MEMORIA PEDAGÓGICA

Los hombres hemos aprendido a volar como los pájaros, hemos aprendido a nadar por las profundidades del mar como los peces, pero no hemos aprendido el noble arte de vivir como hermanos. (anónimo)          

Terriblemente la frase tiene mucha razón. Si la analizamos fríamente al final llegaremos a la conclusión de que sencillamente “no hemos aprendido el noble arte de vivir como hermanos”, por que nadie se ha preocupado de enseñarnos a ello.

Sabemos que cuando el niño nace su cerebro, salvo una serie de reflejos que le permiten su supervivencia (reflejos incondicionados), está totalmente limpio de conductas genéticas y constitucionalmente heredadas, y lo que posee es una infinita posibilidad y capacidad de asimilar toda la experiencia social acumulada por la humanidad durante cientos de generaciones, y que le es trasmitida por el adulto que lo cuida y atiende. A esta capacidad de asimilar la estimulación del mundo que le rodea es lo que se denomina la plasticidad del cerebro humano. El niño, cuando nace, no sabe “volar como los pájaros ni nadar en las profundidades como los peces”. Hay que enseñarle. Sin duda lo mismo ocurre con el noble arte de vivir como hermanos. HAY QUE ENSEÑARLE.

Por ello se convoca este Congreso Mundial, para educar, desde la primera infancia, en el noble arte de vivir como hermanos. Para poner en manos de los maestros elementos que le ayuden a educar a los niños mas pequeños en el amor y respecto al prójimo.

Este Congreso será un lugar donde a través de las más diversas vías, colabore y posibilite a los maestros tener a su alcance procedimientos pedagógicos y metodológicos que les permitan formar en los niños normas, valores, conceptos y comportamientos hacia la asunción de la paz y el rechazo a la violencia como componentes esenciales de su personalidad. Nos proponemos una habituación continua en los niños que condicione cualquier actuación en el futuro, un traspaso de valores que permanezca a lo largo del tiempo, que se prolongue durante toda la vida.

Con este Congreso pretendemos aportar algo mas de un grano de arena a la formación de esa inmensa playa de la humanidad en la que todos quepamos y en la que podamos disfrutar de las ventajas de una sociedad cada más culta y más evolucionada, en la que poder CONVIVIR JUNTOS Y EN PAZ.

Por que creemos profundamente que solamente con una educación desde la primera infancia conseguiremos un mundo mejor

APRENDER A CONVIVIR............. EN PAZ...
EJE CENTRAL DE LA EDUCACIÓN DE LA PRIMERA INFANCIA.

Está mas que demostrado que los primeros años de la vida constituyen los de mayor significación para el desarrollo del ser humano. A esta etapa de la formación del individuo se le ha denominado con diversos nombres: primera infancia, preescolar, inicial, entre otros, pero cualquiera que sea el nombre que se adopte, en lo que sí están totalmente de acuerdo todos los estudiosos de la ciencia psicológica es que en esta etapa se instauran las bases fundamentales del desarrollo de la personalidad, que en las sucesivas fases de la vida se consolidarán y perfeccionarán.

De ahí que se haya señalado a esta etapa como crucial para el desarrollo, y de la necesidad de organizar un sistema de influencias educativas bien pensado y científicamente concebido que se dirija a posibilitar la máxima formación y expresión de todas las potencialidades físicas y psíquicas del niño en estas edades iniciales.

1.2.-¿cómo ha de ser la educación de la primera infancia?

Si releemos el artículo 29 de la Convención sobre los Derechos de los Niños aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de noviembre de 1.989, encontraremos básicamente lo que debemos entender hoy por educación de la infancia:

Los Estados Partes convienen en que la educación del niño debe de estar encaminada a:

  1. Desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño hasta el máximo de sus posibilidades.
  2. Inculcar al niño el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas;
  3. Inculcar al niño el respeto de sus padres, de su propia identidad cultural, de su idioma y sus valores, de los valores nacionales del país en que vive, del país de que sea originario y de las civilizaciones distintas de la suya;
  4. Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, PAZ, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos y personas de origen indígena;
  5. Inculcar al niño el respeto del medio ambiente natural

Si bien esto no es una definición, sino "a lo que debe de estar encaminada" enmarca y define perfectamente que debemos entender hoy por educación. Hoy se define educación como aquella ofrecida al niño para su desarrollo integral NO SOLO en los aspectos COGNITIVOS (palabra que no se utiliza en todo el artículo) sino psíquicos y espiritual, y ello, evidentemente a través de experiencias de socialización pedagógica y recreativa. Esta definición es perfectamente válida sea cual sea la edad del niño. Es una definición valida desde el mismo momento del nacimiento. Podrán variar las metodologías a utilizar, pero la esencia del concepto permanecerá durante toda la vida. Ha de ser, con arreglo al apartado d, una educación encaminada a Preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, PAZ....

