VÍNCULOS           DIRECCIÓN         CONVIVENCIA  

SILVIA MERCEDES TASSI

 

 

Por antecedente o por antigüedad muchas docentes del Nivel Inicial de la noche a la mañana nos encontramos frente a un cargo directivo.

¿Qué hacer ante tanta responsabilidad?.

¿Cómo enfrentar el cambio total de actividades?.

¿Cuántos otros interrogantes nos hicimos quienes pasamos por esta experiencia?.

Desde mi experiencia personal, opino que  ante este gran desafío, se necesita complementar con: un perfeccionamiento constante, permanente buceo en bibliografías, intercambios con profesionales,  supervisores responsables que acompañen, junto a una fundamental  organización de tiempos, priorizando necesidades.

Permanentemente quienes ocupamos un cargo directivo en un Jardín de Infantes (mi experiencia es en Oficial); manifestamos que somos bombardeados diariamente por diversas actividades, situaciones urgentes, conflictos a los cuales debemos por lo menos escuchar, analizar, resolver rápidamente o buscar alternativas.

La absorción de tiempo que exige la inmediatez de la práctica hace difícil, muchas veces, la reflexión rigurosa. Los apremios de lo cotidiano exigen una atención permanente a quienes se dedican a planificar líneas de acción, asesorar al personal, acompañar a familias muy carenciadas (en mi experiencia especialmente).

Las vivencias personales me han demostrado que ante un abanico de requerimientos diarios de la tarea educativa, la organización junto a la anticipación,  serán mis aliados. Ambos desarrollados en una de las herramientas de gestión, El Plan Anual de Dirección, a través del cual, agilizará el accionar, previendo situaciones, evitando improvisaciones, fruto de la inmediatez o rapidez de los hechos rutinarios.

Quien llegue a este cargo, debe saber que junto a su proyecto de gestión, ideas y porque no alguna utopía, tendrá inexorablemente resistencia de sus pares. Por qué?;  varias son las causas, de las cuales algunas se generan por:

O Temor a lo desconocido.

O Comodidad de algunos actores.

O Posicionamiento por costumbres instituidas.

O Envidias al rol.

O Personas que son cuestionadores natos.

El director debe tomarse su tiempo para escuchar a los diferentes actores, diagnosticar, planificar estrategias acordes a esa realidad, dándolas a conocer.

Es conveniente que cada docente sienta que su superior inmediato piensa en él. Si consideramos Educar como la acción de hacer tambalear o desequilibrar al otro para que pueda pensar y seguir aprendiendo, nuevamente aparece la figura del director como  responsable y movilizador del proceso educativo junto a cada maestro, creando vínculos y esta es una manera de toma de conciencia .

Desarrollo profesional de un maestro/a:

Es muy importante entender, conocer,  las etapas de desarrollo del maestro como un proceso con ritmos individuales en el que básicamente existen cuatro etapas en su vida profesional y las mismas incluyen directamente en la convivencia institucional.

1- Etapa existencial

2- Etapa de consolidación

3- Etapa de renovación

4- Etapa adulta.

1- Etapa existencial: las maestras en su primera etapa luego de la obtención de su título, se puede decir que se encuentran en esta etapa, las cuales se hacen las siguientes preguntas: ¿Podré sobrevivir en la profesión?, ¿Podré llegar a ciertos logros?.

Aquí se mira el reloj y desea que el día pase rápido. A veces está confundida tiene temores independientemente del entusiasmo de la primera experiencia profesional.

Al enfrentar el grupo de niños siente la distancia entre sus expectativas con la realidad que es casi siempre diferente, se encuentra en una lucha existencial.

En esta etapa el apoyo del director es fundamental, en el estímulo, comprensión y cuidado de la sensibilidad. Es fundamental para pasar a la siguiente etapa.

2-Etapa de consolidación: después de sus primeras experiencias comienza a consolidar sus vías de trabajo propias, a descubrir situaciones, a detectar niños con problemas.

Aquí necesita del director, no inmediatamente pero si en continuo diálogo con ella. En esta etapa la maestra se pregunta como implementar sus conocimientos teóricos.

El diálogo con el director es básicamente el análisis de los problemas, el ofrecimiento de posibles soluciones y la derivación de la educadora a otras fuentes de información.

En esta etapa son muy importantes las reuniones con colegas, estudio en grupo o participación a encuentros, talleres.

3-Etapa de renovación: en este período la rutina diaria trae sus peligros y a veces produce en el maestro indiferencia, cansancio, la sensación de haber llegado, planteándose la posibilidad de quedarse en lo conocido y cómodo o buscar cambios, renovaciones, estudios superiores, etc.

En este período la directora debe guiar a estos últimos cambios, ofreciéndole oportunidades de participar en congresos, conocer otros profesionales y distintas formas de trabajo. Si esto se logra pasará a su etapa profesional adulta.

