19 - 21 MESES

 

El dominio psicomotor en general evoluciona con rapidez en este trimestre. Mejora el equilibrio, permitiendo que el niño o la niña camine con rapidez en un intento de correr aunque separando las piernas al principio. El pequeño o pequeña aún no domina el tomar curvas o parar repentinamente la marcha rápida. Puede mantenerse sobre un pie unos segundos, dobla la cintura para recoger objetos del suelo, lanza una pelota de pie o sentado sin perder el equilibrio, juega en posición de cuclillas, sube y baja escaleras agarrándose y sin alternar los pies, etc. Si se le dan oportunidades, demuestra más independencia en la alimentación, el vestir y la higiene personal.

La maduración general le lleva a desarrollar la identidad propia, utiliza el nombre para referirse a sí mismo, aumenta el conocimiento del esquema corporal, señalando partes del cuerpo cuando el adulto las nombra y se identifica como miembro del grupo familiar.

Le agrada el juego espontáneo y ensimismado. Juega solo pero también participa bien en actividades grupales de corta duración.

El dominio de la verticalidad permite que a los 19 meses apile 3 cubos, alrededor de los 20 meses construye la torre con 4 y suele derribarla al intentar colocar el quinto, al concluir los 21 meses la ejercitación de flexores y extensores facilita que apile 5 o más cubos.

El sentido de la horizontalidad se incrementa de modo que al final del trimestre consigue situar los cubos en fila imitando un tren. El niño o niña durante este trimestre garabatea e imita trazos sin dirección determinada, disfruta pasando páginas de un libro y señalando ilustraciones.

Las variaciones individuales en cuanto a evolución del lenguaje y la cantidad de vocabulario son muy marcadas. Mientras algunos niños o niñas disponen de un vocabulario reducido, otros pueden llegar a utilizar más de 95 palabras. En líneas generales supera la etapa de holofrases y emiten dos o tres elementos en la construcción gramatical, normalmente usa nombres, verbos y adjetivos y, al final del trimestre inicia el uso de artículos, preposiciones y pronombres.

La mayor independencia en las acciones y movimientos facilita el progreso como entidad individual, toma conciencia de sí mismo como ser con voluntad propia capaz de transmitir sus deseos y necesidades. Utiliza la negación para expresar su voluntad, oponiéndose a las propuestas de los adultos e intentando modificar situaciones. En la interacción con los adultos, éstos hacen continuas referencias a su persona y esto le ayuda a consolidar su reconocimiento como sujeto activo y diferente a los demás.

Sigue siendo reacio a los cambios y transiciones bruscas por eso le da seguridad el hecho de que las actividades diarias estén regidas por el orden y las rutinas.