INTRODUCCIÓN
La teoría de las Inteligencias Múltiples apuesta por un nuevo modelo
de enseñar y aprender centrado en el alumno y en el desarrollo de habilidades
y estrategias de las diferentes inteligencias. Se reconocen muchas y diferentes
facetas de la cognición, que tienen en cuenta que los niños poseen diferentes
potenciales cognitivos. Éstos pueden desarrollarse y, por consiguiente,
ayudan a lograr un mayor éxito académico. Gardner (1993) afirma que la
escuela tradicional está centrada en el desarrollo de conocimientos y
éstos aparecen agrupados en torno al área de la lengua y del razonamiento
matemático, olvidando quizás, que se puede aprender y procesar la información
por diferentes canales. En su propuesta recoge ocho tipos de inteligencias:
a) Inteligencia Lingüística; b) Inteligencia Musical; c) Inteligencia
Lógico-Matemática; d) Inteligencia Viso-Espacial;e) Inteligencia Corporal-Cinestésica;
f) Inteligencia Intrapersonal; g) Inteligencia Interpersonal; h) Inteligencia
Naturalista (Gardner y otros, 1996).
Para Gardner y sus colaboradores (1998,a) las inteligencias
son potenciales o propensiones, que pueden manifestarse o no en actividades
significativas, dependiendo de los diferentes factores culturales y ambientales.
Las trayectorias del desarrollo mental, las capacidades para el procesamiento
de la información y los componentes para la solución de problemas son
en gran parte independientes unos de otros. Sin embargo, las inteligencias
no funcionan aisladamente. Casi cualquier papel social o producto sofisticado
requiere una combinación de habilidades e inteligencias. Expone que la
competencia cognitiva queda mejor descrita en términos de un conjunto
de habilidades que denomina “inteligencias”.
La concepción que emana de la teoría es la de una escuela que apunta
hacia el desarrollo de todas las inteligencias y que ayuda a los niños
a alcanzar los fines vocacionales y aficiones que se adecuan a su particular
espectro de inteligencias. Una noción de escuela centrada en el individuo,
comprometida con el entendimiento óptimo y el desarrollo del perfil cognitivo
de cada estudiante.
Todo ello exige que se reconozca y favorezca el desarrollo de la variedad
de inteligencias humanas y todas las combinaciones de las mismas. Las
diferencias que manifiestan las personas se deben, en gran parte, por
las diversas combinaciones que hacen los individuos de sus inteligencias.
Dice Gardner (1993), que en la medida que podamos movilizar la gama de
las habilidades humanas, no sólo las personas se sentirán más competentes
y mejor consigo mismas, sino que además es posible que se sientan más
comprometidas y más capaces de colaborar con el resto de la comunidad
mundial en la consecución del bien general.
Con el fin de poner en práctica su teoría, Gardner y sus colaboradores
diseñan el proyecto Spectrum cuyo objetivo es favorecer la competencia
cognitiva de los alumnos de los primeros niveles instruccionales. El proyecto
consiste en un procedimiento que consta de actividades orientadas a evaluar
y enseñar las habilidades, los conocimientos y las actitudes de los niños
cuando resuelven las tareas de cada dominio o inteligencia. Además, en
el Spectrum se incluye una serie de inventarios de observación para valorar
los estilos o modos de interactuar con las tareas. Los padres participan
en la evaluación utilizando unos inventarios donde recogen los conocimientos,
habilidades, preferencias y rechazos de los niños a determinados áreas
de aprendizaje (Gardner y colaboradores, 1998 a,b y c; Prieto y Ferrándiz,
2001).
La filosofía de Spectrum se fundamenta en los modelos constructivistas
y teoría de los educadores de la Escuela Nueva como es Dewey, Decroly
y Montessori. Estos enfoques pretenden estimular a los niños para que
aprendan de forma significativa mediante interacciones con el mundo físico
y social. La mayor parte de las evaluaciones de Spectrum son actividades
de la vida real del niño. Se les plantean dichas tareas mediante problemas
divertidos que han de resolver de manera ingeniosa y en grupo. Otras actividades
son los proyectos de trabajo donde los niños los realizan de forma conjunta
y mediante el aprendizaje cooperativo.
