7 MESES

Si se ha desarrollado el programa de estimulación recomendado para los períodos de edad anteriores, con independencia de que el bebé duerma boca arriba o de lado, en el séptimo mes prefiere estar tumbado boca abajo, con el pecho levantado y la cabeza erguida. En esta postura puede girar y ponerse boca arriba si lo desea, también puede manipular un objeto con cada mano, elegir un tercero que observa y soltar uno de los que tiene agarrados para alcanzarlo.

En ocasiones, cuando está sentado, coloca las piernas debajo de la tripa, postura que sienta la base de lo que será el gateo junto con el intento de arrastrarse sobre el abdomen hacia delante o hacia atrás. Es posible que se sujete sobre las manos y las rodillas con el estómago levantado, en esta posición se balancea pero es difícil que consiga desplazarse gateando, más bien avanzará una pequeña distancia y ensayará colocando las manos más adelantadas. Por lo general, durante el séptimo mes dedicará sus esfuerzos a lograr desplazamientos reptando.

El bebé cambia de postura con facilidad porque su equilibrio es más estable. Se mantiene sentado sin apoyo, encorvando la espalda y con los brazos hacia delante. Si se le sujeta de pie, por debajo de los brazos, es capaz de dar pasos durante períodos breves de tiempo.

Lleva alimentos a la boca y empieza a beber en taza, aunque no sabe hacerlo con autonomía. Coloca las manos alrededor del biberón o de la taza pero aún no puede sostener el peso para llevarlo a la boca.

En este mes se concentra mucho en el juego, tantea y manipula largos períodos. Explora aprendiendo a distinguir unos materiales de otros e incrementa su capacidad para descubrir relaciones entre los objetos. Comienza a buscar cosas semiocultas y a investigar su propio cuerpo.

Aparece de forma muy rudimentaria la causalidad de las cosas.

Ya es capaz de articular sílabas dobles: "mama", "baba", "papa". Repite las cadenas consonante-vocal con ritmo y entonación diferenciados, eleva la voz para atraer la atención de otras personas e identifica las fuentes sonoras en cualquier dirección.

Además de imitar expresiones faciales, también imita acciones y sonidos aunque sean desconocidos.

Acoge con alegría a personas conocidas y muestra rechazo hacia los extraños. Con emisiones sonoras y reacciones mímicas expresa sus necesidades y emociones, interrelacionándose con las personas de su entorno.