel medio o mejor, 44 de los cuales estaban en colegios normales y 11 de los cuales en colegios especiales, un grupo de control de edad (AC) de 57 niños igual que el grupo SLI en edad cronológica e inteligencia no verbal, seleccionados de los mismos colegios normales como los del grupo SLI en colegios normales o de colegios del mismo distrito que los colegios especiales del primer grupo, y un grupo de control de lengua (LC) de 55 niños, similar al grupo SLI en comprensión oral lingüística y con edades corregidas similares de inteligencia no verbal. Los del grupo LC eran mucho más jóvenes, con edades de entre 4 y 6 años.

15.         Las tareas de secuencias de conteo se hicieron sin objetos. En una prueba, solamente les pedimos que recitaran la secuencia numérica empezando por 1. Les paramos cuando alcanzaron 41. En otra prueba les pedimos que contaran para atrás desde 25. Empezamos contando con ellos 25, 24, 23, y entonces les dejamos seguir solos. También tuvimos tres pruebas de conteo para ver cómo cruzaban fronteras de décadas, centurias y milenios. Como en la prueba de contar atrás, empezamos contando con ellos y entonces les dejamos seguir.

16.         También medimos su funcionamiento de memoria a corto plazo utilizando medidas estándares de cada componente en el modelo Baddeley (Baddeley, 2003), su entendimiento de los contrastes gramaticales utilizando TROG (Bishop, 1983), su razonamiento no verbal utilizando Raven's Coloured Progressive Matrices (Raven, Raven, & Court, 1998). También preguntamos al profesor de cada niño que indicara cuánto del plan de estudios había impartido: nos preocupaba que el trabajo con números impartido en el colegio no fuera suficiente para los niños con SLI debido a la atención extra que se les prestaba para apoyar su desarrollo lingüístico.

17.         En este gráfico las manchas representan el término medio y la variación entre grupos por líneas verticales. Los niños con SLI no fueron diferentes en los colegios normales o especiales, y no se diferían de los niños más pequeños del grupo LC. En contraste, los niños del grupo AC tuvieron mucho más éxito. La variación dentro de cada grupo se aprecia.

18.         Los grupos SLI se parecieron mucho al grupo LC en comprensión de lengua y mostraron un funcionamiento similar de memoria a corto plazo. Por eso intentamos averiguar la importancia relativa de estos elementos. Así que los metimos con instrucción y razonamiento no verbal en una regresión múltiple. Ésta indicó que las diferencias en comprensión de lengua, razonamiento no verbal, instrucción y funcionamiento ejecutivo central independientemente explican la variación en el conocimiento de secuencias de conteo.

19.         Determinar la numerosidad a través del conteo requiere más que la habilidad de recitar la secuencia de conteo. También requiere coordinación al indicar los elementos en la serie contada para que cada elemento se cuente una vez y solamente una vez, y requiere el conocimiento de cómo esto provee la numerosidad de la serie.

20.         Se han sostenido dos afirmaciones sobre la relación entre el entendimiento de los niños de los requerimientos para el conteo y su habilidad de conteo. La primera es que una parte de la comprensión existe antes de que los niños desarrollen mucha habilidad de conteo. Gelman y Gallistel (1978) sostienen que esta comprensión es implícita. En contraste, Briars y Siegler (1984) sostienen que la comprensión se desarrolla desde la observación y experiencia de conteo.

21.         Comprobar si los niños poseen conocimientos implícitos es difícil porque no se puede simplemente pedir a los niños, ni a los adultos, que expliquen por qué el conteo funciona, ni usar sus explicaciones como criterio. Ni es satisfactoria la observación. Un niño que cuenta correctamente y que utiliza el conteo para averiguar numerosidad puede entender lo que hace, pero puede que esté actuando sin entender. Contar incorrectamente puede derivarse de una falta de entendimiento o puede ser el resultado de otras causas. Incluso los adultos cuentan mal a veces, pero no concluimos de esta evidencia que no entiendan lo que hacen.