A continuación destacamos la importancia de dos conceptos clave de las
IM: el centro de aprendizaje y los estilos de trabajo.
1. CENTROS DE APRENDIZAJE E INTELIGENCIAS MÚLTIPLES
La teoría de las Inteligencias Múltiples llevada al aula ordinaria permite
diseñar perfiles individualizados para que cada alumno pueda aprender
a su ritmo y según sus capacidades. El procedimiento para diseñar una
instrucción individualizada consiste en iniciar a los alumnos del aula
en una serie de experiencias de evaluación y aprendizaje de cara a identificar
el perfil cognitivo donde se reflejan los puntos fuertes y las lagunas
de estos alumnos. Ello exige diseñar centros de aprendizaje, que son espacios
que se crean en el aula para favorecer el interés de los niños. La idea
de centro de aprendizaje, la toma Gardner del concepto de centro de interés
de autores de la Escuela Nueva como Decroly, Montessori y Dewey, para
quienes dichos centros son unidades complejas temáticas; cada una agrupa
contenidos diversos, que tienen entre sí alguna relación. Un centro de
interés puede incluir nociones de lenguaje, de ciencias naturales, de
historia, de matemáticas, etc. y puede ser estudiado a distinto nivel
y durante el tiempo que exijan los intereses y la capacidad del grupo
seleccionado de alumnos. El principio metodológico de los «centros de
interés» implica una concepción de educación individualizada, vitalista,
naturalista y activa. La diferencia entre los centros de interés de Decroly
y los centros de aprendizaje de Howard Gardner reside en que para aquél
se construyen alrededor de unidades temáticas donde cada una agrupa contenidos
diversos, que tienen entre sí alguna relación. Dice Decroly que un centro
de interés puede incluir nociones de lenguaje, de ciencias naturales,
de historia, de geografía, de matemáticas, etc. En cambio, los centros
de aprendizaje, para Gardner, se organizan en torno a dominios y pueden
tener una duración, incluso, de un curso completo. Además, tienen una
ubicación física en el aula e incluyen una serie de materiales para trabajar
esos dominios, a través de una sucesión de actividades (Villa, 2002).
A continuación comentaremos cómo se organizaron en nuestro trabajo. En
definitiva, los centros de aprendizaje sirven para favorecer el desarrollo
de los puntos fuertes, paliar las lagunas identificadas, y, enseñar al
alumno a transferir y aplicar los conocimientos, habilidades y estrategias
a diferentes áreas de aprendizaje y a la vida cotidiana. El procedimiento
para crear los centros de aprendizaje se realizó de la siguiente manera:
a) Cómo trabajan los científicos. Este centro estaba destinado a la Inteligencia
Naturalista. Se creó un espacio en el aula con todas las actividades,
materiales, instrumentos y objetos relacionados con el aprendizaje de
las destrezas referidas a la inteligencia naturalista. El objetivo era
sensibilizar al niño con las tareas que exigen utilizar: la observación,
el planteamiento de hipótesis, la experimentación y el interés por los
fenómenos del mundo natural.
b) Aprender a ser músicos. En el centro o espacio del aula que servía
para trabajar todo lo relacionado con la Inteligencia Musical. Se creó
el centro de la música con los instrumentos personales que aportan los
niños: maracas, tambores, panderetas, flautas, etc. El objetivo consistió
en valorar las destrezas referidas al ritmo, tono y capacidad musical
en general.
