Vivamos Los cuentos

La Imaginación Creadora como Impulso de la Expresión y Apreciación Artística

Ponentes: Maestra  Ma. Raquel Bárcena Molina
Directora de la Escuela Nacional para
Maestras de Jardines de Niños de México.


Maestro Rubén Gallardo Rubio
Catedrático de la Escuela Nacional para
Maestras de Jardines de Niños de México.

 

 

El nivel preescolar se ha distinguido a lo largo de su historia por incorporar en las actividades cotidianas de los jardines de niños: a la literatura, música, el teatro, la danza y la plástica; sin embargo, a la luz de los nuevos conocimientos científicos sobre el desarrollo infantil, debemos reflexionar, respecto a las capacidades y potencialidades de los niños para expresarse, a través de estos lenguajes; así como para interpretar y representar los elementos estéticos, traducidos en sonidos, imágenes, palabras, lenguajes corporales, texturas, colores y formas.

Es necesario reconocer la capacidad creadora de los niños para no limitarlos sometiéndolos a situaciones educativas estereotipadas que los llevan a repetir patrones masificadores que, lejos de estimular la imaginación, la empobrecen reproduciendo la cultura mercantil, que les niega la oportunidad de acercarse a una alternativa para conocer y disfrutar del arte como patrimonio universal que engrandece y dignifica la inteligencia y el espíritu humano.

Para ello habrá  que profundizar sobre la esencia de la expresión creadora y su función en el desarrollo infantil.

El proceso creador se inicia en la infancia, es por esto que la psicología y la pedagogía se abocan al estudio serio de la capacidad creadora de los niños, al fomento de esta capacidad y a la importancia que ésta tiene para el desarrollo y la maduréz de los niños.

Se observan actividades creadoras sobre todo en los juegos infantiles de representación. En estos juegos los niños reproducen mucho de lo que ven, de lo que sienten y de lo que viven; sin embargo, NO se limitan a representar experiencias vividas, sino que las reelaboran creativamente combinándolas entre sí y edificando con ellas nuevas realidades acordes con sus preferencias y necesidades.

“La combinación que cada sujeto hace en su pensamiento de las experiencias que vive, es lo que produce propiamente la ACTIVIDAD CREADORA.

Ésta no aparece repentinamente, asciende de formas elementales y simples hasta otras más complicadas.

Toma como base la percepción externa e interna resultando así, que los primeros puntos de apoyo que encuentra el niño, para su futura creación, es lo que ve, lo que oye, lo que siente, etc. a través de ésto el niño acumula materiales en su pensamiento, los que luego usará para construir sus fantasías.

Este proceso que combina los materiales del pensamiento se da a través de la disociación de las impresiones percibidas. Toda impresión constituye un todo complejo compuesto de multitud de partes. La disociación consiste en desordenar ese complicado conjunto, separando los elementos.

El momento siguiente en el proceso, es la asociación, o sea la agrupación de los elementos disociados, modificados y combinados creativamente, creando así una forma nueva a manera de resumen” [1]

Es decir, la imaginación creadora dependerá de la riqueza y variedad de experiencias que vivan los niños al interactuar con sus pares en un ambiente propicio que los acerque al arte y la cultura a través de estrategias planeadas, organizadas, y sustentadas, para intervenir sistemáticamente en forma oportuna y adecuada en los procesos creativos individuales y grupales; con conocimiento de las técnicas y disciplinas artísticas y con absoluto respeto a la expresión infantil.

Retomando el principio, de que: la combinación que cada sujeto hace en su pensamiento de las experiencias que vive, es lo que produce propiamente la actividad creadora, me gustaría compartir con ustedes una experiencia en la que se hace evidente este proceso de creación y recreación; en este caso, a través de la representación gráfica y de las artes escénicas.

Después de narrar un cuento a los niños que fué creado a partir de escucharles expresar su miedo a la obscuridad; Pedro Ramón, un niño de 5 años expresó gráficamente su propia interpretación de la narración de la siguiente manera:

Imágenes creadas por un niño

Texto

“Había una vez”… un niño su nombre es Nicolás pero de cariño sus padres y su hermana le llaman Nico. A Nico le gusta mucho jugar, como a todos los niños. A Nico le gustan también: las flores, los árboles y los animales, como a todos los niños. Cuando se va a dormir y se apaga la luz Nico siente mucho MIEDO como todos los niños.

Una noche llegó la hora de ir a dormir. Su madre lo acompañó hasta la cama le dio un beso y apagó la luz. Nico sintió mucho miedo, empezó a temblar al escuchar un ruido. Abrazó a su osito Popi.

Nico se dió cuenta que ese ruido extraño venía de debajo de la cama, sintió más miedo, pues imaginó que ahí se escondía un monstruo horrible y grito: ¡Papá!

El padre llegó de inmediato a su habitación y le dijo: ¿cuál monstruo? Mira es solo un mosquito escucha: pzzz pzzz tomó un pañuelo lo agitó por el aire abrió la ventana y salió volando el mosquito.

Para calmar el miedo de Nico su madre lo abrazo y le dijo: También la noche tiene su luz, lo acercó a la ventana y le mostró la luna. Lo acostó en su cama lo tapó muy bien y le cantó un arrullo. Nico se quedó dormidó y soñó que la luna lo invitaba a volar por el espacio con su osito de peluche que se llamaba Popi.

 

La luna los llevó hasta el Planeta Rojo.

La luna se fue. De pronto apareció un ejército de seres extraños todos rojos con uniforme espacial; al ver a Nico y a Popi los empezaron a perseguir y atacar con sus aguijones.

Nico se comunicó con la luna a través de un botón que ella le había puesto en su pijama cerca de su corazón. La luna le dijo que no tuviera miedo que el era muy valiente solo que no lo sabía. De pronto, al ser atacado Nico descubrió que él y Popi podían volar; se elevaron  y el pica pica se estrelló sobre una roca y estropeó su aguijón. Nico y Popi se rieron y todos los moscos se desmayaron.

La luna les explicó que esos seres malos NO soportan la risa de los niños. Nico y Popi ya estaban muy cansados así que la luna los regresó a casa. A la mañana siguiente Nico le contó a su mamá su sueño: - mami  ¿tú crees que la risa de los niños pueda vencer a los malos?. Yo creo que sí contestó la madre y colorín colorado este cuento se ha acabado.



[1] Vigotsky, L. S. La Imaginación y el Arte en la Infancia. Akal Editor. Madrid. España 1982.