22.         Los psicólogos de desarrollo han demostrado considerable ingenuidad al inventar métodos para divisar el conocimiento implícito de conteo de los niños. Un método es la detección de errores. Se les pide a los niños que se pongan en el papel de críticos y que comenten sobre cómo cuentan los demás. Si pueden ver los errores de los otros, parece que demuestran el conocimiento de cómo contar bien. Otro método es contar de una manera no convencional, que el niño no conoce. Si aceptan la manera no convencional pero correcta de contar, y rechazan maneras equivocadas de contar, esta prueba apoya la afirmación que su comprensión de conteo no se deriva de su experiencia al ser enseñado a contar. Pedir a los niños que predigan los resultados de recuentos en condiciones diferentes es otro método.

23.         Gelman & Meck (1983) demostraron que la mayoría de los niños de tres años rechazaban correctamente los erróneos conteos de marionetas de numerosidades que fueron más grandes que las que los niños podían contar de manera fiable. Estos conteos erróneos incluyeron pruebas en las cuales la marioneta dijo las palabras de números en orden diferente, en las cuales la marioneta omitió el conteo de un objeto o contó el mismo objeto dos veces y en las cuales la marioneta dijo algo que no fuera la última palabra de número que se alcanzó cuando se les preguntó cuántos objetos había en la serie.

24.         Estudios subsecuentes normalmente han demostrado el mismo éxito de detección de errores. Se ha preguntado qué es lo que muestra la detección de errores. Específicamente, ¿fallar en detectar errores significa una falta de comprensión, o puede derivarse de una falta de atención? ¿Demuestra el éxito la comprensión de conteo o es el resultado del niño determinando la numerosidad de la serie de otra manera? También hay algo extraño en un adulto manipulando una marioneta y actuando como si la marioneta estuviera contando. Puede que algunos niños estén más acostumbrados a este tipo de juego que otros niños. ¿Puede esta falta de familiaridad provocar indecisión?

25.         La detección de errores por si sola no es conclusiva sobre las bases del éxito de los niños. Incluso los niños de tres años pueden contar hasta un punto, así que puede que hayan aprendido sobre lo que se requiere para contar de la enseñaza de conteo que se les ha dado. Tampoco es la detección de desviación de conteos convencionales necesariamente una señal de comprensión. Gelman & Meck (1983) encontraron la detección de errores exitosa combinada con aceptación de conteos inconvencionales. La explicación de esta discrepancia sigue incierta.

26.         El profesor Bermejo lleva mucho tiempo estudiando el entendimiento de conteo de los niños. Distingue entre seis niveles de entendimiento de la relación entre el conteo y numerosidad (Bermejo, 1996). En el primer nivel, los niños no entienden preguntas sobre numerosidad. En el segundo nivel contestan con una secuencia de palabra numérica, pero no se refieren a cada elemento en la serie. En el tercer nivel, contestan contando la serie de nuevo. En el cuarto nivel, repiten la última palabra numérica del conteo, incluso cuando han contado la serie atrás. En el quinto nivel, demuestran percepción de cuando la última palabra numérica dicha no es la numerosidad, pero es solamente en el último nivel que los niños forman respuestas precisas de cardinalidad.

27.         En un estudio reciente, Bermejo, Morales, & deOsuna (2004) llevaron a cabo una intervención con niños en el nivel 4. Observaron que exponer a los niños al conflicto entre últimas palabras numéricas de conteos convencionales e inconvencionales resultó en progreso substancial.

28.         La irrelevancia de orden de conteo se refiere al hecho de que mientras cada elemento es contado, el orden en que son contados, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, o empezando por la mitad, no importa. El estudio de Gelman & Gallistel (1978) sostiene que los niños más pequeños están dispuestos a contar series en diferente orden. Los niños en el estudio de Gelman and Meck (1983) aceptaron conteos en orden inusual, pero los niños de estudio de Briars & Siegler (1984) eran menos tolerantes.