c) Cómo utilizas tu cuerpo. Es el espacio que dedicamos a trabajar y
estimular los contenidos, habilidades y actitudes referidas a la Inteligencia
Corporal-Cinestésica. Este centro de aprendizaje se diseñó utilizando
materiales de este tipo: un magnetófono y cintas que recogían diferentes
ritmos musicales; objetos divertidos que estimulen el movimiento (aros,
marionetas, yoyoes, etc.) y objetos para lanzar como globos, sacos de
arena y espejos. La finalidad consistió en familiarizar a los niños con
el espacio y ayudarles a estar cómodos moviéndose en grupo. Se evaluaron
las habilidades referidas a la sensibilidad al ritmo, expresividad, control
corporal y generación de ideas mediante movimientos.
d) Ser un buen Cuentacuentos. Para diseñar el rincón de la Inteligencia
Lingüística se precisó de un tablero de historias (con un paisaje, personajes,
accesorios y una caja con figuras que representan personajes), dicho tablero
lo construyeron los niños. El objetivo era valorar las funciones lingüísticas
primordiales del niño; la estructura narrativa y la coherencia temática
cuando se cuenta una historia o cuento; el uso de la voz, del diálogo
y de los indicadores temporales que permiten ver si el niño utiliza los
conectivos lógicos que indican relaciones cronológicas entre acontecimientos
(antes, después, hasta, mientras, etc.); nivel de vocabulario y expresividad.
e) El mundo mágico de los números. Es el centro dedicado a la Inteligencia
Lógico-Matemática. Dicho centro se construyó con juegos de mesa que aportaron
los niños o construyen ellos mismos. Por ejemplo, se les pidió que construyeran
el juego del dinosaurio y el del autobús. Ambos sirven para valorar el
aprendizaje de reglas y su generalización, así como los procesos referidos
al razonamiento espacial, numérico y a la solución de problemas lógicos.
f) Cómo ser un líder. Este centro se creó para la Inteligencia Social
(Inter e Intrapersonal). El objetivo fue valorar la asunción de roles
sociales referidos al liderazgo, a la mediación entre compañeros cuando
surgen conflictos y a comprensión de sí mismos y de los demás. Los niños
aportaron ropas y accesorios para realizar juegos dramáticos; se diseñó
la maqueta del aula para que los niños aprendieran a asumir diferentes
roles y se identifiquen con los mismos; además, construyeron una televisión
con una caja grande de cartón que sirvió para realizar representaciones
divertidas que les permitía entender la perspectiva de diferentes personajes.
g) Construye tu carpeta de expresión artística. El centro de la Inteligencia
Visoespacial nos sirvió para evaluar las habilidades referidas a la percepción
artística; al nivel de representación (formas básicas, color e integración
espacial de los elementos de los dibujos); al grado de exploración sobre
el colorido y la dinámica de las formas y figuras; a la sensibilidad artística.
Los niños aportaban materiales como: ceras, pinturas, collages, papel,
tizas, pegamento, cintas adhesivas, retales de tela, tijeras, y materiales
para hacer modelado (arcilla, plastilina, etc.).
Estos espacios de aprendizaje permanecieron en el aula durante todo el
tiempo del proyecto de trabajo, de manera que los niños en sus tiempos
libres podían acudir a trabajar en el centro de aprendizaje que desearan.
Para potenciar que trabajasen en todos los centros y no sólo en aquellos
que mostraban mayores habilidades, el maestro les orientaba y animaba
a que trabajasen algunas actividades utilizando materiales y recursos
de diferentes inteligencias.
2. ESTILOS DE TRABAJO
El término “estilo de trabajo” se refiere a la manera que
manifiesta el alumno de enfocar el aprendizaje; es la interacción que
establece el niño con las tareas y situaciones del proceso de enseñanza-aprendizaje.
Los niños tienden a desarrollar unas preferencias estilísticas diferentes,
dependiendo de factores diversos como son la motivación, el bagaje cultural
y la edad.
El concepto de los estilos de trabajo estaría directamente relacionado
con la concepción del aprendizaje como un proceso activo, en tanto que
se entienda el aprendizaje como la elaboración por parte de un receptor
de la información recibida. Así, parece bastante evidente que cada individuo
elaborare y relacione los datos recibidos en función de sus propias características
personales y, porque no, contextuales.
