Educando antes de nacer

Marisol Justo de la Rosa

 

 

PREMISAS BASICAS

La finalidad básica de la educación es conseguir el desarrollo integral del niño o la niña en los aspectos biológico, cognitivo, psicomotriz, socio-afectivo y espiritual, a través de experiencias de socialización pedagógica y recreativa.

La educación prenatal y neonatal, así como la recibida en los primeros años de vida, es prioritaria para posibilitar un progreso adecuado, optimizando los potenciales de aprendizaje, de autonomía personal y social, en definitiva, en la construcción del hombre y la mujer.

¿SE PUEDE EDUCAR ANTES DEL NACIMIENTO?

La educación prenatal consiste en la aplicación programada de una serie de técnicas que promueven el aprendizaje del bebé aún en el útero.

Los resultados de numerosas investigaciones llevan a afirmar que la estimulación antes del nacimiento conduce al desarrollo del potencial físico e intelectual del bebé, pero aún es más importante la constatación de sus efectos para optimizar su potencial emocional.

La experiencia de varios años desarrollando programas de educación prenatal me permite argumentar las siguientes afirmaciones:

Ø Es posible estimular el desarrollo sensorial, físico y mental del bebé antes del nacimiento y establecer un vínculo afectivo con él porque es un ser humano consciente que siente, recuerda y reacciona a los estímulos que recibe.

Ø Los futuros padres pueden aprovechar los conocimientos de las investigaciones prenatales para iniciar una comunicación afectivo-psicológica que haga sentir al niño o la niña no nacido el amor y la aceptación incondicional, llevando a un nivel óptimo sus potencialidades físicas, emocionales e intelectuales.

Ø Se puede intervenir de forma positiva en la formación y desarrollo del cerebro y favorecer la maduración del sistema nervioso.

Ø Aprovechando la maravillosa plasticidad del cerebro en los primeros años puede posibilitarse el progreso adecuado del potencial en la infancia.

Ø Los bebés estimulados antes de nacer:

Ø Los padres y madres que siguen un programa de educación prenatal:

El programa de educación y estimulación del bebé antes del nacimiento es una guía sencilla y práctica para convertir el embarazo en una vivencia de amor y comunicación entre el padre y la madre, y entre ambos y el bebé que va a nacer.

El monitor de educación prenatal ofrece una serie de técnicas que ayudan a los padres y a las madres a resolver los conflictos emocionales propios, además facilita estrategias para que puedan comunicar al bebé su aceptación y amor, estimulándole de manera armoniosa, científica y afectiva.

A través de actividades sencillas en la vida cotidiana, el padre y la madre, adquieren la confianza y la tranquilidad suficientes para reducir la producción de hormonas de estrés (adrenalina, noradrenalina, etc.) que circulan en el caudal sanguíneo materno y atraviesan la placenta afectando al bebé. Las actividades también estimulan la producción de otras sustancias, como las endorfinas, que llegan al bebé transmitiéndole sensaciones placenteras.

LOS COMIENZOS DE LA EDUCACIÓN PRENATAL

En la década de los años 50, la Escuela Americana y la Escuela Soviética comenzaron a desarrollar prácticas con las futuras madres preparándolas para mejorar las condiciones del parto y atenuar el dolor que éste conlleva.

El denominado “parto sin dolor” creó en muchas mujeres la falsa esperanza de creer que el dolor se podía evitar totalmente. La desilusión de estas madres llevó a los especialistas a profundizar en el tema y, sin desaparecer la preparación al parto, iniciaron la denominada “educación maternal”, añadiendo a los principios básicos de la preparación, información sobre todos los temas relacionados con la gestación.

De esta forma, durante décadas, se ha preparado a la madre y al padre con información y ejercicios oportunos para que dispongan de conocimientos sobre el nacimiento del niño o la niña y atenuar, en parte, el dolor del parto.

En los últimos 60 años se han desarrollado también multitud de estudios e investigaciones que nos han llevado a constatar que el niño o la niña intrauterino representa una parte activa dentro del proceso, porque posee capacidades de desarrollo y maduración durante los nueve meses de embarazo.

Hoy sabemos que el bebé vive protegido y cómodo en el útero. Las células se multiplican con rapidez formando las distintas partes de su cuerpo. Los órganos aprovechan cualquier fuente de estimulación ensayando las funciones que precisará realizar en el momento de nacer. En ese momento, el del nacimiento, el niño o la niña dispone de la experiencia de un pasado de nueve meses que, en parte, forma su futura persona y le ayuda para adaptarse a la vida.

Esta nueva perspectiva confirma que, ante la llegada de un nuevo ser, la madre y el padre pueden seguir dos procesos que les ayudarán a adquirir conocimientos sobre su hijo o hija, establecer un sistema de comunicación con él y seguir un programa que le provea de la estimulación necesaria, garantizando un buen nivel de adaptación al ambiente fuera del útero y el desarrollo óptimo de las capacidades que le depara la herencia genética:

- PREPARACION AL PARTO Y EDUCACION MATERNAL: dirigida a los adultos, para adquirir formación e información que facilita el momento del nacimiento.

- EDUCACION PRENATAL: dirigida al niño o niña intrauterino en el sentido de poder estimularlo mediante programas basados en el conocimiento científico. Enriquece la naturaleza del hecho de ser padres, les ayuda a iniciar una comunicación afectivo-psicológica que hace sentir al niño o niña intrauterino el amor y la aceptación incondicional de sus padres, llevando a un nivel óptimo sus potencialidades físicas, emocionales e intelectuales.

LA VIDA NO EMPIEZA CON EL NACIMIENTO, SOLO CAMBIA.

