La experiencia que presentamos consiste en la creación de un taller sensorial que engloba seis actividades significativas, en las que predomina la estimulación de los sentidos del niño/a favoreciendo a su desarrollo emocional y su creatividad. Dichas actividades reúnen una serie de requisitos que garantizan la diversión, la curiosidad y el aprendizaje del niño/a y logran crear una atmósfera cálida y de confianza dentro del espacio del centro para que nuestros pequeños se sientan cómodos, motivados junto a sus compañeros y llenos de curiosidad para experimentar libremente, poniendo en juego todos sus sentidos.

En general, desarrollamos una experiencia en la que priman los sentidos, la psicomotricidad y las emociones. Y, para llevarla a cabo y conseguir nuestros objetivos, nuestras actividades sensoriales cuentan con una variedad de recursos atractivos y diferentes, fuera de lo convencional, que estimulan al niño/a a explorarlos y les confiere un aprendizaje significativo. Por tanto, estaremos logrando el desarrollo integral del niño, desde las cuatro dimensiones principales: afectiva, motora, cognitiva y social.

CATEGORÍA: Emociones, Espacios y materiales de estimulación.

 

- Estimular y desarrollar los sentidos: gusto, vista, tacto, oído y olfato.
- Fomentar la percepción y la atención a través de los sentidos.
- Estimular la imaginación y la creatividad artística.
- Promover el interés y las emociones positivas.
- Desarrollar conceptos cognitivos básicos de vocabulario.
- Desarrollar la psicomotricidad fina y gruesa.

Este proyecto está destinado a niños/as de 1 a 3 años. En este caso, el grupo de alumnos/as está constituido por 20 niños/as.

La propuesta que presentamos consiste en la creación de una experiencia sensorial que engloba diferentes actividades significativas que permiten el desarrollo motriz, cognitivo, social y, sobre todo, afectivo de los niños/as de 1 a 3 años, favoreciendo a su vez el desarrollo emocional y la creatividad.
La experiencia sensorial está compuesta por seis actividades con una duración que oscila entre 30-35 minutos cada una. A continuación, presentamos las actividades:

• Actividad 1. “Disfruta la fruta”:


Material necesario: 2 kiwis, 2 plátanos, 2 naranjas y 2 manzanas, 1 Caja mágica , 4 recipientes.
1) En primer lugar, presentamos las frutas ante ellos de forma individual y secuenciada, dejando que las exploren, las palpen y las huelan, aprovechando para describirlas (grande, pequeña, mediana, redonda, semi-redonda,…). Las frutas que presentamos son: plátano, naranja, manzana y kiwi.
2) Tras ello, introducimos las frutas dentro de una caja opaca para que ellos adivinen qué fruta están tocando sin poder verla y, posteriormente, la muestren para comprobar que han acertado. Luego, haremos una variación de juego que consiste en que los demás decidan qué fruta debe extraer el niño/niña de la caja solo por el tacto. Si comete errores, no se tienen en cuenta y se le anima a volver a intentarlo.
3) Más tarde, presentaremos cada fruta troceada dentro de botes opacos para que ellos procedan a reconocerlas después de haberlas explorado previamente mediante el olfato.
4) Y, por último, con la ayuda de la educadora, utilizaremos los botes de fruta troceada para que ellos, con los ojos cerrados, procedan a coger una pieza de fruta y degustarla, nombrando así qué fruta creen que es.

• Actividad 2. “ChocoArte”:
Material necesario: 1 bote de cacao, agua, 2 recipientes.
En esta actividad, pretendemos trabajar la imaginación de los alumnos/as a través de una actividad sensorial en la que pondrán en juego su creatividad y curiosidad, empleando un recurso exquisito e inusual en sus rutinas: el chocolate.
1) Trabajando la vista: primero, se les presentará el bote de cacao que ellos puedan observar y descubrir de qué se trata.
2) Trabajando el olfato: Tras lo anterior, procedemos a abrir el bote para que ellos puedan oler el cacao y compartir con los demás si es un olor agradable o desagradable.
3) Trabajando el tacto: Colocaremos el cacao en un recipiente para que ellos puedan tocar y experimentar con su textura.
4) Trabajando el gusto: Después de haber olido el cacao, les animamos a probarlo para que puedan saborear su sabor, haciendo especial hincapié en el concepto “dulce”.
5) Trabajando la vista y el tacto para fomentar la creatividad. Esta es la última parte de la actividad pero también la más divertida, pues consiste en untarse las manos y de cacao para pintar sobre el cuerpo de los compañeros y explorarlo, poniendo en juego la creatividad.
En definitiva, es una actividad muy curiosa en la que los niños disfrutan mucho compartiendo con los demás compañeros y explorando las partes del cuerpo a través de este recurso especial que llama toda su atención, por lo que la motivación hacia la actividad está asegurada. Y, sobre todo, resulta una experiencia diferente y poco convencional, en la que descubren que lo más importante para divertirse es: mancharse hasta los huesos.