Los distintos modelos y teorías existentes sobre estilos
de aprendizaje ofrecen un marco conceptual que, en parte, ayuda a entender
los comportamientos que se observan a diario en las aulas, como se relacionan
estos comportamientos con la forma en que aprenden los alumnos y el tipo
de actuaciones que pueden resultar más eficaces en un determinado momento.
Pero la realidad siempre es mucho más compleja que cualquier teoría. La
forma en que se elabore la información y se aprenda variará en función
del contexto, es decir, de lo que se esté tratando de aprender, de tal
forma que la propia manera de aprender puede variar significativamente
de un dominio de conocimiento a otro. Además, se puede considerar que
esta manera propia de aprender evoluciona y cambia al igual que lo hace
el mismo individuo.
La Escuela de las Inteligencias Múltiples, que apuesta por
la diversidad, tiene en cuenta que los individuos difieren en la forma
en que afrontan una tarea, pero que estas variaciones no reflejan directamente
niveles de inteligencia o patrones de aptitudes especiales, sino más bien
“maneras preferidas” por los individuos para procesar y organizar la información
y de responder a los estímulos del entorno. En el marco de la teoría de
las Inteligencias Múltiples, los estilos de trabajo de una persona son
sus inteligencias puestas a trabajar; las manifestaciones pragmáticas
de las inteligencias funcionando en contextos naturales de aprendizaje
(Armstrong,1994). Por ejemplo, un niño que manifiesta un potencial de
una buena Inteligencia Viso-Espacial, puede mostrar una preferencia por
aprender las cosas nuevas por medio de imágenes, dibujando, trabajando
con materiales de construcción tridimensionales, videos y programas informáticos
que contengan gráficos. Es, pues, el estilo o preferencia estilística
la que permite al profesor la conveniencia de diseñar actividades adecuadas
a dichos estilos de aprendizaje.
El estilo de trabajo y el contenido del área en la que destaca
un alumno, puede ser usado por los profesores para implicarle en tareas
propias de áreas en las que no destaque. Por ejemplo, un niño que manifieste
claros intereses y aptitudes por la música, su punto fuerte, puede encontrar
más atractivas otras actividades de aprendizaje si se le presentan a través
de la música; además, podría utilizar mejor sus habilidades y destrezas
en este ámbito para favorecer otras inteligencias, por ejemplo, trabajando
sobre un texto relacionado con la historia y evolución de la música desarrollará
su inteligencia lingüística.
Para Thomas Amstrong (1994) los estilos de trabajo son manifestaciones
pragmáticas de las inteligencias que funcionan en contextos naturales.
Para determinar la consistencia de esta afirmación se han diseñado la
escala de estilos propuesta por los autores de la teoría de las Inteligencias
Múltiples, Gardner y colaboradores (1998,a). Nuestro trabajo ha consistido
en validar dicho inventario de estilos de trabajo, que pasamos a comentar.
3. ESTUDIO EMPÍRICO
En este apartado se establecen los objetivos del trabajo
y se analiza el procedimiento llevado a cabo con una muestra de 237 alumnos,
pertenecientes a colegios públicos y concertados de la Región de Murcia.
Se analizan los resultados obtenidos en relación a los estilos de trabajo
y las IM.
3.1. Objetivos
Los objetivos de partida planteados para este estudio han
sido el siguiente:
1. Comprobar la validez estructural de las escalas estilísticas propuestas
por el modelo de las Inteligencias Múltiples.
2. Determinar la fiabilidad de los resultados aportados por el protocolo
de evaluación de los estilos de trabajo.
3.2. Método
3.2.1. Participantes
Este estudio se ha llevado a cabo con 237 alumnos, de los
cuales son 120 niños y 117 son niñas. Estos alumnos pertenecen a un
total de 7 Centros de Educación Infantil y Primaria, ubicados en el término
municipal de Las Torres de Cotillas, tanto de carácter público como concertado.