El doctor Lester Sontag dirigió una serie de investigaciones hace más de seis décadas demostrando, a través de los resultados, que las actitudes y los sentimientos maternales dejan una marca permanente en la personalidad del niño o niña no nacido.Las investigaciones y experiencias, contrastadas gracias a los avances en los medios que facilita la tecnología biomédica, confirman las hipótesis formuladas en los años treinta. En la actualidad disponemos de pruebas fisiológicas indiscutibles de que el bebé intrauterino es intelectual, emocional y físicamente más desarrollado de lo que pensábamos.

La tecnología pone a nuestra disposición aparatos electrónicos que registran los cambios en el ritmo cardiaco del neonato cuando responde a la voz de su madre o de su padre; pueden medirse las ondas cerebrales constatando los efectos de la estimulación que recibe; es fácil comprobar el efecto que tiene sobre el niño o niña que la madre realice ejercicios físicos violentos; puede obtenerse sangre del feto y conocer como le afectan componentes de la sangre de la madre como las hormonas, el alcohol, la nicotina, etc.; observamos la imagen del niño o niña intrauterino a través de ecógrafos comprobando los movimientos de respuesta a los procesos estimulantes, etc. Estos son sólo algunos de los medios que la ciencia utiliza para conocer cada vez mejor la experiencia de la vida en el útero.

Los estudios y los medios al alcance de los investigadores nos permiten asegurar que cuanta mayor estimulación reciba el niño o la niña en su etapa prenatal, mayor será el nivel de adaptación al nuevo ambiente desde el momento del nacimiento, y las posibilidades de que pueda desarrollar ampliamente su potencial se ven incrementadas.

La vida dentro del útero

El mundo dentro del útero es ruidoso, estimulante y muy complejo, proporcionando al bebé la estimulación que ayuda a desarrollar su sistema nervioso.

- En la primera semana el huevo, producto de la fecundación, viaja hacia el útero y se implanta en él, mientras esta célula sufre varias multiplicaciones.

- En la segunda semana el huevo se implanta en la mucosa del útero formando el “disco embrionario”. Las células siguen multiplicándose y diferenciándose, su diámetro es de un milímetro aproximadamente.

- En la tercera semana se distinguen las tres hojas del disco embrionario que darán lugar a tejidos especializados que, a su vez, formarán las células que dan origen a todos los órganos. Ya aparece el esbozo de vasos sanguíneos y de células sexuales, también comienza a formarse la placenta.

- En la cuarta semana se detectan los primeros latidos cardíacos. El embrión tiene forma de judía, se observan unas yemas que darán lugar a los miembros, y los diferentes órganos comienzan a desarrollarse. Su tamaño aproximado es de 5 milímetros y se une por la parte externa gracias al cordón umbilical que se está formando.

- En la quinta semana de embarazo (1 mes y 1 semana), el niño o niña desarrolla actos reflejos. En su ambiente libre de gravedad comienza a rotar y doblar el cuerpo. Hay una formación incipiente de los dientes, el corazón ha crecido con rapidez, comenzando el esbozo de las cuatro cavidades cardíacas. Se desarrolla el estómago, el intestino, el aparato urinario y el páncreas.

- En la octava semana (2 meses), mueve la cabeza, los brazos y el tronco. Expresa lo que le agrada y desagrada con movimientos corporales primitivos: dando patadas, sacudiéndose, alejándose de la zona donde se presiona el vientre, etc. Se individualizan los dedos de la mano y el pie, también los diversos segmentos de los miembros. Comienza la formación de glándulas sexuales, se constituyen los músculos, los nervios y la médula ósea. Pueden verse con mayor nitidez los elementos de la cara. La medida aproximada es de 4 centímetros y su peso de 2 a 3 gramos. Al finalizar el segundo mes acaba el período embrionario, y el futuro bebé toma el nombre de feto.

- A las 11 semanas (2 meses y 3 semanas), se detectan conexiones neuronales. También se observa que comienza a mover las paredes del pecho, como si estuviese respirando. No hay intercambio de gases, pero estos movimientos son necesarios para el desarrollo del  pulmón y del diafragma. El niño intrauterino empieza a succionar el dedo, actividad que repite hasta el momento de nacer y que le ayuda a desarrollar los músculos que serán necesarios para alimentarse fuera del útero. El hígado se ha desarrollado mucho, aparecen los riñones y el bebé ya vierte orina en el líquido amniótico.

- En la semana 12 (3 meses), el niño o niña traga líquido amniótico regularmente en cantidades pequeñas. Una parte va a sus pulmones y el resto al tubo digestivo. Con esta actividad practica el acto de tragar y, cuando nazca, podrá coordinar la succión y la deglución. El sabor amargo del fluido amniótico estimula la sensibilidad de las papilas gustativas que estarán formadas en la semana 20. Aparecen los primeros huesos y se diferencian los órganos sexuales, aunque aún no sean visibles en la ecografía. En la semana 13 ya se puede medir la cabeza por medio de ultrasonidos. El peso aproximado es de 65 gramos y mide unos 12 centímetros.

- A partir de la semana 16 (4 meses), se ha demostrado que el bebé es sensible a la luz. Si se coloca una luz muy intensa junto al abdomen de la madre, gira hacia un lugar del útero intentando protegerse de la luz. Aunque sea sensible a la luz, la visión del niño o niña intrauterino se desarrolla con más lentitud que otros sentidos porque, aunque el útero no está totalmente oscuro, no dispone de muchas imágenes estimulantes. En este período del embarazo, el bebé también es capaz de fruncir el ceño y hacer muecas. De forma experimental, los investigadores han acariciado los párpados y el niño o niña ha bizqueado, del mismo modo al tocar sus labios ha comenzado a succionar, demostrándose que en este momento ya dispone de algunos reflejos básicos. Los bulbos y el nervio olfatorio están totalmente formados en la semana 17, aunque aún no se ha demostrado que el área del cerebro que responde al olfato esté activa a partir de este momento. Ahora su peso es de 250 gramos y mide unos 20 centímetros.

