

La piscina te permite hacer ejercicios corporales
coordinados que te mantienen en forma. Convierte la natación o la actividad
en el agua en una oportunidad más para relacionarte e interactuar con
el bebé.
Sitúate
en una zona de la piscina donde puedas apoyar los pies.
- Camina
por la piscina arrastrando el agua con los pies.
- Camina
por el agua levantando los pies y las piernas.
- Realiza
algunas flexiones laterales dentro del agua, levantando las manos.
- Apóyate
en el borde la piscina, boca arriba, flexiona y extiende las piernas, abre
y cierra las piernas, chapotea con los pies, etc.
- Apoyada
en el borde de la piscina, boca abajo, aléjate y acércate al
borde, moviliza las piernas (flexiona y extiende, abre y cierra, chapotea,
haz movimientos de pedaleo, etc.).