El contexto sociocultural de este entorno en el que se ubican los centros,
se podría considerar medio y medio-bajo. Se trata de un pequeño núcleo
urbano situado en el centro geográfico de la Región de Murcia. Su economía
se sustenta en los sectores primario y secundario de producción.
3.2.2. Instrumentos
Los instrumentos empleados en esta investigación han sido los siguientes:
Actividades de evaluación de las Inteligencias Múltiples.
Para la evaluación de las Inteligencias Múltiples se emplearon
11 actividades. El objetivo de las mismas es evaluar los conocimientos,
habilidades, actitudes y hábitos de trabajo de todas las inteligencias
que conforman el modelo de las Inteligencias Múltiples. Estas actividades
han sido extraídas del proyecto Spectrum y se han adaptado y contextualizado
para niños de Educación Infantil y Primaria (Ballester, 2001).
Invetario de estilos de trabajo
Consiste en un protocolo de observación donde se recogen
los diferentes tipos de estilos de trabajo que manifiesta el niño durante
el proceso de evaluación (Gardner y cols. 1998,a). El protocolo inicial
del proyecto Spectrum fue revisado y adaptado por el grupo de investigación
de la Universidad de Murcia. Se observó que los niños diferían en el grado
que mostraban o no esos estilos, por lo que se decidió añadir a ese protocolo
inicial una escala tipo Likert que reflejara oscilaciones de 1 a 4, precisando
la observación y evitando la “conocida” tendencia a utilizar puntuaciones
centrales. Este protocolo (ver fig. 1) se ha utilizado para cada inteligencia
(8 inventarios) y ha sido cumplimentado acorde con las apreciaciones de
los distintos observadores que participaban en el desarrollo de las actividades
encaminadas a la evaluación de una misma inteligencia (Ferrándiz, 2000;
Ballester, 2001).
.
Figura 1. Protocolo de observación de los estilos de trabajo
En definitiva, el objetivo de este protocolo es valorar el
grado con el que los participantes afrontan las distintas maneras de trabajar
en cada una de las inteligencias. Estas maneras o estilos de trabajo se
definen mediante los siguientes ítems: el niño o la niña se muestra dispuesto
a engancharse en la actividad, seguro, alegre/juguetón, atento/a, persistente,
reflexivo, trabaja rápidamente y hablador/a.
3.3. Variables
Las variables objeto de análisis han sido agrupadas en escalas
referidas a las variables estilos de trabajo de cada una de las siete
inteligencias, agrupando las inteligencias Intra e Interpersonal. Estas
escalas presentan un total de 64 variables que identifican ocho rasgos
estilísticos propios de cada inteligencia. Recuérdese que estos rasgos
se midieron en una escala tipo Likert con valores de entre 1 y 4 para
cada inteligencia evaluada (Navarro López, 2002).
3. 4. Hipótesis de trabajo
Las hipótesis propuestas como partida y que dotan de significado al análisis
de datos son:
1. Existen correlaciones significativas entre las variables o rasgos
estilísticos de una misma escala.
2. Las correlaciones entre variables conforman factores que se identifican
con las distintas escalas estilísticas.
3. Las escalas estilísticas resultantes son independientes, no están
correlacionadas entre sí.
4. Estas escalas demuestran ser consistentes y fiables.
3. 5. Análisis de datos
Por la naturaleza del estudio –esto es, por tratarse de una
investigación descriptiva-, se utilizó un análisis factorial y un análisis
de fiabilidad.
Se procedió a un análisis factorial con el fin de identificar
variables subyacentes, o factores, que explicaran la configuración de
correlaciones dentro del conjunto de variables observadas y recogidas
en la escalas de estilos de trabajo intelectual. Se pretendía una reducción
de los datos de cara a identificar un pequeño número de factores que explique
la mayoría de la varianza observada en el número total de variables expuestas.