- En la semana 20 ó 24 (5 ó 6 meses), el niño o niña es tan sensible al tacto como 12 meses después de nacer. Los nervios encargados de este sentido se forman en este período y el cerebro fetal responde al tacto en la semana 25 ó 26. Sabemos que le desagrada el agua fría y patalea enérgicamente si se inyecta este líquido en el vientre de la madre. También al rozarle el pericráneo, el bebé mueve la cabeza con rapidez. Durante la primera mitad de embarazo, por su tamaño, el niño o niña flota libremente en el líquido amniótico. Este movimiento produce estimulación, entre otros, para el sentido del tacto. La madre primeriza siente como se mueve. La multiplicación de células nerviosas está terminando, a partir de ahora el cerebro crecerá aproximadamente 90 gramos cada mes. En el extremo de los dedos ya hay huellas digitales y uñas, ahora mide 30 centímetros y pesa 650 gramos.

- A partir de la semana 24 (6 meses), podemos asegurar que el bebé intrauterino oye bastante bien. Aunque el nervio encargado del oído fetal no termina de formarse hasta la semana 28, hay indicios de respuesta del cerebro del niño o niña en este período. El abdomen y el útero de una mujer embarazada son lugares muy ruidosos; el fluido amniótico, como el agua, conduce el sonido de manera que el niño o niña escucha ruidos digestivos como el tragar, pulsaciones de la circulación sanguínea, etc. Uno de los sonidos que domina su mundo es el latido rítmico del corazón, lo escucha aproximadamente entre 72 y 84 decibelios (una conversación normal se mantiene a 65 decibelios más o menos). El bebé percibe, pero no distingue, los sonidos. Sin embargo la voz de su madre la distingue de todo lo demás, a pesar de la amortiguación producida por los órganos y tejidos le llega a 84 decibelios y responde a ella. También responde a otras voces con las que se familiariza como la del padre o los hermanos o hermanas y otros sonidos ocasionales aunque le lleguen más amortiguados. El bebé realiza de 20 a 60 movimientos cada media hora, tiene fases de sueño y vigilia y, en ocasiones tiene hipo. Como he comentado con anterioridad, a partir del tercer mes el feto traga pequeñas cantidades de líquido amniótico, en estudios se ha comprobado que a los 6 meses, añadiendo sacarina la tasa de ingestión normal se duplica. En cambio, si se añade un aceite de mal sabor (Lipidol), la tasa disminuye bruscamente y el bebé hace mueca de disgusto.

A partir de esta edad, además de otras habilidades, realizan movimientos faciales que semejan al llanto. Esta actividad ayuda al desarrollo del pulmón y a fortalecer los músculos faciales. Desconozco si el sonido acompaña al gesto, pero en el caso de que así fuera, las cuerdas vocales y la audición se beneficiarían.

Sobre todo en el último tercio de embarazo, las paredes del útero y del abdomen se estiran permitiendo que los sonidos y la luz del exterior se filtren con más facilidad. El nervio óptico está formado en la 8ª semana y sabemos que el cerebro responde a la luz en la semana 27 ó 28, momento en que se observa como el bebé lleva la mano a la boca con buena coordinación, abre los ojos y puede ver su mano y todo el ambiente del útero.

Los movimientos cotidianos de la madre: sentarse, caminar, inclinarse, acostarse, etc., hacen que el saco amniótico se meza, incluso las respiraciones de la madre producen ondas suaves en el líquido. Cuando la mujer embarazada acaricia su abdomen o hace ejercicio, especialmente con música y ritmo, su actividad produce estimulación de sonido y movimiento. El crecimiento del bebé le hace entrar en contacto constante con la pared del útero, estimulando su sentido del tacto.

- En el séptimo mes los movimientos similares a la respiración son más ordenados. El estómago y el intestino funcionan muy bien y los riñones están casi preparados para la vida fuera del útero. Ahora puede llegar a pesar aproximadamente un kilo y medio y medir 42 centímetros y, debido a su tamaño, se mueve mucho menos.

- A lo largo del octavo mes, el bebé va adquiriendo la posición definitiva para el parto, en la mayoría de los casos, la cabeza hacia abajo y las nalgas arriba. Los huesos se alargan y ensanchan. Una capa protectora llamada vérnix caseosa cubre su piel y desaparecerá parcialmente antes del nacimiento. Los órganos se perfeccionan, el peso es de  dos kilos y medio y el tamaño de 47 centímetros.

- En el noveno mes el niño o niña dedica las energías a fortalecerse, crecer y ganar peso. Apenas puede moverse, pesa alrededor de 3 kilos y mide unos 50 centímetros. Su cráneo no está del todo osificado y las dos fontanelas no se cerrarán hasta algunos meses después de nacer. Su vida in útero ya no es tan cómoda y toma la decisión de nacer.

La experiencia del nacimiento

En contra de lo que siempre se ha pensado, el bebé dista de ser un participante pasivo en el proceso del nacimiento. Es él quien determina muchos de los factores que desembocarán en el parto. De hecho, las últimas semanas en el útero las pasa elaborando respuestas a los desafíos y los peligros que pueden afectar al desarrollo y crecimiento de su cuerpo y su cerebro.

En fechas cercanas al parto, el útero va creciendo para acoger al niño o niña hasta su punto máximo. Al dejar de crecer, los músculos de las paredes del útero se distienden aumentando la irritabilidad y la capacidad de contracción.

