La Inteligencia Emocional, base
de las inteligencias Luis Fernando Ramírez Director, Centro para el Desarrollo de la Inteligencia Asunción, Paraguay |
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En toda época el ser inteligente gozó de buen Status, la palabra inteligente siempre fue reconocida y aceptada como algo valioso, aunque no siempre coincidamos con los que decimos cuando decimos Inteligente. Para algunos la inteligencia es una sola y le corresponde un carácter general ( G) y otro secundario (S ), puede ser medida y representada a través de un CI, sin embargo, otros hablan de capacidad de resolver ecuaciones diferenciales, algunos prefieren decir que es la aptitud para organizar los comportamientos, descubrir valores, inventar proyectos, mantenerlos, ser capaz de liberarse del determinismo de la situación, solucionar problemas y plantearlos. Otros prefieren hablar de la representación en un sistema de símbolos, que pueden ser múltiples donde la cultura y lo afectivo cumplen un papel trascendente. Desde una mirada biológica la inteligencia es la capacidad de participar en la creación y/o ampliación de dominios consensuales de coherencia conductual con otro o consigo mismo. Con tantas definiciones, posibilidades o acepciones necesariamente cuando decimos “Ser inteligentes” tenemos que ponernos de acuerdo. ¿Qué plantearíamos hoy como Inteligencia de los niños y niñas? Existen algunos puntos de inicio en esta reflexión: En tanto seres humanos a menos que haya un daño del sistema nervioso por alguna circunstancia patológica somos todos igualmente inteligentes: Esto es una condición básica. Las distintas emociones tienen consecuencias diversas en el vivir inteligente y la única emoción que amplía el vivir inteligente porque lo hace posible en todas las dimensiones relacionales en cada circunstancia es el amor.(1) Los niños y las niñas comienzan la tarea inacabable del aprendizaje del mundo que le rodea a través de los medios que están a su disposición, que, en esta etapa de la vida son las sensaciones más elementales como por ejemplo el tacto y el sonido. La forma en que los bebés aprenden a atender, a discriminar y a integrar estas sensaciones se conoce desde hace bastante tiempo. A medida que la experiencia del bebe avanza las impresiones sensoriales se van asociando progresivamente a los sentimientos. Esta codificación dual de la experiencia constituye la clave para comprender la forma en que las emociones organizan las capacidades intelectuales y crean, realmente un sentido de si mismo. Los seres humanos ya comenzamos a asociar los fenómenos y los sentimientos al principio de nuestra existencia. Los bebes de escasos días reaccionan emocionalmente ante las sensaciones prefiriendo por ejemplo la voz o el perfume de mamá al de otros, succiona en forma más vigorosa cuando le ofrecemos líquidos dulces de buen sabor, así con algunas personas se mostrarán mas alegres e interesados que con otras, etc . Existen diferencias en la manera que los individuos experimentamos y procesamos la información sensorial. A medida que el niño va creciendo y explorando, cada vez más el mundo que le rodea, las emociones les ayudan a comprender incluso lo que parecen relaciones físicas y matemáticas. Nociones tan sencillas como caliente, frío puede que sólo parezcan sensaciones puramente físicas, pero el niño aprende “demasiado caliente”, “demasiado frío” “ temperatura correcta” a través de baños placenteros o desagradables, biberones fríos o en su “punto” y demasiada o muy poca ropa, en otras palabras a través de sensaciones codificadas por sus respuestas emocionales. Percepciones algo más complejas como grande o pequeño, más o menos, aquí o allá tienen un origen similar. “ Mucho” es algo más de lo que hace feliz a un niño.” “demasiado pequeño” es menos de lo esperado. “Más” constituye otra dosis de placer o, a veces, de malestar. “ Cerca” significa estar acurrucado junto a mamá en la cama, después un frustrante compás de espera. Los conceptos abstractos y aparentemente independientes, incluso aquellos que constituyen la base de las hipótesis científicas más teóricas también reflejan en el fondo las vivencias que experimenta un niño y una niña . Los matemáticos y físicos manejan complicados símbolos para representar el espacio, el tiempo y la cantidad, pero antes tuvieron que comprender el sentido de estás entidades: cuando de pequeños, gateaban hacia la esquina opuesta de la sala en busca de un juguete, o esperaban a su madre para que les llenara el