Parece muy claro que el concepto educación hay que entenderlo como «potenciación de las facultades que la naturaleza le depara al niño» y no como mera transmisión de conocimientos Hoy nuestra actuación debe de estar encaminada a que los niños aprendan a ser ellos mismos (aprender a SER) aprendan a comprender, tanto en los aspectos de tipo social (aprender a VIVIR JUNTOS) como meramente cognitivo (aprender a CONOCER, y a HACER).

1.3.-Aprender a vivir juntos

El final del siglo XX y el inicio del nuevo milenio se caracterizan por una progresiva escalada de violencia que, generalizada a gran parte de este mundo, ha generado multitud de situaciones de conflicto que se han convertido en confrontaciones bélicas por doquier así como nuevos fenómenos a escala internacional, de trágicas consecuencias, como lo es el terrorismo.

Si a ello se le suman los efectos de una devastadora depredación de los recursos naturales del planeta, el calentamiento del clima con sus funestas consecuencias, el progresivo deterioro de la capa de ozono que preserva la vida, la deforestación ambiental con la lógica consecuencia de una mayor incidencia e intensidad de fenómenos y desastres naturales (entre otros muchos factores) se dibuja un cuadro nada halagüeño de la actual situación que vive el mundo actual, y cuyos efectos, sean por causas naturales o sociales, inciden fundamentalmente sobre los miembros más vulnerables de la población: las mujeres, los ancianos, los desvalidos, y sobre todos los niños a los que le ofrecemos un futuro desesperanzador.

Esta convulsa situación tiene su expresión en los medios masivos de comunicación, que reflejan, a través de las más diversas vías esta caótica situación, y que casi siempre se convierten a su vez en espejo y transmisión de la violencia y crisis imperante en la sociedad, alentando mediante el morbo y el sensacionalismo los hechos y las formas de expresión de esta violencia cotidiana. Así, se dice que un niño al llegar al término de su niñez ha visto miles de crímenes violentos y otras manifestaciones criminales en la televisión o el cine. Se ha enfrentado al encumbramiento de valores negativos para su desarrollo personal y social en aras a una cultura de supervivencia, del aislamiento, del individualismo más feroz.  

Si bien es iluso pensar que los males de este mundo se han de resolver mediante la conciliación ideal y espiritual, sin resolver las grandes contradicciones geopolíticas y económicas que hace que la brecha entre países ricos y pobres sea cada vez mayor (por que sin duda los países pobres lo son cada día mas) ello no quita que los educadores nos propongamos acciones que, actuando sobre la mente de los niños que se forman, cooperen y permitan crear en ellos normas, ideas, valores, conceptos, que faciliten el entendimiento entre los hombres y a la aceptación de la enorme diversidad que es el género humano.

Para lograr una sociedad más justa y humana, uno de los factores necesarios, por no decir el más importante, es la asunción de que la paz entre los hombres, en su más amplio concepto, es la única vía posible para posibilitar el desarrollo y corresponde a la educación preparar para este desarrollo ya que solo ella es capaz de alcanzar las metas que se plantea la sociedad en la formación de los niños. Educación que es indispensable comenzar desde las etapas más tempranas de la vida, pues es en la primera infancia donde se estructuran las bases fundamentales de la personalidad del hombre,  que se consolidarán y perfeccionarán en las sucesivas etapas de su desarrollo.

Abundando en estos conceptos, y ante la complicada situación mundial con los grandes movimientos migratorios que se están dando, uno de los cuatro pilares en los que, según el Informe Delors, debe basarse la educación,  APRENDER A VIVIR JUNTOS, ha cobrado pertinencia renovada. No hace mucho, el Dr. Koichiro Matsuura, Director General de la UNESCO decía ante el Grupo de Alto Nivel de la Iniciativa Educación para Todos, "la cambiante situación internacional ha hecho que repentinamente, uno de los temas centrales del Informe Delors, el de "aprender a vivir juntos" haya adquirido urgencia y pertinencia renovadas”. Más que nunca, (seguía afirmando el Dr. Matsuura) los contenidos, métodos y resultados del aprendizaje deben ser revisados para hacer de la educación un instrumento más efectivo y poderoso para "construir las defensas de la paz en la mente de los hombres. Es particularmente importante que alejemos a las mentes jóvenes de la violencia y las guiemos hacia las virtudes de la tolerancia, la comprensión mutua y la paz, no sólo de acción, sino también de pensamiento y de expresión".

Coincidiendo con dicha afirmación, y convencidos de que dicha educación debe de empezar desde el mismo nacimiento, hemos programado el I CONGRESO MUNDIAL:  EDUCACION DE LA INFANCIA PARA LA PAZ

Por que tenemos que hacer de la educación para la paz un aprendizaje fundamental en la vida de los pequeños, una habituación continua que condicione cualquier actuación en el futuro, un traspaso de valores que permanezca a lo largo del tiempo, que se prolongue durante toda la vida. Entendemos que es fundamental que desde muy pequeños se construya en la mente de los niños la idea de la paz como algo interior del mismo. Igualmente creemos que aunque existe un Día Internacional de la Paz, y bastantes actividades elaboradas para ese día en concreto, es importante elaborar un amplio programa que condicione cualquier actuación del niño en el futuro.