El
virus influenza, el virus de la peste porcina, el virus de la
nueva gripe, el virus H1N1, o como en cualquier parte del mundo
quieran llamarlo ha demostrado, sin que aun los científicos
sean capaz de conocerlo a fondo, que tiene un poder mediático
impresionante; que en apenas unos días ha recorrido el
mundo y que ha sido capaz de cambiar las condiciones de vida de
todos los habitantes de este hermoso, aun, planeta.
También ha demostrado que
la SALUD, con auténticas mayúsculas,
es una, si no la mayor, de las preocupaciones del ser humano.
Por ello debería ser objeto de una parte aun más
importante de los sistemas educativos.
LA SALUD, Y EL CUIDADO
DE SÍ MISMO y de los demás, no es más
que un VALOR de los muchos que hemos de educar
desde la primera infancia. Para nada vale tener el conocimiento
científico si no somos capaces luego de asumirlo como
un elemento más de nuestra forma de vivir y comportarnos.
Ya se ha demostrado con las cajetillas de tabaco y sus horribles
fotos y leyendas: los fumadores “conocen su poder destructivo”
pero siguen fumando. Aquí que no nos pase igual.
No basta el conocimiento, sino la asunción de que el
cuidado y la prevención hemos de interiorizarlo como
un elemento más de nuestro quehacer diario y hemos de
practicarlo. Y por eso es muy importante su educación
desde la primera infancia.
Y para ayudar a los docentes,
y a los padres y madres a educar el valor del cuidado
de uno mismo en los niños y niñas, hemos elaborado
este pequeño manual, cuyo fin último no es que
los niños más pequeños tengan un conocimiento
del virus que nos ha cambiado la vida, sino una actitud positiva
hacia el cuidado de uno mismo.
Sabemos que los valores realmente
no se enseñan como tales, sino que surgen como consecuencia
de la realización de actividades que sean de interés
para los niños y niñas y en las cuales se realizan
acciones que van actuando sobre la composición de estos
futuros valores. Por ello, hemos procurado que las actividades
programadas tengan un componente de satisfacción y bienestar
emocional (el niño se convierte en el vencedor del horrible
virus) para que el niño y la niña tienda a repetirlas,
y se conviertan en parte del sistema regulador de su
conducta. Hemos de convertir al niño en el “héroe
destructor del virus” lo que sin duda le proporcionará
esa satisfacción interna que le hará asumir esta
cualidad para su comportamiento diario.
El manual se compone de 16 actividades, si bien la última
actividad (17) llamada "El cuento de Daniel" tiene
dos modalidades. La "versión limpieza" es más
general y, por llamarlo de alguna forma, para situaciones de
bajo riesgo. La "versión tapabocas" está
pensada para los escolares de México dado que este país
ha sido muy castigado por la amenaza del "nuevo virus".
Elegid la que más se adapte a la realidad de vuestras
aulas o salones.
Y por último, no
olvideis darle a los niños y niñas su diploma
como reconocimiento por haber ayudado a eliminar el nuevo virus
o virus "de influeza".
Esperamos
que este pequeño manual contribuya a crear, ya
desde la primera infancia, una cultura de prevención
y cuidado. |