29.         Art Baroody (1984) afirmó que la aceptación de conteos era insuficiente para demostrar entendimiento o irrelevancia de orden. Argumentó que la prueba crucial era si los niños creían que conteos en ordenes diferentes daban la misma numerosidad. Su método para probar irrelevancia de orden fue pedir a los niños que contaran una serie de elementos, y entonces pedirles que predijeran el resultado del conteo de la serie en un orden diferente. Les recordó los resultados de su primer conteo para prevenir las dificultades asociadas con olvidar. A pesar de eso, más de la mitad de los niños de 5 años testados no repitieron el mismo número que habían obtenido del primer conteo. Esto a pesar de su voluntad de contar la serie en un orden diferente.

30.         Gelman, Meck, & Merkin (1986) comentaron que el procedimiento de Baroody puede haber desafiado la confianza de los niños en su primer conteo. En lugar de servir de un recuerdo útil, algunos niños podrían haberlo interpretado como una señal de que algo estaba mal en el primer conteo. Utilizar una forma diferente de preguntárselo condujo a una idea más positiva del entendimiento de la irrelevancia de orden.

31.         En nuestro ejemplo de niños preescolares observamos efectos similares de formas de preguntar. (Cowan, Dowker, Christakis, & Bailey, 1996). También observamos que varios niños que predijeron que iba a haber el mismo número si la serie se contaba en orden diferente igualmente predijeron el mismo número si la serie se contaba de nuevo después de quitar un elemento. Esto fue particularmente común entre los niños que no contaban bien. Tal patrón provoca dudas sobre si es seguro inferir entendimiento de orden. En general, los niños que diferenciaban entre restar y diferentes conteos de orden tenían más probabilidades de contar con precisión, pero hubo algunos niños que tuvieron éxito a pesar de tener habilidades de conteo limitadas.

32.         Estudios subsecuentes han demostrado que la detección de conteos erróneos y aceptación de conteos de orden reverso se acercan a niveles límites en el segundo año del colegio, incluso en los niños en que se han identificado riesgos de dificultades con las matemáticas (Geary, Hoard, & Hamson, 1999; Geary, Hamson, & Hoard, 2000; Geary, Hoard, Byrd-Craven, & DeSoto, 2004). Sin embargo, algunos otros tipos de conteos  no convencionales de orden no son aceptados, como demostrado en un exhaustivo estudio reciente de niños canadienses (LeFevre et al., no publicado). La explicación no es clara. Puede ser que revele algo de su entendimiento de conteo. Otra explicación es que refleja en el ambiente educacional en el cual una forma particular de conteo se destaca. Otra posibilidad es que la dificultad de seguir un orden inconvencional explica suficientemente el juzgar que todos los elementos han sido contados.

33.         Ahora consideraré el conteo de niños para comparar series. Muchos han observado a niños que pueden contar para determinar la numerosidad de una sola serie, pero que no cuentan cuando se les pide que generen series de una numerosidad especifica (Wynn, 1990) o para comparar series. ¿Demuestra esta falta de conteo una falta de entendimiento de conteo?

34.         Existen muchas explicaciones posibles sobre por qué los niños no cuentan para comparar series. Puede que sea por las demandas de procesar información que supone el conteo, porque les falta confianza en el conteo o porque no saben las limitaciones de las otras bases de comparación.

35.         Las demandas de procesar información no se debe ignorar. Incluso el conteo de una sola serie demanda el proceso de información considerable, y más cuando el tamaño de la serie aumenta y cuando la lista de conteo no resulta familiar. Conteo para comparar series requiere el conteo de la primera serie, el almacenamiento del resultado, el conteo de la segunda serie y comparar los resultados con los de la primera serie. Esto es duro sin representación externa.

36.         Cuando se les pide que comparen series, algunos niños cuentan la primera y simplemente siguen contando para contar la segunda serie (Saxe, 1977). Muchos niños de 3 y 4 años no aprecian que esto es menos apropiado para comparar series que contar cada serie por separado (Sophian, 1988).