Dentro de las posibilidades que ofrece el análisis factorial, se optó
por el método de análisis de componentes principales (ACP) con rotación
Varimax. El objetivo que se perseguía era pasar de un conjunto de variables
que aparentemente se encuentran correlacionadas entre sí a un nuevo conjunto
de factores o variables, combinaciones lineales de las originales, que
estén incorrelacionadas.
Con apoyo en la medida de adecuación muestral KMO y la prueba de esfericidad
de Bartlett se comprobó si tiene sentido proceder a un análisis factorial.
La rotación ortogonal de los factores Varimax permitió minimizar el número
de variables con saturaciones altas en un factor para obtener una solución
más interpretable, en el sentido de que las variables fuertemente correlacionadas
entre sí suelen presentar saturaciones altas sobre un mismo factor y bajas
sobre el resto.
El segundo tipo de análisis realizado es un análisis de fiabilidad
que permite estudiar las propiedades de las escalas de evaluación y de
los elementos que las constituyen. Este análisis calcula un número de
medidas de fiabilidad de escala y proporciona información sobre las relaciones
entre elementos individuales de la escala. El modelo de fiabilidad al
que se recurrió es el modelo Alpha de Cronbach por tratarse de un modelo
de consistencia interna que se basa en la correlación interelementos promedio.
4. RESULTADOS E INTERPRETACIÓN
En este apartado, se presentan los resultados obtenidos en los análisis
factorial y de fiabilidad aplicados sobre las escalas de estilos de trabajo
intelectual.
El análisis factorial practicado sobre las 64 variables referidas a estilos
de trabajo propios de cada inteligencia, muestra en primer lugar una excelente
adecuación de datos a un modelo de análisis factorial. El estadístico
KMO refleja un valor muy próximo a la unidad (0.835). Cobra sentido el
análisis factorial propuesto, en la medida en que la prueba de esfericidad
de Bartlett no se muestra significativa en considerar las variables de
partida como incorrelacionadas.
En la tabla 1 de varianza total explicada se puede apreciar como los
12 primeros componentes resumen el 73,734% de la variabilidad total. Se
destaca también que los 7 primeros componentes son capaces de explicar
hasta un 54,309% la variabilidad de las medidas recogidas en referencia
a estilos de trabajo intelectual.
Tabla 1. Varianza total explicada
|
Componente
|
Autovalores
iniciales
|
Suma
de las saturaciones
al cuadrado
de la rotación
|
Total
|
% de
la
varianza
|
% acumulado
|
Total
|
% de
la varianza
|
% acumulado
|
1
|
10,203
|
18,219
|
18,219
|
5,065
|
9,045
|
9,045
|
2
|
5,519
|
9,855
|
28,075
|
4,867
|
8,691
|
17,735
|
3
|
4,458
|
7,960
|
36,035
|
4,858
|
8,676
|
26,411
|
4
|
4,118
|
7,353
|
43,388
|
4,369
|
7,803
|
34,214
|
5
|
3,659
|
6,534
|
49,922
|
3,971
|
7,091
|
41,305
|
6
|
2,978
|
5,317
|
55,240
|
3,686
|
6,583
|
47,888
|
7
|
2,805
|
5,009
|
60,249
|
3,596
|
6,421
|
54,309
|
8
|
2,546
|
4,547
|
64,796
|
2,810
|
5,018
|
59,327
|
9
|
1,465
|
2,616
|
67,411
|
2,258
|
4,033
|
63,360
|
10
|
1,336
|
2,386
|
69,797
|
2,191
|
3,912
|
67,272
|
11
|
1,178
|
2,104
|
71,901
|
1,926
|
3,439
|
70,711
|
12
|
1,026
|
1,833
|
73,734
|
1,693
|
3,023
|
73,734
|
Tras aplicar el análisis de componentes principales se extrajeron
12 componentes que, al ser rotados y normalizados, generaron la matriz
de componentes que a continuación se presenta en la tabla 2.