4-Etapa adulta: aquí la maestra tiene una perspectiva sinóptica de su tarea, llega a una síntesis integrando las partes al todo. En este período surgen planteamientos sobre la educación temprana, límites del educador, la naturaleza del desarrollo del crecimiento, etc. Lucha contra la resignación y el estancamiento. Afronta dificultades sin angustiarse y puede aportar ayuda a sus colegas jóvenes.

En esta etapa el director tiene la posibilidad de brindarle la conducción de proyectos, grupos de reflexión.

El conocimiento de estas etapas por parte  del personal directivo permiten adaptar, comprender y contribuir al crecimiento profesional del maestro.

Es de destacar, que las características y cualidades personales del educador, sus pensamientos, formas de vida, juegan un papel importante ante los diferentes posicionamientos .

Del Director: Cuidados Cotidianos

Junto al conocimiento de las etapas profesionales, el directivo debe vivir lo cotidiano de cada maestro, sabiendo sus necesidades y acompañar sus actividades.

* El papel central de la educadora.

En el cuidado cotidiano la maestra tiene un papel importante y central. Es ella la persona que recibe al niño todos los días, lo calma, le da de comer, lo acompaña, comparte sus juegos. La forma en que realiza todas esas funciones está influenciada en gran manera por su actitud, su percepción y su trabajo con los niños, los padres y el marco educativo.

¿Es ella una baby-sitter? ¿Reemplazará a la madre? ¿Educadora? ¿Un poco de cada cosa?. Su papel cambia según las edades de los niños. ¿Cómo?. ¿Qué influencia tiene o debería tener sobre los niños? ¿Cómo se siente hacia cada niño?.

Es recomendable que el directivo, trate todos estos temas con todo el equipo docente, ya que no son sencillos y no hay para ellos una respuesta definitiva y es preferible hacerlo antes de comenzar con un asesoramiento detallado sobre el cuidado cotidiano y demás especificidades.

* Vinculación del cuidado cotidiano con los objetivos generales del marco educativo.

La comprensión de los objetivos del proyecto educativo y su percepción es un factor importante para poder lograr un cuidado de buen nivel académico. Así también el cuidado cotidiano es parte importe del programa educativo. La decisión, de si en el cuidado cotidiano hay que darle importancia al desarrollo de destrezas para la independencia o al vínculo íntimo entre el alumno y la maestra, depende de las propiedades que presentan los objetivos generales del proyecto educativo y de los objetivos específicos en cuanto a la edad del niño.

* No hay que evitar las dificultades.

Cambiar un niño que se niega, agota física y emocionalmente. Se precisa una paciencia enorme para enseñarle al niño las rutinas y hábitos. Por eso, los sentimientos verdaderos de la maestra hacia estas actividades tienen una gran influencia con el niño.  Para poder enfrentarse a las dificultades que se le van presentando en el camino, la maestra de jardín de infantes, precisa apoyo espiritual, alguien a quien pueda trasmitirle sus sentimientos, y una orientación para que puedan encontrar el equilibrio y las satisfacciones del cuidado cotidiano.

Las directoras tienen un papel fundamental en el logro de este equilibrio y también como ejemplo personal activo en la interacción con los niños durante el cuidado cotidiano. La directora que participa a menudo con entusiasmo en las diferentes actividades, trasmite al maestro un mensaje más claro y convincente, que aquella que solo habla de su importancia  pero no lo realiza por si mismo.

* Tomar en cuenta las diferencias personales y culturales entre las maestras.

La forma en que fue formada la maestra jardinera, sus experiencias vitales, la educación que dio a sus hijos, estos factores junto a otros personales,  influyen en su orientación para el cuidado cotidiano dentro del marco educativo como en su etapa, como ya nos hemos explayado. En el cuidado es necesario respetar las decisiones personales y culturales. Esto es valido pero difícil de llevar a la práctica. No es posible cambiar costumbre que se enraizaron durante la vida, y se debe tener eso en consideración antes de obligar cambios. Hay que tener en cuenta el sentimiento de la maestra hacia el contacto físico como abrazar o besar y su actitud hacia los diferentes hábitos.

Cuando su actitud la lleva a una forma de cuidado inadecuado para el desarrollo del niño, deben exigirse cambios. Si la educadora comprende la lógica de los cambios y percibe la actitud de la directora con respecto a sus sentimientos y actitudes, el cambio puede ser más fácil. Hay que recordar que los cambios se producen en el transcurso del tiempo y necesita apoyo y aliento.

* Consideración de los sentimientos de los padres, sus actitudes y expectativas.

