La reflejoterapia o reflexología tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones egipcia, hindú y china. Los reflejoterapeutas nos dicen que todas las partes del cuerpo están conectadas por una energía que circula por todo el cuerpo a lo largo de 10 zonas llamadas “canales” o “vasos”. Cuando aparece una molestia, los canales se bloquean y el flujo de energía no circula. Trabajando sobre un punto concreto de las manos y/o los pies, se desbloquean los canales permitiendo que la energía fluya y se restablezca el equilibrio relajando el cuerpo, mejorando la circulación y aliviando las molestias.
La reflejoterapia ofrece unos mapas con las zonas de las manos y los pies que, al ser estimuladas, se obtiene una acción refleja en un músculo, órgano, víscera o articulación.
Los pies tienen mas de 7.200 terminaciones nerviosas, 26 huesos y 107 ligamentos, soportan todo el peso corporal y desarrollan una gran fuerza pero, sin embargo son zonas sensibles de nuestro cuerpo.
Además de cuidar amorosamente de tus pies, te sugerimos masajearlos, sobre todo antes de acostarte, notaras un gran alivio y sensación de bienestar. Tu pareja puede ayudarte pero tu sola también puedes realizar el masaje.
Frota las palmas de las manos, una contra otra, sintiendo el calor agradable que genera la fricción. Baja las manos y sacúdelas de diferentes maneras y posiciones. Abre y cierra las manos con fuerza. Cruza los dedos de una mano sobre los de la otra y haz movimientos giratorios. Apoya la mano izquierda sobre la rodilla de su lado y con la palma de la mano derecha peina la mano de arriba abajo haciendo presiones suaves con las yemas. Cambia de mano y realiza los mismos movimientos. Vuelve a sacudir ambas manos.