Por una parte, el tamaño del niño o niña estimula al útero para que se contraiga y por otra, el bebé desciende a la pelvis y su cabeza presiona el cuello del  útero, activando terminaciones nerviosas que mandan al cerebro de la madre la señal para que su organismo produzca oxitocina, hormona que estimula las contracciones del útero.

El niño o niña indica cuando debe empezar el parto mediante unas complejas actividades bioquímicas. Al madurar, las glándulas endocrinas del bebé empiezan a producir hormonas que ponen en marcha una cadena de reacciones químicas que dan lugar a la aparición en el útero de unas sustancias llamadas protaglandinas que, junto a la oxitocina, garantizan la coordinación de las contracciones que dilatan el cuello del útero para facilitar la salida del bebé.

Para el niño o niña, el nacimiento es el primer impacto físico y emocional que experimenta y, según algunas investigaciones, nunca olvida.

Muchos autores, como el doctor Thomas Verny, consideran que el nacimiento es un hecho trascendental que se estampa en la personalidad. Argumenta que el modo de nacer, doloroso o fácil, tranquilo o violento, va a determinar en gran medida su futura personalidad y cómo verá al mundo que le rodea.

Se han dado muchos casos de personas adultas que, ante una situación crítica en su vida, han recordado y revivido las circunstancias de su nacimiento. La explicación al hecho de que la mayoría de personas no recordemos el momento de nuestro nacimiento puede deberse a la oxitocina, hormona que produce el organismo de la madre para provocar las contracciones del útero durante el parto. Se ha demostrado con animales de laboratorio que la oxitocina produce amnesia, lo cual explicaría la ausencia de recuerdos de ese momento crucial en nuestra vida.

Como consigue desarrollarse el bebé en el útero.

Para desarrollarse, el bebé necesita alimentos y oxígeno y deshacerse de residuos. Estas necesidades se cubren gracias al intercambio con el cuerpo de la madre a través de los anexos: el saco amniótico, el cordón umbilical y la placenta.

El líquido amniótico mantiene al bebé a temperatura constante, le facilita el movimiento, le protege de golpes y microbios y le aporta agua y sustancias nutritivas que absorbe por la piel o tragándolas. El niño o niña elimina parte de este líquido orinando en el mismo líquido amniótico, que se renueva constantemente.

Gracias a la amniocentesis, es decir, la extracción y análisis de una muestra de líquido amniótico, puede conocerse el estado de salud del bebé. La punción se realiza, si hay sospechas de alguna anomalía, entre las semanas 16ª y 20ª, es rápida e indolora.

El bebé toma los alimentos y el oxígeno de la sangre de la madre. Llegan por el cordón umbilical, a través de la placenta.

El cordón umbilical tiene tres vasos sanguíneos: dos arterias donde circula la sangre del bebé hacia la placenta, y una vena que lleva la sangre hacia el niño o niña.

La placenta se desarrolla entre la 4ª semana y el 4º mes y sigue creciendo de forma paralela al desarrollo del útero, llegando a tener 20 centímetros de diámetro, 3 centímetros de grosor y un peso aproximado entre 500 y 600 gramos.

La placenta es como un filtro sofisticado. La sangre de la madre llega a ella por las arterias del útero, allí los nutrientes y el oxígeno atraviesan el filtro placentario y, a través de la vena umbilical, llegan al niño o niña.

La sangre del bebé, cargada de deshechos y dióxido de carbono, circula por las arterias umbilicales, atraviesa el filtro placentario y pasa a la sangre de la madre.

La placenta también produce las hormonas necesarias para el correcto desarrollo del embarazo y, sin duda, tiene misiones que aún se desconocen y que están siendo investigadas.

Todas las sustancias que estén en la sangre de la madre pueden atravesar el filtro placentario. La placenta no puede proteger totalmente al bebé intrauterino de bacterias, virus o parásitos, pudiendo provocar alguna infección. Este riesgo depende de muchos factores y jamás deben tomarse medicamentos sin consultar con el médico.

La vida diaria de la mujer embarazada.

La mujer que espera un bebé no está enferma. Sin embargo, con el paso de los días, en su cuerpo van a producirse cambios importantes. Necesita modificaciones anatómicas, fisiológicas y químicas para garantizar al futuro bebé las mejores condiciones para su desarrollo.

Los cambios  suelen provocar ligeros malestares, sobre todo a lo largo del primer trimestre. Aunque cada organismo reacciona de forma diferente, en la mayoría de los casos siguen un mismo patrón.

- En el primer mes desaparece la regla, los pechos comienzan a crecer y algunas mujeres sienten pequeñas molestias.

- En el segundo mes el crecimiento de los pechos es más evidente, comienzan las náuseas, la pesadez de piernas, el estreñimiento, las ganas de orinar con frecuencia, mayor salivación y, en algunos casos, irritabilidad y somnolencia durante el día.

- En el tercer mes las molestias mejoran y vuelve el apetito.

- En el cuarto mes la futura madre siente más calor y es posible que se intensifique el estreñimiento.

- Ya en el 5º mes, la embarazada consume unas 500 calorías por encima de lo habitual. El vientre se redondea.

- Al llegar al 6º mes engorda unos 500 gramos por semana y duerme peor, conciliando mejor el sueño al acostarse sobre el lado izquierdo.

- En el 7º mes el corazón late más deprisa, todos los órganos  funcionan con más rapidez.

- En el 8º mes se siente más pesada,  nota contracciones uterinas aisladas y otras molestias. La pelvis empieza a ensancharse.

- Al llegar al 9º mes el útero ha aumentado diez veces su tamaño y su volumen quinientas. Los movimientos son más torpes porque se ha desplazo el centro de gravedad y las molestias suelen aumentar.

El vínculo padres-hijo.

