Continuad con la lectura o el relato diario del cuento. Cuidad de no utilizar un tono monótono porque sea el mismo cuento, la repetición de las mismas pautas lingüísticas sensibiliza el área del lenguaje del cerebro de vuestro bebé.

El bebé os escucha, sobre todo a ti. Por eso habla con el en cualquier momento como lo harías si hubiese nacido y cumplido su primer añito.

Cuando leas un libro o el periódico, hazlo en voz alta, si oyes una canción cántala para el, si comes un pastel dile ¡que rico nos va a saber!. Vive intensa y plenamente por los dos y hazle participe de todas tus actividades.

Imagina que el bebé es tu confidente, pero desconoce el entorno donde te mueves. Háblale de tu trabajo, sobre los familiares y amigos, acerca de las acciones que realizas, etc. Utiliza un tono de voz afectivo, pero no utilices lenguaje de bebe. La audición de los sonidos de la lengua es el elemento precursor de la aparición del lenguaje hablado.

Habrá ocasiones en las que no te resulte apropiado hablarle en voz alta, hazlo a través del pensamiento.