vaso de jugo, o se imaginaban cuántas galletas podrían comer hasta que les doliera el estómago. La ideas se van elaborando a partir de las exploraciones lúdicas de la imaginación para posteriormente traducirse al riguroso lenguaje matemático. Cada percepción sensorial forma parte de un código dual. La calificamos tanto por sus características físicas como por las experiencias emocionales asociadas a ella. Si prestamos atención a nuestro cuerpo casi siempre percibiremos una tonalidad emocional. Nuestros cuerpos están involucrados en su totalidad. Nuestras emociones son generadas y puestas en escena por medio de las expresiones y los gestos que llevamos a cabo con los sistemas musculares voluntarios de nuestras caras, brazos y piernas: sonrisa, fruncimiento del entrecejo, caídas, señales con la mano, etc. La musculatura involuntaria de nuestros intestinos y de nuestros órganos internos también desempeña un papel importante; nuestros corazones parecen golpear nuestros pechos o nuestros estómagos parecen registrar esa sensación de “mariposa” propia de los estados de ansiedad. Los afectos tales como el entusiasmo, el deleite y la ira están controlados básicamente por el sistema voluntario. Otros, incluyendo el miedo, el placer sexual, la añoranza y el duelo, son en gran medida, involuntarios. Algunas respuestas como el estado de alerta ante la lucha o la huida , estimuladas por la adrenalina, nos afectan de una forma más global y pertenecen a aquellas partes del sistema nervioso formadas en fases precoces de la evolución. Todas las personas nos transformamos de distintas maneras en nuestro cotidiano vivir, aunque de la misma clase nuestras estructuras iniciales son diferentes, marcadas por historias distintas, modos de vida también diferentes. Es fácil imaginar que las diferencias en la constitución inicial de los niños implique habilidades posiblemente distintas. Pero lo que no podemos dejar de ver es que la constitución inicial de los niños y las niñas es esencialmente igual en el ámbito de la inteligencia. Desde el punto de vista de la Inteligencia todos somos igualmente inteligentes y las diferencias, si las hay, se deben a alteraciones del crecimiento normal del sistema nervioso por aspectos genéticos nutricionales o traumáticos. En la vida cotidiana generamos situaciones que restringen el operar inteligente de las personas, particularmente de los niños y niñas, al minar su respeto por si mismo en la continua desvalorización de sus conductas, con críticas, control continuo de la desconfianza, exigencias ciegas a la circunstancia que viven. Un niño o una niña que crece con respeto por sí mismo puede aprender cualquier cosa, y adquirir cualquier habilidad si lo desea. El marco biológico: ¿Qué tipo de emoción les describo ( de miedo quedaría si estuviera ausente la sensación ) cuando hablo de pulso acelerado , respiro afanoso, labios trémulos, extremidades débiles , carne de gallina y ruidos intestinales? Me resulta imposible pensar lo del pecho, el enrojecimiento facial, la dilatación de la nariz, los dientes trabados, ningún impulso vigoroso y en cambio miembros laxos, respiración pausada y rostro plácido. ¿Cómo puedo imaginar un estado de rabia y no sentir la ebullición? PERCIBIR ES: ASIMILAR LOS ESTIMULOS DÁNDOLES UN SIGNIFICADO. La percepción nos proporciona información sobre las cosas. Percibir es dar significado a un estimulo. La cosa se puede ver como amenaza o como placer ( conexión con el ejercicio de poner los brazos en el hombro del compañero de al lado). Comprendo una acción cuando conozco sus motivos y explico una acción cuando la describo. Comprendo cuando lo incluyo en un concepto mas amplio. El conocimiento consiste en que lo ajeno se convierte en lo propio. Conocer es comprender, es decir aprehender lo nuevo con lo ya conocido. EL CONCEPTO Cuando la información perceptiva puede manejarse concientemente en ausencia del estímulo alcanza un nuevo estatuto. Se interna con decisión en el campo conceptual. Emociones Primarias Las emociones primarias ( innatas, preorganizadas, jamesianas) dependen del sistema límbico, siendo sus principales actores las amígdalas y la corteza singular anterior. La respuesta emocional primaria puede lograr algunos objetivos útiles : ocultarse rápidamente ,mostrar enojo hacia un competidor...... No es que los humanos estemos obligatoriamente cableados para sentir miedo , al Oso o al águila ( arañas o serpientes). Quizás si se pueda dar una manera de percibir ciertas características y estímulos externo/ interno, aisladas o combinadas como ejemplo el tamaño, el tipo de movimiento, ruidos, etc. Es probable que estas características sean procesadas individualmente o colectivamente y con posterioridad detectadas por algún componente del sistema límbico, por ejemplo la amígdala, que gatilla la acción de una estado corporal característico de la emoción miedo para luego producir el procesamiento cognitivo. Esta respuesta emocional primaria tiene algunas ventajas, ocultarse rápidamente ante el depredador, por ejemplo, mostrar enojo ante un competidor, etc. El proceso no concluye con los cambios corporales que definen a una emoción. El paso siguiente es sentir la emoción, vinculada con la cosa que la estimuló. Así tenemos dos comportamientos Uno : Innato, incontrolado, no destinado específicamente a la situación. Dos : Lo segundo se basa en la experiencia y está destinado a X. Conocer a x te permite anticipar los acontecimientos predecir probabilidades. Esto puede tener una lado positivo, ejemplo ser precavido. El sentir tus emociones equivale a estar consciente, te ofrece una respuesta flexible basada en la historia particular de tus interacciones con el medio ambiente. Aunque se necesiten dispositivos innatos para hacer andar el entendimiento, los sentimientos nos ofrecen algo más. Estas emociones primarias dependen del sistema límbico, siendo sus principales actores la amígdala y la corteza singular anterior. Emociones Secundarias Imaginemos por un instante que te encuentras con gran amigo que hace muchos años no ves, ......examina.... o en el caso que se te comunique la inesperada muerte de un compañero de trabajo. Aunque solamente sea en la imaginación, produzcamos el encuentro con un gran amigo...... ¿Se ha producido algún cambio en el estado físico? Puede que el corazón se te acelere , que te ruborices, que los músculos faciales cambien para expresar felicidad y que la musculatura restante se afloje o en el otro caso, probablemente, se te contraiga el vientre, se te tense la musculatura especialmente cuello y espalda, palidezcas, etc. En ambos casos, se producen alteraciones viscerales (corazón, pulmón, piel, tripas) musculoesqueléticos, endocrino-glandulares. El sistema inmune también se modifica, las arterias, los vasos. Ejemplo: una cama de agua. ¿Qué nos pasa en el organismo? Lo primero se inicia con las consideraciones deliberadas o conscientes que se tiene de una persona o situación. Estas consideraciones se expresan como imágenes mentales organizadas en un proceso de pensamiento y se refieren a una gama amplia de relaciones con la persona o situación. El sustrato neural de esas imágenes es una colección de representaciones topográficamente organizadas que suceden en diferentes capas corticales sensoriales primarias (visión, auditivas y otras). En un segundo nivel, no consciente, las redes de la corteza prefrontal responden automática e involuntariamente a las señales derivadas del procesamiento de las imágenes mencionadas. Esta respuesta prefrontal surge de adaptaciones anteriores que parten de tu experiencia individual. En otras palabras, deriva de representaciones adquiridas. Tercero
Esta respuesta involuntaria y automática es señalada a la amígdala y la corteza circular anterior. En estas regiones la reacción se produce: a) Activando núcleos del sistema nervioso autónomo. b) Despachando señales al sistema motor. ( expresión facial , o postura corporal) c) Activando el sistema endocrino y péptido, cuyas acciones químicas alteran el estado del cuerpo y el cerebro. d) Núcleo de neurotrasmisores en el tallo cerebral y prosencefálico basal. Los cambios causados por (a), (b), (c) afectan al cuerpo determinando un estado corporal emocional. Los cambios causados en (d) no surgen en el cuerpo propiamente sino en un grupo de estructuras del tallo cerebral a cargo de la regulación corporal y tienen un impacto en los estilos y eficacia de los procesos cognitivos constituyendo una ruta paralela para la ruta emocional. Por tanto, resumiendo: La EMOCION: La emoción es la combinación de un proceso de valoración mental, simple o complejo, con respuestas a ese proceso que emanan de las representaciones disposicionales, dirigidas principalmente hacia el cuerpo propiamente tal. SENTIMIENTONo todos los sentimientos se relacionan con una emoción. En estado de vigilia y atención todas las emociones generan sentimientos, pero nos todos los sentimientos tienen su origen en las emociones. Los sentimientos de fondo son los que no se originan en las