La medicina ha avanzado difundiendo la necesidad de cuidar la dieta, la ingestión de alcohol y de drogas, así como los beneficios de un ejercicio físico controlado, de una correcta preparación para el parto y el papel que desempeñan las emociones en la enfermedad y en la salud. Podemos avanzar una paso más confirmando lo que la inmensa mayoría de mujeres embarazadas intuyen: las emociones, pensamientos y sentimientos de la madre tienen un efecto potencialmente benéfico en el bebé antes de nacer. Del mismo modo deducimos que en el caso de que estas emociones, pensamientos y sentimientos sean negativos, pueden perjudicar seriamente su salud física y emocional.

Hoy sabemos que el bebé intrauterino es un ser humano consciente que siente, recuerda y reacciona y, sobre todo a partir del 6º mes, tiene una vida emocional activa. También podemos asegurar que ve, oye, degusta, experimenta e incluso puede aprender “in útero” antes de nacer.

Lo que el bebé no nacido siente y percibe comienza a modelar sus actitudes y las expectativas que tiene con respecto a sí mismo y el mundo que le espera.

Muchas pruebas confirman que lo que sucede en el entorno de la madre afecta profundamente los estándares comportamentales del niño o niña antes de nacer, por ello una parte importante del carácter de la persona y de sus capacidades van tomando forma en el útero al mismo tiempo que se forman las distintas partes de su cuerpo.

Las actitudes y los sentimientos maternales dejan una marca permanente en la futura personalidad del niño o la niña. Esto no significa que toda duda, ansiedad o preocupación ocasional repercutan sobre el bebé. Le afectarán los sentimientos profundos y constantes. Son muchos los factores que intervienen en la formación del nuevo ser, los sentimientos maternales es uno de los factores que, a diferencia de otros como la herencia genética, pueden ser controlados y convertidos en una fuerza positiva.

El papel del padre en el embarazo es de vital importancia. Un hombre cariñoso y sensible proporciona un sistema constante de apoyo emocional para la futura madre. También puede ejercer como padre desde el momento de la concepción y establecer un vínculo afectivo y de comunicación con su hijo o hija no nacido.

Un neonato sólo alcanzará su pleno potencial si durante los meses que pasa desarrollándose en el interior del útero recibe estimulación, no percibe grandes influencias negativas y puede gozar de un entorno seguro.

El programa que propongo se basa en crear una atmósfera de tranquilidad, seguridad y amor para toda la constelación familiar. Atenuar los temores, la inseguridad y los pensamientos negativos para enriquecer la comunicación de todos los miembros de la familia con el bebé que va a nacer.

El programa comienza en el primer mes de embarazo, o bien en el mismo momento en que se tiene certeza de que un nuevo ser va a formar parte de la vida familiar.

El primer objetivo consiste en que la madre entre en contacto con sus propias emociones, aprendiendo a reconocer los pensamientos y sentimientos que las provocan.

Otro objetivo es aprender a conseguir una relajación física que ayude a recuperar las fuerzas que, el cambio hormonal y el hecho de gestar a un nuevo ser, desgastan.

A través de la música, la relajación, el lenguaje, las caricias, el trabajo con las emociones, el movimiento, etc., los padres y las madres aprenden a establecer un vínculo intenso y un sentimiento de intimidad con su hijo o hija.

EL PROGRAMA DE EDUCACIÓN PRENATAL

Las actividades del programa están especialmente indicadas para la mujer embarazada. No obstante, se persigue la participación activa de los dos progenitores porque la implicación del padre puede optimizar los resultados. El mundo emocional del padre, lo que siente hacia la madre y la forma de vincularse con el bebé antes del nacimiento son factores determinantes en el éxito del programa de educación prenatal. El apoyo y la seguridad emocional que obtiene la madre de su pareja contribuye al bienestar y la felicidad del bebé antes de nacer y a lo largo de su vida. Las familias que tienen otros hijos o hijas, deben intentar hacerles partícipes de las actividades encaminadas a consolidar el vínculo familiar.

Al margen de que el padre pueda participar de forma activa en todas las actividades que se plantean, hay apartados especialmente dirigidos a él.

Las actividades del programa

Se ofrecen grupos de actividades pensados para que la madre alcance el bienestar personal necesario para transmitir al bebé los estímulos apropiados.

LOS EJERCICIOS DE RELAJACION Y ARMONIZACIÓN tienen el objetivo principal de ayudar a la madre a conseguir la relajación total del cuerpo, manteniendo la mente activa. Al relajarse, consigue recargar el cuerpo y la mente de energía y al mismo tiempo alivia el cansancio.

Durante todo el embarazo, la madre acumula muchas tensiones diarias. Los ejercicios de relajación pueden reducir esta tensión disminuyendo también la cantidad de hormonas de estrés que, a través de la placenta, llegan al bebé.

La relajación es una actividad voluntaria practicada por culturas milenarias que consiste en soltar los músculos y los nervios de forma que se va aflojando todo el cuerpo. A través de la relajación consciente, la embarazada va sintiendo las distintas zonas del cuerpo, detecta tensiones, afloja la zona y reduce voluntariamente la tensión neuromuscular.

Relajarse es un proceso que debe aprenderse y requiere hacer muchos ejercicios hasta llegar a hacerlos bien. Si practica con regularidad, en varias semanas puede obtener fases profundas de relajación reparadora.

BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN

Ø Previene las tensiones físicas, mentales y emocionales o ayuda a eliminarlas.

Ø Favorece el autocontrol y el autoconocimiento.

Ø Equilibra el cuerpo y la mente.

Ø Ayuda a relacionarse con el propio cuerpo a nivel vivencial.

Ø Propicia la superación del estrés físico y emocional.

Ø Ayuda a enfrentar situaciones conflictivas en el terreno personal, familiar o profesional.

Ø Protege contra la hipertensión.

