Las noches del Coco


Autoestima, valentía, sensibilidad,   confianza en sí mismo, amabilidad, bondad, generosidad, compasión, gratitud, solidaridad, confianza mutua, cooperación y ayuda mutua, amistad, colectivismo.

Érase que se era un lugar muy, muy lejano donde existe la creencia de que los peques que no se acuestan pronto para irse a la cama viene y se los come el Coco y la creencia estaba tan extendida que los animalitos más pequeños del bosque como: el Conejito, el Buhito, el Lobito y el Topito se lo creían. Pero el que más miedo tenia de todos era el topito porque para él siempre estaba todo a oscuras, da igual que fuera de día o de noche. ¡Por que como sabréis los topos no ven! ¡Son ciegos!

Entonces en una de esas noches estaban los cuatro animalitos durmiendo en lo que parecía ser una noche tranquila de verano, pero de repente… Topito se despertó asustado pensando que había alguien que les estaba vigilando y el Lobito le dijo: ¡Topito no te preocupes si viene alguien asustarte, yo estaré a tu lado y te defenderé siempre que haga falta!

El día siguiente todo transcurrió con normalidad hasta que volvió a llegar la noche, topito se volvió a
sobresaltar porque hacía mucho frío y el viento sonaba muy fuerte ¡Sssshhhh!, ¡Sssssshhhh!…  y lo peor era que iba a venir el Coco porque era muy, muy tarde y seguía despierto. Entonces conejito le dijo: ¡Pero Topito no te preocupes, yo estoy aquí contigo y si tienes frío acércate a mí, que mi pelo es suave y da calor! Y eso mismo hizo Topito y… ¡esa noche pudo dormir tranquilo!

Pero un día sin saber no sé sabe muy bien por qué y después de pasar un día agradable los cuatro juntos, Topito se asustó por la noche por que había tenido una pesadilla con el Coco y al despertarse no se acordaba de que los topos no ven y se asustó más todavía. Entonces el Buhito que estaba despierto porque él duerme de día le dijo: ¡Topito yo seré tus ojos! ¡Todo lo que pase por la noche yo te lo contaré!

Pasados unos días Topito dormía ya más tranquilo porque sabía que si tenía miedo por la llegada del Coco y del frío sus amigos iban cuidar muy bien de él. Así que Topito estaba especialmente contento porque jamás hubiera imaginado que tendría tantos y tan buenos amigos.

Una de las noches de invierno en la que hacía mucho frío, el viento corría muy deprisa y en la que había algún animal acechándoles llego el Coco para darle un susto a Topito. Pero topito fue valiente y fuerte y le dijo al Coco: ¡Ya no me vas a asustar más! ¡Mis amigos siempre van a estar a mi lado, por si les necesito! ¡Aquí ya no tienes nada que hacer!

Así que el Coco se fue por donde vino y si tan siquiera asustar un poco, aunque solo fuese un poco a Topito.

Una vez que se fue el Coco, las estrellas que brillaban en el cielo en aquella oscura noche les dijeron a los cuatro amiguitos que siempre que lo necesitaran ellas brillarían con una especial intensidad para que siempre supieran que desde el cielo había alguien que se preocupaba por los cuatro y como topito no puede ver, los demás animalitos le describían como era aquella luz deslumbrante.

Y por último las estrellas les contaron un gran y especial secreto a los cuatro amiguitos para que se lo dijeran a los seres humanos de la tierra y fue éste: ¡Decirle a los niños humanos que para que no pasen miedo por las noches a la hora de dormir bastará con que papá o mamá les den un beso de buenas noches y así se les quitará el miedo a la hora de dormir! ¡Y que si aún así tienen miedo pueden mirarnos por la ventana que las estrellas estaremos ahí alumbrando las noches más oscuras!

 

 
Autor: Marisol de Maria Alba
País: España
E-Mail: solete-86-@hotmail.com