

En este último mes el cuello del útero
puede comenzar una lenta dilatación. Por este motivo debes extremar las
precauciones higiénicas. Sustituye el baño por la ducha y, si
tienes por costumbre nadar en piscinas públicas, por el momento déjalo
a menos que garanticen una higiene correcta.
Puedes aprovechar los ejercicios con agua para
que el bebé perciba sensaciones, sin correr riesgos. Estas sensaciones
estimulan el sistema nervioso y potencian las capacidades del bebé. Tu
actividad física promueve su actividad física.
El bebé
tiene su propio modo de expresión, y a través de él te
hace saber como se siente. Cuando nazca el modo de expresión será
el llanto principalmente, ahora es el conjunto de movimientos y golpes en el
abdomen los que te comunican su bienestar o estado displacentero. Este modo
de comunicación entre vosotros es muy elemental, pero profundamente significativo.
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Toma una ducha tradicional cambiando la temperatura, la presión y
la distancia del chorro de agua. Comienza con agua caliente y poca presión
para concluir con agua fría y mayor presión. Tanto la temperatura
como la presión deben hacerte sentir bien. Esta actividad debe ser
placentera para ti y para el bebé, por eso, en ningún momento
debes dar presión sobre el abdomen.
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Para
beneficiar la circulación sanguínea, dúchate con agua
fría. Utiliza una temperatura entre 8 y 10 grados, durante un minuto,
siempre que te resulte agradable. Aplica el agua primero por la espalda
y luego bajando por el resto del cuerpo para finalizar en los pies. Sal
del agua y concluye frotándote el cuerpo enérgicamente con
la toalla.
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Para conseguir efectos relajantes, dúchate con agua caliente. Utiliza
una temperatura entre 35 y 37 grados durante unos minutos, con poca o ninguna
presión.
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Para conseguir un efecto tónico, dúchate con temperatura decreciente,
de caliente a fría. Comienza con 34 grados y ve bajando hasta los
10 grados aproximadamente, durante unos minutos.
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También
pude realizar duchas abdominales. Siempre que te resulte agradable y sin
presión, puedes tonificar las fibras musculares lisas del abdomen
comenzando con agua caliente y bajando progresivamente la temperatura.
