4 MESES

El bebé de cuatro meses está aprendiendo todo sobre el mundo que le rodea, conoce a las personas de su entorno, sobre todo al padre y a la madre, y necesita aprender como se relacionan con él los objetos y el resto de personas que va conociendo y, lo que más le apasiona es aprender a moverse en el espacio.

Ahora ya es bilateral, es decir, igualmente sensible por ambos lados y comienzan a desaparecer los reflejos primarios

Cuando está tumbado boca abajo, el bebé se estira con mayor relajación. Se levanta apoyándose en las manos, que ya permanecen más tiempo abiertas, e incorpora la cabeza en hipertensión. En esta posición se estira hacia delante con un brazo mientras se apoya en el otro porque los músculos de la espalda se están fortaleciendo. Por esta razón empieza a dar vueltas de un lado a otro girando de boca arriba a un costado y luego boca abajo.

Tumbado de espaldas se vuelve hacia ambos lados, juega con sus manos o con cualquier objeto que dirige de inmediato a la boca. Durante el cuarto mes el bebé dispone de cierto dominio de su cuerpo, adquiere mayor destreza vertical, mueve los brazos, el tronco y las piernas e incluso, tumbado boca abajo, trata de levantarse cuando el adulto le agarra por las manos. Si se le sienta con apoyo sostiene la cabeza erguida y las reacciones de equilibrio al cambiarle de posición mejoran notablemente.

Hay una evolución importante en la coordinación visomotora, el reflejo de prensión casi ha desaparecido, coge objetos voluntariamente aunque con prensión muy rudimentaria. La mayoría de bebés persiguen y atrapan un objeto que se mueve cerca de sus manos muy lentamente, cuando lo sujetan, lo observan, lo agitan y lo exploran llevándolo a la boca, pero es posible que fallen en algunos de sus intentos. Sabe que con las manos puede agarrar las cosas pero aún no domina las distancias.

Comienza su aprendizaje para comprender que es un individuo separado de los demás y en este proceso la ayuda más importante es el relacionarse con las personas y los objetos porque a través de estas experiencias entenderá que no forman parte de él. También empezará lentamente a entender que las personas y los objetos siguen existiendo cuando él no los ve, es decir irá construyendo el sentido de permanencia de los objetos.

Ya controla los seis pares de músculos del ojo, de manera que gira y dirige la mirada en todas las direcciones. Tiene visión binocular, ya puede enfocar con ambos ojos las imágenes y puede ver todo lo que hay en la habitación donde se encuentra.

En casos de bebés correctamente estimulados desde el nacimiento, puede observarse la aparición de reacciones circulares secundarias ya que repiten acciones con elementos externos a su cuerpo para conseguir un efecto determinado, como agitar un sonajero con el objetivo de que suene o repetir una acción que el adulto realiza, comenzando también un incipiente proceso de imitación como puede comprobarse en los bebés de cuatro meses que imitan expresiones faciales.

Los ruidos siguen atrayendo su atención y se vuelve hacia el lugar de donde proceden con rapidez. Emite fonaciones con distintos tonos intentando comunicarse y disfruta cuando el adulto responde a sus emisiones sonoras con otras similares.

Cada vez va mostrándose más interesado por todo lo que le rodea, es un ser muy social, sonríe y ríe abiertamente y utiliza balbuceos para iniciar la interacción y para llamar la atención.

Comienza a reaccionar de forma diferente ante las personas de su entorno y los demás, observando atento a los extraños.

Por la noche duerme más horas seguidas y durante el día los períodos de vigilia alerta pueden durar hasta dos horas.