Ø Incrementa el flujo de energía.

Ø Evita numerosos trastornos psicosomáticos.

Ø Ayuda a prevenir y canalizar la irascibilidad, la agresividad, la intranquilidad, el insomnio, la falta de apetito, la ingesta compulsiva, la ansiedad, la fatiga o la depresión.

MUSICA DE FONDO PARA LOS EJERCICIOS DE RELAJACION

- TAI-CHI (Infinitum). Incluye temas con reflejos orientales y latidos del corazón de fondo.

- MUSICA PARA BEBES (Infinitum). Una colección de melodías llenas de delicadeza para voces blancas.

- NATURAL RELAXATION. (Solicitudes). Bellas melodías con sonidos naturales de fondo.

- STREAM OF DREAMS (Solicitudes). Música maravillosa acompañada con sonidos de agua que induce a la concentración y la relajación.

- MUSICA PARA LA RELAJACION (Biblioteca Milenium)

- LULLABABY (Socan). Incluye una rica selección de melodías relajantes de diversas culturas (Sudáfrica, Japón, Estados Unidos, etc.)

- MOZART, FOREVER BY THE SEA (Solicitudes). Maravillosa adaptación del genial músico por Michael Maxwell. Incluye obras como Andante Grazioso para piano, Sonata en A Adagio para concierto de violín, Phantasic N.3, etc.

- ESPIRITU DE LOS ANDES (Socan). Deliciosas melodías inspiradas en una de las músicas mas antiguas del mundo.

- MUSICA DEL GRAN ESPIRITU (Nota a Nota Records). Músicas espirituales procedentes de diferentes culturas indígenas de los Andes a los Apalaches.

- RELAJACION PARA FUTURAS MAMAS. (Divucsa). Selección que incluye temas como Oliver, Autumn Forest, Faces Eyes, Memorias de Aranjuez, etc.

- HUAMAN, (Vaso Music). Espléndida interpretación con arpa de canciones como El cóndor pasa, Niños del Pireo, Cascada, Pájaro Chogui, etc.

LAS AUDICIONES MUSICALES son idóneas para  alcanzar la armonía emocional y desarrollar la capacidad de concentración. La música ayuda a reestablecer el equilibrio emocional, aliviar el cansancio físico y comenzar a comunicarse con el bebé a través de las vibraciones de los sonidos.

Para las audiciones musicales se graba una cassette o CD de una hora de duración, eligiendo melodías relajantes que te resulten gratas.

Dentro de la música clásica, la del barroco puede ser la más idónea porque se ajusta a tempos de 60 a 70 tiempos de compás por minuto, que es el ritmo más parecido al del corazón en reposo. Se ha comprobado en numerosos estudios que la música de Handel, Mozart, Vivaldi, Fasch o Bach facilita la capacidad de concentración al estimular las ondas alfa cerebrales.

Otras investigaciones confirman que al escuchar música barroca, sobre todo la de Mozart y Vivaldi, los bebés in útero alcanzan el estado de relajación alerta con más facilidad. De modo que, aunque la madre prefiera grabar de momento otro tipo de música que le resulte grata y le induzca a alcanzar el estado de relajación sin llegar a la somnolencia, es interesante que prepare una cassette o CD con música barroca para el bebé en el futuro.

El objetivo de estas audiciones es reducir la tensión acumulada durante el día, mejorar la capacidad de concentración y alcanzar la armonía emocional que le ayuda a comunicarse con el bebe.

Es importante elegir un momento del día en el que  pueda disfrutar de la música sin interrupciones, por ejemplo, al final de la tarde. La posición debe ser cómoda para percibir con tranquilidad la vibración de los sonidos. El monitor enseña cómo hacer volar la imaginación hacia lugares y situaciones gratificantes y cómo permitir que el cuerpo se deje llevar por la melodía.

La audición musical puede ser la actividad perfecta para involucrar a tu pareja. Después de un rato de música relajante tendrán una disposición abierta para poder compartir las dudas y ansiedades que provoca la futura llegada del bebé.

SUGERENCIAS PARA LA AUDICION MUSICAL

Ø MOZART. El Andante de la Sinfonía nº 25 en sol menor. Sinfonías nº 35 y 40. Rondo a la Turca.

Ø HAYDN. Stabat mater dolorosa. O quam tristis et afflicta. Quis est homo.

Ø VIVALDI. Concierto en C mayor RV 558. Las cuatro estaciones.

Ø BRAHMS. Sinfonía nº 1, en do menor, op. 68.

Ø BEETHOVEN. Sinfonía nº 8.

Ø WAGNER. Oberturas y Preludios.

Ø JOAQUIN RODRIGO. Concierto de Aranjuez. Concierto pastoral.

Ø CARRERAS, DOMINGO, PAVAROTTI. Concierto en Caracalla.

ESCRIBIR UN DIARIO es una actividad pensada para que mantener el contacto con los sentimientos más íntimos y enriquecer el mundo emocional. Escribir diariamente es útil para que la madre saque a la superficie los sentimientos profundos y los afronte.

La maternidad cambia radicalmente la vida emocional de una mujer. Los sentimientos intensos se agolpan y las hormonas provocan caudales de emociones desordenadas. También pudiera darse el caso de que no se sienta especialmente sensible y que su mundo emocional no sufra desajustes evidentes. No obstante, en la primera etapa de embarazo, debido a los cambios hormonales, existe una alteración fisiológica real que ocasiona un estado de ánimo peculiar con tendencia a expresar con más intensidad cualquier emoción y a reaccionar con más intensidad a los estímulos del entorno.

