Este manual está preparado pensando en el párvulo, y en la labor que ejerce la educadora en el aula, la utilización de este puede y permite anexarlo o incluirlo dentro de las planificaciones tomando en cuenta los aprendizajes esperados según el ámbito que le amerite o los presentados.
Las actividades tienen un objetivo en primera instancia, de tipo preventivo, pero también ayudan al favorecimiento de todas las áreas de desarrollo o ámbitos; como por ejemplo: Favorecer la función del lenguaje; Elaboración de textos que permitan la libre expresión; Adquisición de vocabulario; ejercicios faciales; la pronunciación y modulación. La función de la percepción favoreciendo lo visual; auditivo, háptico y kinéstesico. La función afectiva, con la entrega de conceptos valóricos, como el respeto por si mismo, y por los demás, la ayuda en el ser autónomo, independiente, y por último la función cognitiva con el favorecimiento de la adquisición de conocimientos, la comprensión, la asociación, la memorización y la elaboración de esquemas para una futura utilización.
Como educadora de párvulos ha adquirido el compromiso de recurrir a los objetivos planteados a nivel ministerial; para el desempeño en aula, las Bases Curriculares son un gran apoyo para dar dirección a la labor pedagógica frente a nuestros diversos grupos de niños y niñas.
Veamos que nos dice uno de los objetivos generales de la Educación Parvularia Chilena, junto al rol que nos concierne frente a los niños y niñas, los principios pedagógicos y finalmente el ámbito de formación personal y social como base para este manual.
Objetivos
generales de la Educación Parvularia
• Promover el bienestar integral del niño y la niña mediante la creación de ambientes saludables, protegidos, acogedores y ricos en términos de aprendizaje, donde ellos vivan y aprecien el cuidado, la seguridad y la confortabilidad y potencien su confianza, curiosidad e interés por la personas y el mundo que los rodea.(1)
El rol de la Educadora
Nombraré algunos de los roles de una educadora de párvulos o adulto- educador según la Educación Parvularia actual:
• Formadora y modelo de referencia para las niñas y niños, junto con la familia.
• Diseñadora.
• Implementadora y evaluadora de los currículos, dentro de lo cual su papel de seleccionadora de los procesos de enseñanza.
• Mediadora de los aprendizajes es crucial.
• Permanente investigadora en acción.
• Dinamizadora de comunidades educativas.
Con
ello la Educación Parvularia chilena busca favorecer aprendizajes de
calidad para todas las niñas y niños en una etapa decisiva como
son los primeros años de vida. Colaborar en el desarrollo de aspectos
como establecer sanos y primeros vínculos afectivos con otros, la confianza
básica, la identidad, la autoestima, la formación valórica,
el lenguaje, la inteligencia emocional, la sensomotricidad y las habilidades
del pensamiento, entre otros.
Principios pedagógicos
Consideremos los principios pedagógicos que nos permite el fundamento necesario para proponer una pedagogía enriquecedora de aprendizajes para niños y niñas en nuestro que hacer educativo cotidiano. A continuación cada uno de los principios pedagógicos propuestos en las Bases Curriculares, tomados textualmente para evitar confusiones:
Toda situación educativa debe propiciar que cada niña y niño se sienta plenamente considerado en cuanto a sus necesidades e intereses de protección, protagonismo, afectividad y cognición, generando sentimientos de aceptación, confortabilidad, seguridad y plenitud, junto al goce por aprender de acuerdo a las situaciones y a sus características personales. Junto con ello, involucra que los niños vayan avanzando paulatina y conscientemente en la identificación de aquellas situaciones que les permiten sentirse integralmente bien, y en su colaboración en ellas.
La niña y el niño deben ser efectivamente protagonistas de sus aprendizajes a través de procesos de apropiación, construcción y comunicación. Ello implica considerar que los niños aprenden actuando, sintiendo y pensando, es decir, generando sus experiencias en un contexto en que se les ofrecen oportunidades de aprendizaje según sus posibilidades, con los apoyos pedagógicos necesarios que requiere cada situación y que seleccionará y enfatizará la educadora.