Durante los primeros años, los padres dedican gran parte de su tiempo al cuidado del niño. Por eso, no es de asombrar que mientras el niño se encuentre en un marco fuera de la casa, se preocupen de su alimentación, sueño, etc. La

influencia que pueden obtener los padres en las decisiones relacionadas al cuidado cotidiano, depende de la organización general de la directora y educadoras y del grado de participación que se otorgue a los mismos.

Cualquiera sea la política que se adopte, no hay duda sobre la importancia del diálogo y no hay que esperar a que surjan problemas para abordarlos. Este diálogo es importante para ayudar a comprender al equipo y a los padres, las diferencias en sus actitudes hacia los alumnos y las diferentes expectativas. Así se podría disminuir las diferencias en el manejo de la situación que se realiza en las familias y en el marco educativo.

* Fijar las diferencias de las necesidades.

En las vivencias del cuidado cotidiano podemos hallar necesidades individuales y necesidades grupales de las maestras y de los padres. No todas pueden ser satisfechas de igual forma ya que a menudo son contradictorias. Como resultados, a menudo los niños dentro del marco colectivo, deben postergar la satisfacción de sus necesidades más tiempo que en sus casas.

Es importante saber cuales son las necesidades que se satisfacerán primero: hay niños que pueden esperar con más paciencia que otros y hay maestras que pueden arreglarse mejor que otras con cambios en la rutina . Por eso hay que tener en cuenta las consecuencias del tipo de cuidado cotidiano, sobre las necesidades de cada niño, del grupo de las educadoras y de los padres.

* El nivel evolutivo del niño determina las formas de cuidado

La comprensión del proceso evolutivo, ayudará a la maestra jardinera a definir sus expectativas sobre el niño en forma real, o sea: incluir al niño en las actividades del cuidado de acuerdo a su nivel y no exigir de él una conducta que supere sus posibilidades.

Todo objetivo hay que planificarlo y realizarlo de acuerdo al nivel evolutivo del niño, este objetivo debe ser relevante específicamente en el campo determinado que tratamos. No hay que proyectar conclusiones de capacidad del desempeño de un niño: que come independientemente, o su capacidad de vestirse, superar o contener sus necesidades, a otros campos de su desarrollo.

* Importancia de las diferencias individuales entre los niños.

Las diferencias individuales entre los niños exigen distintas actitudes por parte de los adultos. A algunos niños les gusta el contacto físico, abrazos y besos. Otros son reticentes a un contacto íntimo. Hay niños que toleran la separación con los padres. A otros les resulta más difícil. Hay niños que pueden esperar pacientemente su comida, hay otros a los que esta espera les resulta insoportable. Por eso al tomar decisiones, en cuanto al momento de reaccionar ante la conducta

del niño, la intensidad del contacto con él, la manera de calmarlo, deben tenerse en cuenta estas diferencias. Debe recalcarse especialmente en el asesoramiento al equipo, intensificar la percepción de la encargada sobre  las diferencias personales entre los niños y la utilización de esta percepción para planificar y realizar actividades en el cuidado cotidiano en el grupo su totalidad.

* Lo ideal no es siempre posible.

El número de educadoras en relación al número de los niños en el grupo, las diferentes edades, la organización de la salita, todo influye en la calidad de lo  cotidiano. Desafortunadamente, en determinadas comunidades no incluir a todos, equivale a que se conviertan en niños de calle. A pesar que no hay soluciones fáciles para estos problemas, existen muchos elementos que pueden mejorar la calidad de estas vivencias sin exigir tiempo o esfuerzo extra. Más de una vez las educadoras se quejan de no poder cuidar a tantos niños al mismo tiempo. Pero, a pesar de ello hay que encontrar mejoras posibilidades  de realizar dentro de las limitaciones del tiempo y del lugar,  la mejor prestación educativa.

Participación de los padres

Los padres, como lo consideramos en unos de los puntos anteriores,  son otro punto a tener en cuenta para la buena convivencia y una educación democrática.

Lo importante es ¿cómo llegar a ellos?, ¿Qué les interesa a ellos y cómo nos ven?, ¿Por qué?

Apreciación final:

Lo que aquí quiero compartir, no es solo una utopía de mi vida, se viene realizando en países desarrollados, donde la educación inicial recibe una mirada especial como así también al  personal y especialmente a quienes tienen cargos superiores, especialmente al Director.

Desde mi humilde y pequeño lugar de trabajo diario, tengo siempre el propósito de ir construyendo el perfil de un director académico que priorice el aprendizaje de los alumnos sin descuidar el estímulo y acompañamiento al docente, porque quienes hoy ejercemos este lugar, fuimos y somos por sobre todo docentes de Nivel Inicial.

BIBLIOGRAFÍA:

.Diseño Curricular Prov. De Santa Fe .

.Las instituciones Educativas Cara y Ceca. Graciela Frigerio y otras. Serie FLACSO- Acción.

.Educación Pre-Escolar en Israel. Universidad de Tel Aviv.