Durante todo el embarazo vas acumular muchas tensiones diarias. Los ejercicios de relajación pueden reducir esta tensión disminuyendo también la cantidad de hormonas de estrés que, a través de la placenta, llegan al bebé.

La relajación es una actividad voluntaria practicada por culturas milenarias que consiste en soltar los músculos y los nervios de forma que se va aflojando todo el cuerpo. A través de la relajación consciente, vas sintiendo las distintas zonas del cuerpo, detectas tensiones, aflojas la zona y reduces voluntariamente la tensión neuromuscular.

Relajarse es un proceso que debe aprenderse y requiere hacer muchos ejercicios hasta llegar a hacerlos bien. Si practicas con regularidad, en varias semanas puedes obtener fases profundas de relajación reparadora.

BENEFICIOS DE LA RELAJACIÓN

- Previene las tensiones físicas, mentales y emocionales o ayuda a eliminarlas.
- Favorece el autocontrol y el autoconocimiento.
- Equilibra el cuerpo y la mente.
- Ayuda a relacionarse con el propio cuerpo a nivel vivencial.
- Propicia la superación del estrés físico y emocional.
- Ayuda a enfrentar situaciones conflictivas en el terreno personal, familiar o profesional.
- Protege contra la hipertensión.
- Incrementa el flujo de energía.
- Evita numerosos trastornos psicosomáticos.
- Ayuda a prevenir y canalizar la irascibilidad, la agresividad, la intranquilidad, el insomnio, la falta de apetito, la ingesta compulsiva, la ansiedad, la fatiga o la depresión.

El ejercicio puedes realizarlo diariamente, o bien cuando te encuentres tensionada.

Elige un lugar tranquilo y silencioso de la casa, un momento en el que nadie ni nada vaya a interrumpirte y utiliza una luz tenue. La mejor posición es la de sentada con los pies apoyados y un poco elevados. No es recomendable que te acuestes porque se trata de alcanzar un buen grado de relajación pero no de somnolencia.

Con la práctica diaria llegarás dominar la “respuesta de relajación” que podrás conseguir en cualquier momento y circunstancia. Este dominio será de gran utilidad cuando llegue el nacimiento del bebé.

A continuación ofrecemos las instrucciones que debes grabar en una cassette o CD, para reproducirlo en esta actividad. Puedes grabarlo tu misma u otra persona, pero utilizando una voz tranquila y lenta, con pausas entre párrafo y párrafo. Al finalizar el texto, graba 10 minutos de tu música relajante y melodiosa preferida

Texto para grabar:
Cierra los ojos. Inspira profundamente por la nariz, ahora deja salir el aire lentamente por la boca. Vuelve a tomar aire hasta sentir llenos los pulmones y déjalo salir despacio. Sigue respirando profundamente. Concéntrate en tu respiración y en las sensaciones de tu cuerpo. No te preocupes por las ideas que llegan a tu mente, deja que se marchen.

Concéntrate ahora en tus pies, flexiona los dedos hacia las plantas con fuerza, mantén la presión unos instantes. Ahora relaja los pies mientras respiras profunda y uniformemente.

Piensa ahora en tus piernas, tensa todos los músculos desde los tobillos hasta las rodillas, mantén la tensión unos instantes, muy bien, ya puedes relajar las piernas. Respira profundamente y disfruta de este momento de tranquilidad.

Ahora concéntrate en los muslos, la pelvis y los glúteos. Tensa todos los músculos de esa zona con mucha fuerza, ténsalos más aun, mantén la tensión. Relájate mientras respiras profundamente.

Cada vez que el aire entra en tu cuerpo te llenas de energía. Cuando el aire sale de tu cuerpo se lleva todas las tensiones y los pensamientos negativos.

Concéntrate ahora en el tronco de tu cuerpo, tensa todos sus músculos. Siente como se tensa el abdomen y el pecho. Mantén la tensión al tiempo que presionas la columna contra el respaldo. Siente lo duro y tenso que esta tu cuerpo. Ahora relájate y déjate llevar. Mientras respiras acompasadamente disfruta de los relajados que están tus músculos y como se alejan las tensiones. La sangre fluye por las venas de tu cuerpo sin interrupciones.

Presta atención a los hombros y el cuello, ahí esta la tensión que acumulas durante el día. Eleva los hombros hacia las orejas con fuerza, mantén la tensión unos instantes y después relájate. Sigue respirando acompasadamente. Ya te encuentras mas cómoda y relajada.

Concéntrate en los brazos, ponlos rígidos como una barra de hierro y cierra los puños con fuerza. Mantenlos así unos instantes. Ahora relájalos.

Siente como entra el aire llenando los pulmones y como al salir el aire de tu cuerpo se lleva todas las tensiones.

Piensa en tu cara, tensa los músculos de los ojos cerrándolos con fuerza. Aprieta la mandíbula y los labios, maten la tensión unos instantes y después aflójala.

Respira profundamente, siente tu cuerpo relajado, el cansancio ha desaparecido.

Deja volar tu imaginación y trasládate a ese lugar ideal donde vas a disfrutar con tu bebe mientras escuchas las melodías que te harán sentir relajada y llena de energía el resto del día.