Necesitamos
Elaboramos
MARACAS: Una vez vacías las latas, se rellenan con unas cuantas semillas o piedrecitas. Se tapa el orificio con cinta adhesiva y después se decoran pegando papelitos de colores. TAMBORES: Unicamente se tienen que decorar las cajas de cartón dejando libre la imaginación. PLATILLOS: Quizá sea lo más difícil de decorar. Lo podemos hacer con pintura de dedos y el exterior se puede adornar con motivos hechos de plastilina (para pegarlos necesitaremos un pegamento o cola para que se sujeten bien).
Previamente al juego, cada niño elaborará su instrumento. Los dividiremos en tres grupos, los miembros de cada grupo harán un tipo de instrumento: un grupo se dedicará a maracas, otro a platillos y el tercero a tambores.
También podemos dejarles elegir el instrumento a elaborar pero de esta manera existe la posibilidad de que algún instrumento no sea elegido por nadie.
¿Cómo jugamos?
Se colocan todos los instrumentos en el centro de la sala y por las esquinas círculos hechos de papel o cartulina (habrá tantos círculos como instrumentos). En cada círculo estará el dibujo de uno de los tres instrumentos de tal manera que si hay 3 maracas, 4 tambores y 2 platillos, los círculos serán 3 con el dibujo de maraca, 4 con el dibujo de tambor y 2 con el dibujo de platillos.
Comienza la música y los niños bailan alrededor de los instrumentos al ritmo que ésta marque. Cuando la música pare de sonar, cada niño coge un instrumento (puede ser uno distinto al que él hizo) y acude a uno de los círculos en el que aparezca este instrumento dibujado (cada círculo sólo puede estar ocupado por un niño). Una vez situados en los círculos, todos juntos tocarán su instrumento siguiendo un ritmo que marque el profesor con palmas. Cuando la música comience a sonar de nuevo, volverán a dejar el instrumento en el centro y bailarán alrededor siguiendo el mismo proceso anterior pero quitando ahora uno de los círculos del suelo. Por tanto cuando vuelvan a ocuparlos uno de los niños quedará sin sitio. Este niño pasará a ser el encargado de quitar y poner la música y de inventar el ritmo que todos tienen que seguir.
Así sucesivamente iremos quitando círculos y los niños eliminados irán ayudando al primero que salió. El ganador será el que resista hasta el final, al que se le obsequiará con un aplauso y una canción elegida entre todos.
Podemos hacer, como cierre del juego, una asamblea final donde cada uno cuente cómo ha vivido el juego, qué instrumento le ha gustado más, qué sonido le resulta más agradable, … y además todos juntos nos daremos un aplauso por haberlo pasado tan bien y por participar. Tablón de notas
Inteligencias que trabajan
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