emociones. Sentimientos de emociones. Todos los cambios que un observador externo puede identificar, y muchos que no puede (internos). Si una emoción es una colección de cambios en el estado de un sistema específico del cerebro, la esencia de sentir una emoción es la experiencia de dichos cambios en yuxtaposición con las imágenes mentales que iniciaron el ciclo. Un sentimiento depende de la yuxtaposición de una imagen del cuerpo propiamente tal con una imagen de alguna otra cosa, como la imagen visual de un rostro o la auditiva de una melodía. El sustrato de un sentimiento se completa con los caminos en los procesos cognitivos que son simultantemente inducidos por sustancias químicas. Ejemplo: La esencia de la tristeza o alegría es la percepción combinada de determinados estados corporales con pensamientos que le yuxtaponen complementada con una modificación en el estilo y eficiencia de los procesos de pensamiento. Durante los estados corporales negativos, la generación de imágenes es lenta, pequeña su diversidad, e ineficiente el razonamiento; durante estados corporales positivos la generación de imágenes es veloz y variada, en tanto que el razonamiento es rápido, si bien no necesariamente eficiente. Los sentimientos basados en las emociones más comunes son alegría, tristeza, ira, miedo, asco. Con estos sentimientos basados en las emociones la atención se fija sustancialmente en señales corporales y parte del paisaje corporal se mueve desde el fondo hacia el primer plano de nuestra atención. Un segundo tipo de sentimientos son variaciones de las anteriores, en sutiles estados por ejemplo euforia y éxtasis son variaciones de la alegría. Melancolía y pesadumbre de la tristeza; pánico y vergüenza del miedo. Este grupo de sentimientos es afinado por la experiencia. Aquello que nos permite experimentar matices de remordimiento, vergüenza, venganza..... en la conexión entre un contenido cognitivo intrincado y la variación de un perfil de estado corporal preorganizado. Sentimientos de emociones universales básicas Sentimientos de emociones universales sutiles Sentimiento de fondo Los sentimientos de fondo no son ni demasiado negativos ni demasiado positivos , si bien se los puede percibir como placentero o displacenteros. Es muy posible que sean estos los sentimientos que más experimentamos en la vida. El sentimiento de fondo es nuestro paisaje corporal cuando no está sacudido por la emoción. En este marco la inteligencia es : Es la capacidad de recibir información ,valorarla y producir respuestas eficaces. El creador selecciona si propia información, dirige su mirada sobre la realidad Se fija sus propias metas. • La inteligencia prolonga la realidad. • Paradoja : Manejamos la realidad mediante irrealidades. • La inteligencia humana es la inteligencia animal transfigurada por la libertad. La libertad es la elemental capacidad de guiar la atención, iniciar un movimiento, dirigir la mirada, elaborar un plan y mantenerlo en la conciencia, evocar un recuerdo. La libertad es una posibilidad. La creación de novedades es una exclusiva humana. Mediante la mirada extraemos datos de la relidad. Esto significa percibir: tomar (coger) Tomamos de nuestro alrededor lo que nos interesa, nuestro ojo no es un ojo inocente esta dirigido por nuestros deseos y proyectos. La mirada inteligente anticipa, previene, utiliza información sabida, reconoce e interpreta. Los monos presentan incapacidad de modificar el campo sensorial. Por el contrario el niño adquiere pronto una cierta independencia del entorno. Aprende a planificar y sus metas e intereses determinan lo que va a ver. Vemos desde la memoria, percibimos desde el lenguaje. Las emociones modulan el operar de la inteligencia como un aspecto concreto del convivir, y abren o cierran los caminos para la consensualidad en la vida cotidiana. Así la envidia, el miedo, la ambición, la competitividad, restringen la conducta inteligente porque estrechan la mirada y la atención. Solo el amor amplía la mirada en la aceptación de si mismo tanto como de la circunstancia que se vive, expandiendo la posibilidad de operar inteligente. Esto lo vemos en la vida cotidiana, cuando decimos de alguien que está ciego de ambición, o de envidia o de competitividad o de miedo. Veamos como funciona esto desde los primeros años de vida. Los niveles que detallo a continuación son etapas no cerradas o acabadas sino caminos procesos que deber realizar los niños y las niñas y muchas veces los adultos. El no llegar a desarrollar estos estadios puede