• Actividad 3. “Amasando cultura”:
Material necesario: 1 kg de gofio, 1 litro de agua, 1 bote de miel, 1 bol, 1 bandeja y varios moldes plásticos.
Para darle un reconocimiento especial a nuestra cultura gastronómica, vamos a emplear el gofio como recurso principal de la actividad.
1) Conocemos los alimentos que vamos a utilizar. Observan y exploran la textura del gofio y la miel.
2) Degustamos los alimentos para reconocer el sabor del gofio y la dulce miel.
3) Preparamos la masa. Introducimos el gofio y el agua en el recipiente, a la vez que vamos removiendo y experimentando su masa, descubriendo cómo cambia cambiando su textura. Luego, añadimos la miel para lograr una masa moldeable.
4) Moldeamos el gofio. Cada niño/a partirá un poco de masa y experimentará con ella recurriendo también a los moldes de figuras para darle una forma especial a la masa, descubriendo el comportamiento de la masa entre sus dedos.
5) Por último, degustamos nuestras exquisiteces. Colocan sus galletas de gofio preparadas en un recipiente común para compartir sus sabrosas creaciones gastronómicas con los demás.

Actividad 4. “A Pies Descalzos”:
Materiales necesarios: espaguetis cocidos, picón, pasta de hélices, algodón, almohadillas, fieltro, estaquillas, paja, agua con hielo de color y barro.
En esta actividad, hemos preparado un circuito con diferentes materiales para que los niños y niñas puedan experimentar, a pies descalzos, la sensación de caminar sobre diferentes texturas.


• Actividad 5. “¿Quién es quién?”:
Materiales necesarios: 1 tela de color claro, 1 soporte, 1 linterna.
Esta actividad consiste en adivinar quién es el compañero que se esconde tras la tela. Para poder averiguarlo, los niños/as tendrán que observar la silueta de su compañero y hacerle preguntas para escuchar su voz y así averiguar más rápido quién se oculta detrás. También, se alternarán situaciones en las que habrá más de un niño/a tras el soporte, por lo que aumenta la dificultad pero, también, la diversión.


• Actividad 6. “Relájame”:
Materiales necesarios: 6 Plumas (1 por cada pareja), reproductor de música y audios de sonidos de la naturaleza relajantes.
Mientras escuchan los sonidos de la naturaleza, los niños/as descubrirán cómo relajar al compañero mediante el empleo de una pluma y aprenderán a reconocer y asociar los sonidos de la naturaleza a los momentos de calma y relajación para el cuerpo. Así, podrán entender la necesidad de silencio para estas situaciones y trabajar la percepción y discriminación auditiva.


Desde nuestro proyecto, optamos por una metodología basada en la libre exploración del niño/a dentro de las actividades que vamos dirigiendo. Al comienzo de cada actividad, la figura del educador es de modelador pues va guiando la actividad participando como ejemplo para asegurar que se cumplan los objetivos de la misma y, mientras, va permitiendo al alumno que experimente con cada material. Pero, posteriormente, durante el transcurso de la misma, la figura del educador va convirtiéndose en un mero espectador del propio aprendizaje de los niños/as.

Nuestro propósito principal en este proyecto, no solo consiste en cumplir y alcanzar nuestros objetivos educativos, sino en comprobar y asegurar que los niños/as disfruten realmente de las actividades y sientan un gran interés por participar junto a sus compañeros, pues el desarrollo social es uno de los componentes más importantes para alcanzar un desarrollo integral y general satisfactorio.

• Humanos: El personal docente del centro.
• Materiales: Alimentos, recipientes, plumas, material de texturas (arcilla, agua, tierra, piedras...)
• Técnicos: equipo de música e hilo musical.
• Económicos: El presupuesto ha sido cubierto por la empresa.


Nuestro proyecto sensorial ha sido para el centro un gran aporte de vitalidad, diversión, estimulación y, sobre todo, aprendizaje.
Los resultados que hemos obtenido tanto a lo largo de la práctica como al final han sido satisfactorios y valoramos el proyecto de forma positiva al observar cómo nuestros niños y niñas han podido disfrutar de cada una de las actividades sintiéndose verdaderos protagonistas, activos en el proceso y explorando el material con total libertad.

Asimismo, el proyecto nos ha servido como base para continuar creciendo y perfeccionando nuestra enseñanza como profesionales y como centro de educación, pues vamos encaminando nuestras prácticas de aula hacia el aprendizaje sensorial, en las que los niños/as exploren, descubran y aprendan, siendo ellos quienes construyan sus propios conocimientos a través de la experiencia y la manipulación y, sobre todo, poniendo en juego su desarrollo cognitivo, motor, afectivo y social.

Por tanto, como equipo hemos apostado por un proyecto enriquecedor, no solo por la enseñanza en el aula como aclarábamos anteriormente, sino por la estimulación y la motivación que genera en nuestros niños/as las actividades que les proponemos desde el centro. Dichas actividades permiten envolver al niño/a en una experiencia mágica, en la cual experimenta con una serie de materiales, variados y diferentes a los convencionales del aula, que se presentan de una forma atractiva y con total libertad de uso. Por ello, el proyecto genera una atmósfera de confianza y autonomía que permite al niño/a explorar y aprender de forma significativa.

En definitiva, el proyecto ha sido para nuestro centro una experiencia muy enriquecedora y gratificante, en la que hemos trabajado con mucha ilusión para lograr lo que siempre buscamos: el asombro por descubrir, la curiosidad, la motivación y, ante todo, la sonrisa de nuestros pequeños.

“La inteligencia, sea emocional o de cualquier tipo, o es social o no es inteligente” (Eduardo Punset)

ISABEL ALONSO MÉNDEZ
MARINA BETHENCOURT MÉNDEZ