Cada niña y niño, independientemente de la etapa de vida y del nivel de desarrollo en que se encuentre, es un ser único con características, necesidades, intereses y fortalezas que se deben conocer, respetar y considerar efectivamente en toda situación de aprendizaje. Igualmente, se debe tener en cuenta que la singularidad implica que cada niño aprende con estilos y ritmos de aprendizaje propios.
El proceso de enseñanza-aprendizaje debe generar en las niñas y en los niños un sentimiento de confianza en sus propias capacidades para enfrentar mayores y nuevos desafíos, fortaleciendo sus potencialidades integralmente. Ello implica también una toma de conciencia paulatina de sus propias capacidades para contribuir a su medio desde su perspectiva de párvulo.
Las situaciones de aprendizaje que se le ofrezcan al niño deben favorecer la interacción significativa con otros niños y adultos, como forma de integración, vinculación afectiva, fuente de aprendizaje, e inicio de su contribución social. Ello conlleva generar ambientes de aprendizaje que favorezcan las relaciones interpersonales, como igualmente en pequeños grupos y colectivos mayores, en los cuales los modelos de relación que ofrezcan los adultos juegan un rol fundamental. Este principio involucra reconocer la dimensión social de todo aprendizaje.
El niño como persona es esencialmente indivisible, por lo que enfrenta todo aprendizaje en forma integral, participando con todo su ser en cada experiencia que se le ofrece. Ello implica que es difícil caracterizar un aprendizaje como exclusivamente referido a un ámbito específico, aunque para efectos evaluativos se definan ciertos énfasis.
Una situación educativa favorece mejores aprendizajes cuando considera y se relaciona con las experiencias y conocimientos previos de las niñas y niños, responde a sus intereses y tiene algún tipo de sentido para ellos. Esto último implica que para la niña o el niño las situaciones educativas cumplen alguna función que puede ser lúdica, gozosa, sensitiva o práctica, entre otras.
Enfatiza el carácter lúdico que deben tener principalmente las situaciones de aprendizaje, ya que el juego tiene un sentido fundamental en la vida de la niña y del niño. A través del juego, que es básicamente un proceso en sí para los párvulos y no sólo un medio, se abren permanentemente posibilidades para la imaginación, lo gozoso, la creatividad y la libertad.(1)
Ámbito: Formación personal y social
La formación personal y social es un proceso paulatino y continuo en la vida de las personas. Que involucra diversas dimensiones interdependientes. Estas comprenden aspectos tan importantes como el desarrollo y valoración del sí mismo, la autonomía, la identidad, la convivencia con otros, la pertenencia a una comunidad y a una cultura, y la formación valórica. La formación personal y social de todo ser humano se construye sobre la seguridad y confianza básicas que comienzan a consolidarse desde el nacimiento, y que dependen en gran medida del tipo y calidad de los vínculos afectivos que se establecen con los padres, la familia y otros adultos que son significativos. Las personas crecen y se desarrollan junto a otras personas.
Núcleo de aprendizajes
Se refiere a la adquisición de una progresiva capacidad del niño, para valerse por sí mismo en los distintos planos de su actuar, pensar y sentir. Ello posibilita gradualmente su iniciativa e independencia para escoger, opinar, proponer, decidir y contribuir, junto con el asumir gradualmente responsabilidad por sus actos ante sí y los demás.
Se espera potenciar la capacidad de la niña y del niño de:
Adquirir en forma gradual una autonomía que le permita valerse adecuada e integralmente en su medio, a través del desarrollo de la confianza y de la conciencia y creciente dominio de sus habilidades corporales, socioemocionales e intelectuales(1).
____________________________________________________________________
(1) Bases Curriculares para la educación Parvularia, Ministerio de Educación.