En este último trimestre es bastante habitual que surjan de vez en cuando ciertas preocupaciones por la salud del bebé, por los cambios de tu cuerpo, por la posibilidad de que se adelante el parto, etc. Para intentar el control de la ansiedad que generan las preocupaciones, después de realizar el ejercicio de relajación y antes de acostarte, vas a anotar en un papel el enunciado de tu preocupación más intensa, pero en términos positivos. Por ejemplo, si te preocupa la salud del bebé, puedes escribir: “Para que mi bebé esté sano me alimento correctamente, no tomo alcohol, no fumo ni consumo drogas”. Mete el papel en un sobre.

Cuando estés acostada, con los ojos cerrados imagina el sobre que contiene el mensaje. Intenta visualizarlo con todo tipo de detalles. Observa como la imagen del sobre se va alejando, poco a poco, hasta convertirse en un punto lejano que termina por desaparecer. Después imagina en la lejanía el cuerpo de tu bebé que se va acercando y observa lo sano que está. Intenta dormir con esa imagen gratificante.

Cuando despiertes por la mañana intenta recordar lo que has soñado durante la noche y anótalo en tu cuaderno emocional.

Repite esta actividad con la misma frase hasta que seas consciente de que la preocupación ha decrecido notablemente. A partir de ese momento, utiliza otra frase, expresada en términos positivos, sobre otra preocupación que te afecte.