entorpecer el escenario emocional , la visión de si mismo. PRIMER NIVEL Implica aprender a organizar las sensaciones. De una mezcla de sonidos imágenes, olores, sensaciones táctiles, comienzan a surgir diferentes patrones. La seguridad básica se asienta sobre la capacidad de descifrar sensaciones y planificar acciones. Esta seguridad primaria constituye la base de los niveles posteriores. El niño que es capaz de estar atento y tranquilo ha dado ya un primer y gigantesco paso en su camino hacia el pleno desarrollo de su potencial humano. Es evidente que las personas alcanzamos distintos niveles, en las distintas etapas. Cada niño comprende y reacciona a cada una de las sensaciones de una forma característica e individual. Cuando los niños desarrollan la capacidad reguladora y comienzan a organizar sus sensaciones, pueden utilizar estas habilidades para adquirir aquellas experiencias sobre las que construirán su identidad. SEGUNDO NIVEL: INTIMIDAD Y RELACION Con la capacidad de establecer relaciones surge ahora, la capacidad de registrar emocionalmente, su toma de conciencia respecto a la presencia de una persona extraña. En poco tiempo más estará preparada para establecer relaciones intimas con sus seres queridos. De la primeras interacciones tan potentes entre el padre embelesado y apasionado al que el bebé corresponde con enorme entusiasmo. De esta relación se desprende un sentido de solidaridad humana que más adelante puede convertirse en la capacidad para sentir empatía y amor. A medida que más experimente relaciones con personas distintas, experimenta niveles de profundidad e intimidad. Sin cierto grado de seducción incondicional por al menos un adulto que lo quiera, el niño o la niña quizás no sienta nunca la poderosa embriaguez que resulta de la intimidad humana, nunca se deje llevar por el magnetismo de las relaciones humanas, nunca vea a las demás personas como seres humanos íntegros, capaces de sentir lo que él. Un niño o niña con este escenario es capaz de replegarse sobre si mismo o de convertirse en un individuo insensible, egocéntrico, agresivo, capaz de hacer daño sin escrúpulos. Se da paso a la capacidad de disfrutar de la humanidad, dicho de otra forma, la intimidad compartida. Es en este momento donde el si mismo existe en relación a los demás, ahora disfruta de la intimidad compartida. TERCER NIVEL INTENCIONALIDAD Los niños comienzan a percatarse que existe un intercambio con los demás, que las acciones con las que se mueven tienen dos direcciones. El hábito de comunicarse comienza y se extenderá para toda la vida. Las conductas y las emociones estas estrechamente vinculadas a las consecuencias físicas como recibir un abrazo o escuchar un comentario cariñoso en respuesta. El si mismo intencional. Las emociones y sensaciones llevan unos diálogos cada vez más ricos y diferenciados . El niño o niña empieza a esbozar un sentido de si mismo como ser diferencial. CUARTO NIVEL INTENCIÓN E INTERACCION Una vez que el niño o la niña asocia sensaciones y emociones a una acción voluntaria, puede avanzar hacia la interacción social. A medida que avanza el niño o niña, va distinguiendo las diferentes expresiones faciales, posturas corporales, discriminar emociones básicas, que representan seguridad, etc. También lentamente va graduando su interrelación con los demás , desconfiando o alejándose de situaciones amenazadoras. El puede responder a las personas en función de su conducta. Así mucho antes de adquirir el lenguaje simbólico ha construido una habilidad básica que le permitirá aprender valores, normas y virtudes. Están dotados de un super sentido que les permite descifrar la letra pequeña de sus reacciones emocionales ante los acontecimientos del día a día. El sentido de si mismo preverbal Su sentido de si mismo esta más organizado y se ha hecho más complejo, lo que permite una mayor organización. La felicidad ya no constituye un conjunto de sensaciones fragmentadas, sino diferentes experiencias entrelazadas. A los 15 meses aparece una sutileza en la relación, cosa que hasta entonces no ocurría, si el niño se enfada con alguien es posible que no perciba que hace un instante estaba jugando con esa persona tan felizmente. Sin embargo, en esta etapa se inicia una incipiente toma de conciencia de una relación fiable y protectora y puede coexistir con la sensación de rabia, ha comenzado a templar su ánimo. Ya a los 18 ó 20 meses, el niño enfadado sabrá convivir con su enfado y la conducta de la otra persona. QUINTO NIVEL IMÁGENES , IDEAS Y SÍMBOLOS La MENTE SE VA DESARROLLANDO para poder adquirir el significado del símbolo. Las emociones formadas en las etapas previas encuentran una forma de expresión adicional. Los deseos las ilusiones están representadas en nuestro interior por imágenes multisensoriales. Somos capaces de ejecutar mentalmente nuestras acciones antes de llevarlas a cabo. En un principio surgen las imágenes en forma espontánea con el paso del tiempo se construyen puentes lógicos que conectan esas imágenes entre si. Podemos establecer así categorías, por ejemplo, rabia vs amor.... En el segundo o tercer año de vida comienza a manejar ideas. Comienza a comprender que una cosa puede representar otra. Por ejemplo, no necesita llevar a mamá a la cocina para pedirle unas galletas. Dos elementos se unen: las capacidades madurativas de su neurología y la riqueza de sus experiencias afectivas. El no trabajar en esta etapa supone que en lugar de ser consciente de que se siente sólo, decepcionado, miedoso o asustado, percibe un vacío en su vientre, llora, le sudan las manos, etc. No es capaz de asignarle un nombre abstracto a determinado estado de ánimo. Un niño que no desarrolle este nivel solo podrá expresar sus sentimientos por medio de conductas y reacciones impulsivas. El niño va aprendiendo a sentir placer de los patrones conductuales que va elaborando en su cabeza. El niño no sólo disfruta de obtener lo que desea sino de darlo a conocer. Lo que se repite a lo largo de nuestras vidas, disfrutamos de un intercambio cordial de experiencias y sentimientos con un amigo. El significado e intencionalidad junto con los recuerdos de las sensaciones constituyen un código dual necesario para los humanos. Como aprendemos a elaborar las imágenes internas. El estimular la comunicación e interacción simbólica, el ayudar a traducir impulso en imágenes y trasmitir posteriormente a otra persona es la esencia de la actitud reflexiva Normalmente nos encontramos con personas que desarrollan la capacidad de usar ideas e imágenes internas para regular sus emociones y que permanecen en la actitud de expresar sus sentimientos a través de las conductas. En otro nivel se encuentran los que son capaces de usar imágenes,aunque no sean mas que recapitulaciones y variaciones de su propia experiencia. Estas personas no piensan en sus sentimientos de enfado, tristeza o alegría, ejecutan mentalmente acciones tales como pegar escupir besar abrazar..... Cuando se la pregunta: ¿cómo te sentís? La respuesta es quiero pegarle..... Existe otro escenario en donde las imágenes internas se asocian a sensaciones físicas...Cómo te sientes ......Mis nervios están a punto de estallar............(Estoy furioso) Algunas personas acaban atrapadas por formas muy polarizadas de entender la vida, o bien todo es maravilloso o terrible....... Una sutileza de esta apartado es cuando la persona tiene muy pocas posibilidades de entender el mundo. SEXTO NIVEL PENSAMIENTO EMOCIONAL El niño comienza a establecer puente entre sus ideas y sus propios pensamientos con el de los demás. Una vez que aprende a enlazar los diferentes símbolos puede comenzar a construir un mundo interno muy sólido. Le da secuencias a sus imágenes internas que le permiten anticipar acciones. El niño sabe lo que pasa con él, con sus acciones y es capaz de poner un límite entre él, los otros y los objetos. Las personas existen más allá de la presencia. El sistema nervios central continúa creciendo hasta los cuarenta y cinco o cincuenta años, así por ejemplo, las vías nerviosas relacionadas con la capacidad de juicio y reflexión continúan absorbiendo mielina. Así como la capacidad de evaluarse a si mismo Cómo interviene la cultura en el desarrollo de nuestras emociones El siguiente texto es de Humberto Maturana, biólogo chileno. "Yo pienso que la historia de la humanidad ha seguido y sigue un curso determinado por las emociones, y en particular por los deseos y preferencias. Son nuestros deseos y preferencias lo que en cualquier momento determina lo que hacemos o no hacemos, no la disponibilidad de lo que hoy connotamos al hablar de recursos naturales u oportunidades económicas, y que tratamos como condiciones del mundo cuya existencia sería independiente de nuestro hacer. Nuestros deseos y preferencias surgen en nosotros en cada instante en el entrelazamiento de nuestra biología y nuestra cultura, determinando en cada instante nuestras acciones, y por lo tanto, qué constituye un recurso, qué constituye una posibilidad, o qué constituye una