37.         Quizás la falta de confianza afecte la probabilidad de contar para comparar series. Los niños que están aprendiendo a contar se equivocarán cuando usan el conteo, o cometiendo errores de una sola serie o por seguir contando. Si reciben refuerzo negativo sin instrucciones apropiadas, puede que eviten contar.

38.         Otro factor puede ser la ignorancia de las limitaciones de otras bases para comparar. Las bases perceptivas globales para comparar son rápidas y fáciles, pero solamente imperfectamente correlativa con el número. Es posible que los niños tengan que descubrir esto antes de que adopten el procedimiento más laborioso de conteo. Los procesos de enumeración rápida, como 'subitizing', se desarrollan antes del conteo, pero las observaciones actuales no demuestran que seamos conscientes del proceso de 'subitizing', solo estamos conscientes de sus resultados. Los niños tienen que aprender a diferenciar 'subitizing' preciso, limitado a números pequeños, desde la estimación que sea más apropiada.

39.         Existen muchos trabajos que han examinado el desarrollo numérico de niños utilizando exhibiciones de conflicto (e.g. Brainerd, 1973; Bryant, 1972; Cowan, 1984, 1987a). Éstas son exhibiciones que presentan un conflicto entre la decisión de número relativo sugerido por características globales y la decisión correcta, que puede descubrirse por el conteo o la correspondencia perceptiva. Hay tres tipos principales de exhibiciones de conflictos: Lengths Equal (longitudes iguales), Numbers Unequal (LENU) (números desiguales); Lengths Unequal (longitudes desiguales), Numbers Equal (LUNE) (números iguales);  y Lengths Unequal (longitudes desiguales), Shorter Row More (LUSR) (fila más corta con más)

40.         Aquí tenemos un ejemplo de una exhibición LENU. Los niños frecuentemente sostienen que hay el mismo número de puntos azules y puntos rojos. De hecho, no es así.

41.         Aquí tenemos un ejemplo de una exhibición LUNE. Pocos niños decidirán que hay el mismo número de puntos azules y rojos si no los cuentan o si no ven líneas que conectan cada punto azul con un solo punto rojo.

42.         Aquí tenemos un ejemplo de una exhibición LUSR. Muchos niños decidirán que hay más en la fila más larga.

43.         Incluso con versiones de números más pequeños, con solamente 3 o 4 puntos en cada fila, los niños de 3 años deciden incorrectamente (Michie, 1984). Raramente los niños cuentan espontáneamente para comparar.

44.         Michie (1984) intentó con varias intervenciones a animar a los niños a contar los elementos para averiguar si cada fila tenía el mismo número. Enfatizar la importancia de tener razón no fue eficaz. Proveer feedback sobre si las decisiones eran correctas o no basado en conteos separados aumentó la probabilidad de que los niños contaran en su estudio, y nosotros observamos esto también (Cowan, Foster, & Al-Zubaidi, 1993). También observamos que demostrar a los niños la consistencia de decisiones basadas en el conteo con correspondencia perceptiva funcionó. Correspondencia perceptiva se demostró poniendo cada elemento con otro de otra fila en pares. Cuando las series eran desiguales el elemento sin par se quedó al final de la fila. Sin embargo, aunque los niños preescolares contaron para comparar, todavía no juzgaron consistentemente con su conteo. En esto se difirieron de los otros niños. Ambos grupos fueron seleccionados por no contar espontáneamente. Ambos mostraron un aumento de conteo después de la intervención. Los niños mayores subsecuentemente juzgaron consistentemente con su conteo.

45.         Para investigar cuándo los niños se fían del conteo para juzgar exhibiciones de conflicto, yo (Cowan, 1987b) estudié tres grupos de edades: niños preescolares, de 5 años y de 6 años. En cada grupo niños que contaban con precisión fueron seleccionados. Utilicé versiones con números pequeños y versiones con números grandes. Para comprobar si la confianza del conteo era relevante, el conteo se hizo o bien por mí o por los niños. (Les dije que yo contaba muy bien). No importaba. Pocos de los niños preescolares elegían correctamente en todas las exhibiciones. En contraste, casi todos los niños de 5 años juzgaron bien cada exhibición de números pequeños, y los niños de 6 años juzgaron bien cada exhibición de números grandes también. En general, las exhibiciones LUNE se juzgaron mejor que las LUSR.

