Cuida tu postura en todo momento, es imprescindible para disminuir el esfuerzo físico durante toda la gestación. Antes de hacer un ejercicio y en cualquier momento del día, repasa los dos primeros movimientos de la sesión de estiramientos que has realizado a lo largo del mes anterior, son la clave para mantener una postura correcta.

En el inicio de la gestación, el útero está protegido por la pelvis, pero progresivamente va ascendiendo hasta el abdomen. Cuando esto ocurre, tu postura comienza a cambiar. El peso del bebé inclina la pelvis hacia delante y al crecer, los músculos del abdomen se van estirando, lo que provoca una tendencia a compensar el aumento del peso frontal inclinándote hacia atrás. Este cambio de postura puede ejercer presión en la parte baja de la columna y ocasionarte molestias en la espalda.

Otro factor es el aumento de peso de los senos que podría provocar la inclinación hacia delante de la parte superior de la espalda, arqueando los hombros y hundiendo los senos. Esta postura incorrecta incrementa la tensión en la parte alta de la espalda y dificulta la respiración al limitar la capacidad de la caja torácica.

Las molestias en la espalda se acentuarán en el último trimestre de gestación, pero es muy importante que fortalezcas desde el principio los músculos de esta zona para que tu cuerpo vaya aguantando el aumento de peso que se vaya dando en la zona frontal.

Sesión de gimnasia

Para fortalecer los músculos abdominales y la musculatura de la parte superior de la espalda, aliviar las molestias de la parte baja, estirar los músculos flexores de la cadera y las nalgas y alargar los pectorales