La matriz de componentes rotados con relación a los estilos
de trabajo propios de cada una de las inteligencias, refleja una gran
saturación en las 7 primeras componentes. Centrando la atención en las
variables que se agrupan en torno a cada uno de los 7 primeros factores
resultantes, se puede apreciar que se trata de la mayor parte de los rasgos
estilísticos propios de cada escala o inteligencia. Se puede observar,
por ejemplo, que en la componente 1 saturan las ocho variables tipo ES_IL
o rasgos estilísticos de trabajo propios de la Inteligencia Lingüística.
Lo mismo ocurre en la componente 3 con los estilos de trabajo particulares
de la Inteligencia Matemática (variables tipo ES_IM).
Tabla 2. Matriz de componentes rotados: estilos de trabajo
Con estos resultados se puede afirmar que existe una determinada
forma de trabajar asociada, de modo particular, a cada inteligencia. Así,
sobresalen unos determinados rasgos estilísticos sobre otros en la medida
en que trabajemos desde una u otra inteligencia. Estos rasgos son propios
e independientes, no tanto en la nomenclatura que se utilice como en el
nivel cualitativo en que se manifiesten. Sería razonable pensar que un
estudiante se encuentre muy motivado hacia una tarea propia de un determinado
dominio inteligente y como consecuencia se muestre altamente seguro,
muy atento, persistente e implicado en la actividad; y que ese mismo estudiante,
aprecie otra tarea peculiar en otro dominio como aburrida y se muestre
poco dispuesto a engancharse en la actividad, disperse su atención y trabaje
de forma más lenta que en la tarea anterior.
Como se ha comprobado, el modelo de las Inteligencias Múltiples
posee una estructura interna multifactorial en lo que a estilos de trabajo
se refiere, tal como queda delimitada por el análisis efectuado.
La consistencia de las escalas estilísticas viene confirmada
por los resultados obtenidos en los análisis de fiabilidad. El modelo
de fiabilidad Alpha de Cronbach arroja los índices reflejados en la tabla
3.
Escala
Estilística
|
Nº
Items
|
Alpha
|
Nº
Casos
|
Naturalista
|
8
|
,8548
|
237
|
Corporal
|
,8727
|
Viso-Espacial
|
,8742
|
Matemática
|
,9045
|
Musical
|
,8738
|
Lingüística
|
,9104
|
Social
|
,8373
|
Tabla 3. Cocientes de fiabilidad Alpha en las escalas estilíticas
En la tabla anterior se puede apreciar valores muy altos (superiores
a 0,83), lo que hace pensar en escalas altamente consistentes y fiables.
5. Discusión y conclusiones
Los resultados de nuestro estudio sobre los estilos de trabajo, ponen
de manifiesto que el análisis factorial apoya la existencia de distintas
maneras de aprender ligadas a cada inteligencia postulada por Gardner
y colaboradores (1998,a).
La consistencia interna de cada uno de los factores, que muestran los
análisis de fiabilidad, viene a reforzar los resultados del análisis factorial,
mostrando, en conjunto, que los resultados empíricos obtenidos reproducen
muy bien el compendio estilístico de las Inteligencia Múltiples.
El constructo estilo de trabajo se refiere de forma general al enfoque
que un alumno puede aplicar por igual a una amplia gama de contenidos.
Mientras que el concepto de inteligencia es la capacidad que se centra
en unos contenidos específicos. Por tanto, un alumno puede manifestar
un estilo reflexivo cuando trabaja tareas que exigen utilizar habilidades
de interacción personal (inteligencia social), pero ser impulsivo cuando
trabaja contenidos referidos al dominio matemático.
En definitiva, la teoría de las Inteligencias Múltiples es un modelo
cognitivo que busca describir cómo los individuos usan sus inteligencias
para resolver problemas y crear productos. A diferencia de otros modelos,
orientados hacia los procesos, el enfoque de Gardner está dirigido especialmente
a la forma en cómo opera la mente humana con el contenido del mundo.
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