46.         La explicación para las diferencias entre las exhibiciones de números pequeños y grandes puede explicarse con otros métodos para comparar aparte del conteo. Estos incluyen 'subitizing' y vinculación perceptiva. Mientras estos métodos pueden ayudar a los niños a juzgar las exhibiciones de números pequeños, no sirven para las exhibiciones de números grandes. La diferencia entre las exhibiciones LUNE y LUSR probablemente se debe al conocimiento inseguro de magnitud relativa. Cuando conteos de las dos series dan el mismo número, ningún conocimiento de magnitud se requiere para juzgar correctamente. En contraste, cuando los conteos dan números diferentes, el niño necesita conocimiento de la lista de conteo para determinar la serie más numerosa, especialmente cuando la exhibición sugiere la decisión contraria.

47.         'Subitizing' en los adultos es un proceso rápido y preciso de enumerar numerosidades pequeñas (hasta 7). No es solamente conteo demasiado aprendido. Starkey & Cooper (1995) demostraron en los niños pequeños que su campo es más limitado que en los adultos, pero aparece antes del conteo verbal. También compararon diferentes configuraciones, filas o patrones de dos dimensiones, y descubrieron que los niños pudieron usar 'subitizing' para calcularlos. Así que no es solamente reconocimiento de patrón. Ellos contemplan que posiblemente sea la base de la discriminación de los bebés entre numerosidades pequeñas.

48.         Algunos creen que 'subitizing' es la base para planear las palabras numéricas y de conteo, en las representaciones de numerosidad, y que el ´subitizing' es la base del aprendizaje que afecta la numerosidad (Klahr & Wallace, 1973). Si es así, la gente con 'subitizing' defectivo tiene riesgo de tener dificultades con los números.

49.         Charles, licenciado en psicología, siempre tenía problemas con las matemáticas. Butterworth (1999) dice que le falta la habilidad para 'subitize'. Incluso tenía que contar rayos de dos puntos. Butterworth atribuye las dificultades de Charles a un módulo numérico defectuoso en el cerebro.

50.         Otra función de este módulo es comparar magnitud. La mayoría de los adultos saben la magnitud relativa de los números entre 1 y 9. La velocidad con que pueden juzgar la magnitud relativa se relaciona con la distancia numérica. Juzgan más rápidamente que 9 es más que 5, que 6 es más que 5. La idea es que en el desarrollo, los símbolos para los números llegan a estar conectados con una representación de número, una especie de línea mental numérica. Charles es mucho más lento y demuestra el patrón contrario, también atribuido a la anormalidad neuronal.

51.         El Dyscalculia Screener de Butterworth (2003) mide las dos medidas, enumeración de números pequeños y comparación de magnitud, que él cree que son subordinadas por el módulo numérico. Él sostiene que todos los niños con dificultades numéricas tengan módulos numéricos defectivos. Pero los niños con dificultades numéricas, y así ´subitizing', están desaventajados y deberían tener dificultades para entender el conteo. Todavía no hay ningún método para probar esta idea interesante en los niños más pequeños.

52.         En conclusión, el conteo verbal es una herramienta cultural poderosa que incorpora muchas ideas importantes sobre los números. Los niños pueden tardar mucho tiempo para descubrirlas. Las intervenciones breves exitosas apuntan a que esto no es inevitable. Tal vez los procesos no verbales de numerosidad contribuyan a aprender sobre el conteo y el número pero cómo se hace todavía se disputa (Carey, 2004; Gallistel & Gelman, 2005; Rips, Asmuth, & Bloomfield, no editado). Todavía hay mucho que aprender sobre el conteo de los niños.

Referencias

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