Una actividad idónea para mantenerte en contacto con tus sentimientos, afrontar las incertidumbres y establecer el orden emocional, es escribir sobre ello. El monitor sugiere a la madre que escriba diariamente en un cuaderno o libreta como si se tratara de “abrir el corazón al mejor amigo o confidente”. Este cuaderno o diario es de uso personal y exclusivo , sólo la madre va a leerlo de modo que no debe preocuparse por la redacción o la ortografía.

Cada día anota la fecha al comienzo y escribe con total sinceridad sobre los miedos, ansiedades, entusiasmos y alegrías que siente. Relata los incidentes, las experiencias o cualquier aspecto de las relaciones diarias con las personas importantes de su entorno y los sentimientos positivos o negativos que le han generado.

Al escribir sobre los pensamientos más íntimos realizara un análisis más objetivo sobre ellos, reconoce con más facilidad los sentimientos que están produciendo y entra en contacto directo con sus emociones.

Esta actividad diaria aumenta el autoconocimiento de la vida emocional incrementando la autoestima y la confianza en si misma, al tiempo que adopta una visión más optimista de la vida. El bebé necesita ese aporte de sentimientos positivos que llegan a él a través del torrente sanguíneo.

En el diario se incluyen también los sueños. Todas las personas soñamos, aunque no siempre seamos capaces de recordarlo. Durante el sueño nuestro inconsciente libera imágenes oníricas que expresan como procesa cuanto ocurre en la vida cotidiana. Recordar lo que soñamos y comprender su significado ayuda a conocernos mejor y superar miedos y ansiedades ocultas.

La madre puede tener a mano papel y bolígrafo para tomar nota de sus sueños cuando se despierta en mitad de la noche o bien por la mañana. Describe todo lo que recuerda, incluso los detalles más insignificantes. También anota las emociones que ha provocado el sueño y el significado que le atribuye, además de la fecha.

“PORCION DE AMOR” es el nombre que le doy al apartado que ofrece técnicas para que la madre se conozca, se acepte, se quiera y sea protagonista de su vida.

A medida que el bebé y la madre se vayan conociendo, irán estableciendo vínculos afectivos que durarán toda la vida. Sin embargo, para poder querer a los demás la madre debe comenzar por quererse a sí misma.

La mente de la madre mantiene una conversación constante que parece estar fuera de su control. Gran parte de este “parloteo mental” se compone de mensajes negativos que se incrustaron desde la infancia y han supuesto un lastre para el desarrollo de su potencial hasta el momento presente.

Los ejercicios que se proponen facilitan el que descubra estos pensamientos negativos que están adheridos a su inconsciente para poder neutralizarlos y sustituirlos por otros positivos que incrementen su autoestima y le ayuden a concentrarse en lo que ahora le importa más: prepararse para la maternidad.

PARA SENTIRSE MEJOR, es un apartado en el que encuentra sugerencias para aliviar tensiones, mejorar el estado de su organismo y conservar el equilibrio emocional.

El monitor sugiere mensualmente una serie de maniobras sencillas y técnicas  que mejoran el estado muscular de la zona donde se aplica el masaje y, a nivel reflejo, en otras zonas distantes.

El masaje actúa en el organismo beneficiándolo de maneras múltiples: activa la velocidad de la circulación sanguínea sobre todo a nivel venoso, estimula y acelera la circulación linfática y su efecto de drenaje, actúa sobre las contracturas musculares reflejas, limpia de toxinas las fibras musculares facilitando la contracción y posterior relajación, aumenta el numero de glóbulos rojos de la sangre y la temperatura corporal, ayuda a aumentar la función peristáltica normal de las vísceras del aparato digestivo, acelera el metabolismo, etc.

Para aliviar las molestias del embarazo, el monitor puede recomendar que la madre acuda a un masajista profesional, siempre teniendo presente que las mamas no deben masajearse a menos que una masajista comadrona realice un amasamiento suave para preparar los conductos galactóforos para la lactancia posterior al parto.

Los ejercicios que se proponen a lo largo del programa los puede realizar sola o con la colaboración de su pareja, porque no requieren especialización, son caricias profundas más que un autentico masaje. El masaje es un buen medio para implicar a la pareja en el embarazo durante los primeros meses.

El monitor debe insistir en la toma de las siguientes precauciones:

v Nunca se deben aplicar presiones profundas ni manipulaciones con vigor.

v No se aplica el masaje en axilas, pechos, ingles, detrás de la rodilla o en la cara anterior del codo. En el abdomen, el interior del muslo o la parte superior del tobillo no conviene masajear o hacerlo muy suavemente, casi como una caricia.

v En las primeras semanas no deben utilizar aceites, pero si lo hacen, se asegurarán de que son naturales y provienen del primer prensado en frío.

Durante el primer trimestre los masajes deben limitarse al rostro, la cabeza o el cuello para aliviar dolores de cabeza, tensión muscular en la zona, o la ansiedad.

En el segundo trimestre, la indigestión y el insomnio suelen ser frecuentes y las manipulaciones suaves pueden ofrecer cierto alivio.

A lo largo del tercer trimestre surgen algunas molestias motivadas por el aumento de volumen del abdomen: la lordosis lumbar se acentúa y pueden surgir lumbalgias, las articulaciones sacro ilíacas se separan y aparecen molestias, la matriz comprime las venas iliacas disminuyendo la circulación venosa y pueden aparecer varices.

Después del parto no conviene recibir masajes hasta después del puerperio. Durante ese tiempo la matriz debe cicatrizar, volver a su tamaño y a su posición ya que, igual que los intestinos, se desplazan y deben volver a su lugar correspondiente. Pasado el puerperio, el masaje y la gimnasia posparto ayudan a recobrar el tono a la musculatura abdominal. En caso de que las piernas sigan algo hinchadas o continúen las varices, el masaje mejorará la circulación.

