Aunque persistan las molestias propias de este período, como las micciones frecuentes, la fatiga, las náuseas o la sensibilidad de los pechos, posiblemente se van atenuando y al final de este mes seguramente hayan desaparecido.. Tu cuerpo esta cambiando rápidamente para acoger al bebé de forma óptima. Mientras, él flota tranquilamente en un medio acuático, oscuro, cálido y pacífico, emocionalmente tú te sientes mejor. La confusión de sentimientos iniciales se va disipando y la idea de ser madre se va consolidando en ti.