oportunidad en ese instante. Más aún, yo sostengo que, siempre actuamos según nuestros deseos, aún cuando parece a veces que actuamos en contra de algo, o forzados por las circunstancias; siempre hacemos lo que queremos, ya sea directamente porque nos gusta hacer lo que hacemos, o indirectamente porque queremos las consecuencias de nuestra acciones aunque éstas no nos gusten. Y sostengo además, que si no comprendemos esto, no podemos comprender nuestro ser cultural, porque al no entender que nuestras emociones constituyen y guían nuestras acciones en nuestro vivir, no tenemos elementos conceptuales para entender la participación de nuestras emociones en lo que hacemos como miembros de una cultura, y no comprendemos el curso de nuestras acciones humanas sigue el curso de las emociones, no podemos entender el curso de la historia de la humanidad. Los aspectos puramente patriarcales de la manera de vivir de la cultura patriarcal europea a la cual pertenece gran parte de la humanidad moderna, constituyen una red cerrada de conversaciones caracterizada por las coordinaciones de acciones y emociones que hacen de nuestra vida cotidiana un modo de coexistencia que valora la guerra, la competencia, la lucha, las jerarquías, la autoridad, el poder, la procreación, el crecimiento, la apropiación de los recursos, y la justificación racional del control y de la dominación de los otros a través de la apropiación de la verdad. Así, en nuestra cultura patriarcal hablamos de luchar en contra de la pobreza y el abuso cuando queremos corregir lo que llamamos injusticias sociales, o de luchar contra la contaminación cuando hablamos de limpiar el medio ambiente, o de enfrentar la agresión de la naturaleza cuando nos encontramos ante un fenómeno natural que constituye para nosotros un desastre, y vivimos como si todos nuestros actos requiriesen del uso de la fuerza, y como si cada ocasión para una acción fuese un desafío. En nuestra cultura vivimos en la desconfianza, y buscamos certidumbre en el control del mundo natural, de los otros seres humanos, y de nosotros mismos. Continuamente hablamos de controlar nuestra conducta o nuestras emociones, y hacemos muchas cosas para controlar la naturaleza o la conducta de otros, en el intento de neutralizar lo que llamamos fuerzas antisociales y naturales destructivas, que surgen de su autonomía. En nuestra cultura no aceptamos los desacuerdos como situaciones legítimas que constituyen puntos de partida para una acción concertada frente a un propósito común, y debemos convencernos y corregirnos unos a otros, y solamente toleramos al diferente en la confianza de que eventualmente podremos llevarlo a él o a ella por el buen camino que es el nuestro, o hasta que podamos eliminarlo o eliminarla bajo la justificación de que está equivocado. En nuestra cultura vivimos en la apropiación, y actuamos como si fuese legítimo establecer por la fuerza bordes que restringen la movilidad de los otros en ciertas áreas de acciones que antes de nuestra apropiación eran de su libre acceso. Más aún, hacemos estos mientras retenemos para nosotros el privilegio de movernos libremente en esas áreas, justificando nuestra apropiación de ellas mediante argumentos fundados en principios y verdades de las que también nos hemos apropiado. Así hablamos de recursos naturales en un acto que nos ciega frente a la negación del otro que nuestro deseo de apropiación implica. En nuestra cultura vivimos en la desconfianza de la autonomía de los otros, y estamos apropiándonos todo el tiempo del derecho a decidir lo que es legítimo o no para ellos en un continuo intento de controlar sus vidas. Vivimos en la jerarquía que exige obediencia, afirmando que una coexistencia ordenada requiere de autoridad y subordinación, de superioridad e inferioridad, de poder y debilidad o sumisión, y estamos siempre listos para tratar todas las relaciones, humanas o no, en esos términos. Así, justificamos la competencia, esto es, un encuentro en la mutua negación, como la manera de establecer la jerarquía de los privilegios bajo la afirmación de que la competencia promueve el progreso social al permitir que el mejor aparezca y prospere. En nuestra cultura estamos siempre listos a tratar a los desacuerdos como disputas o luchas, a los argumentos como armas, y describimos una relación armónica como pacífica, es decir, como la ausencia de guerra, como si la guerra fuese la actividad propiamente humana más fundamental." BIBLIOGRAFÍA
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