Durante la gestación conviene utilizar la crema antiestrías que recomiende el médico. Si no lo hace, aparecerán estrías que son auténticas cicatrices provocadas por la tensión muscular del abdomen durante los últimos meses.

LOS EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN están indicados para que la madre conozca las posibilidades de su cuerpo y se beneficie de una correcta oxigenación.

La respiración es nuestra fuente de energía más básica y una función vital de nuestro organismo. Lamentablemente, no nos han enseñado a respirar correctamente en la infancia, por eso hemos ido adquiriendo hábitos respiratorios negativos. La mayoría de adultos respiramos mal y al desconocer nuestros potenciales respiratorios, no los aprovechamos.

Aprendiendo a respirar se pueden evitar respiraciones arrítmicas, espasmódicas, superficiales y por la boca. La respiración nasal filtra y calienta el aire, evita trastornos de las vías respiratorias y, cuando es pausada y regular, efectúa una acción balsámica para el sistema nervioso. Por el contrario, la respiración bucal incorrecta supone alteraciones en el sistema nervioso, provocando tensiones físicas y emocionales.

Para comenzar la educación, o reeducación respiratoria, es necesario que la madre vigile de forma atenta y que intervenga directamente para regularla sin esfuerzo. Familiarizarse con los ejercicios respiratorios le reportará muchos beneficios inmediatos, pero además supondrá una base idónea para cuando inicie el curso de preparación para el parto.

ALGUNOS BENEFICIOS DE LA RESPIRACIÓN CORRECTA

Ø Mejora la circulación sanguínea y regula la acción del corazón.

Ø Previene trastornos del aparato respiratorio.

Ø Aumenta la capacidad de los pulmones.

Ø Equilibra el sistema nervioso autónomo.

Ø Estimula el metabolismo. Equilibra la función hormonal.

Ø Evita contracturas musculares.

Ø Colabora a alcanzar el equilibrio emocional.

Ø Intensifica la capacidad de concentración y combate la dispersión mental.

Ø Equilibra el sistema nervioso.

Ø Estabiliza el carácter.

Ø Incrementa el flujo de energía.

Los ejercicios que propongo los puede practicar la madre desde el comienzo del embarazo. Cualquier momento del día es adecuado y, cuantas más veces los practique, mucho mejor. Siempre debe inspirar por la nariz y expulsar el aire por la boca.

La respiración es un elemento fundamental durante el parto. Respirar adecuadamente garantiza una correcta oxigenación del organismo en los momentos de máximo esfuerzo. Entre contracción y contracción, los ejercicios respiratorios propician la recuperación de fuerzas y favorecen la relajación. De este modo se beneficia al bebé aportándole el oxígeno necesario.

LA GIMNASIA SUAVE. Los ejercicios que sugiero no pretenden ser una tabla de gimnasia, sino más bien una serie de movimientos que mejoran la condición física del organismo de la madre.

Al hacer ejercicio la madre percibe con más claridad los cambios que  se van realizando en su cuerpo y adaptará los movimientos a dichos cambios. Pero antes de comenzar, debe recordar algunos aspectos importantes.

El embarazo se divide en tres períodos de aproximadamente 13 semanas cada uno. A estos períodos se los denomina trimestres. El ejercicio físico le reporta beneficios durante los tres trimestres: aliviando las molestias habituales, aumentando los niveles de energía, transmitiendo sensación de bienestar o facilitando la recuperación física después del parto, además de los beneficios para el bebé.

Se aconseja un nivel moderado de intensidad si su forma de vida ha sido bastante activa  o si ha hecho ejercicio de vez en cuando. Si su estilo de vida ha sido sedentario o no ha hecho ejercicio antes, debe comenzar con intensidad muy suave y aumentar progresivamente a medida que su cuerpo se encuentre a gusto, sin llegar nunca a fatigarse.

Es necesario asegurarse de que los movimientos no son bruscos, repetirlos despacio y de forma controlada. No aconsejo los saltos que repercuten en la musculatura de la pelvis y los senos, ni las flexiones rápidas.

LAS VISUALIZACIONES sirven para aprender sobre el poder que tiene la mente de la madre y el modo más apropiado de utilizarlo en su beneficio. El dirigir la mirada hacia el interior de sí misma, generará un estado de ánimo positivo y aprenderá a comunicarse con el bebé.

Al menos las primeras veces, debe realizar esta actividad después de haber conseguido la relajación consciente, cuando su mente está vacía de tensiones y preocupaciones y su cuerpo es receptivo a los estímulos emocionales. Si no le distrae, puede realizar al mismo tiempo la audición musical.

Con esta actividad aprenderá, poco a poco, a observar su estado interior y concentrarse en ello. Al desarrollar el ejercicio debe sentir con intensidad  la nueva vida que hay dentro de ella, integrando las emociones y los sentimientos en su mente, desde donde partirá un enorme caudal de energía que recorrerá su cuerpo. Justo en ese momento, las vibraciones y la comunicación intrauterina se hacen posibles.

A modo de resumen

Mejorar nuestros conocimientos con respecto a la vida que vivimos antes de nacer significa ayudar a las nuevas generaciones para que se enfrenten a los retos que les esperan con mayor preparación y expectativas más adecuadas.

En la era de la comunicación, de la sofisticación de las máquinas, del consumo desmesurado y del culto a la inteligencia cognitiva, donde el estrés y la alta competitividad nos impiden la reflexión serena para entrar en contacto íntimo con nuestras emociones, aún es necesario un período de nueve meses para que padres e hijos aprendan a conocerse y amarse con reposo y tranquilidad. Os invitamos a vivir con intensidad la experiencia irrepetible de la paternidad y la maternidad y de este modo aportar a vuestro bebé el mejor legado para ser feliz en la vida que le espera: vuestro amor incondicional.