EL TREN DE LA PAZ
AMISTAD, RESPETO

Era domingo por la mañana, el día estaba fresco y el cielo despejado, por lo que el centro comercial estaba lleno de familias, recorriendo los pasillos.

Este lugar tiene un pequeño tren que te lleva a pasear y hace parada en las cuatro estaciones: primavera, verano, otoño e invierno. No usa rieles, por lo que al pasar debe tocar su campana, para que la gente le abra el paso mientras sus pasajeros saludan y se pierden en la distancia.


En la estación de la primavera puedes subirte al tren, solo esperas un poco y el tren aparece, generalmente llega a la Terminal haciendo "CHUUCHUU- PAZZZZZZZZ" CHUUCHUU-PAZZZZZZ" mientras se detiene totalmente.

El maquinista, se quita su gorra mientras espera a que suban los pasajeros y reiniciar así, su recorrido.

Un pequeño veía al maquinista con cara de - quiensabeque - por lo que el maquinista le dijo:

•  ¡Buenos días! ¿Deseas subir al tren?

•  Si, gracias. -dijo el niño y se sentó justo detrás de él. Sin resistir mas el permanecer callado, con tantas preguntas rondando en su cabeza, el niño le pregunto al maquinista:

•  ¿Porque este tren es tan pequeño, si tuviera mas vagones, podrían pasear mas al mismo tiempo y mas niños serian felices.

A lo que el maquinista respondió:

•  Este tren, se llama el tren de la paz, y puede ser tan largo como los niños del mundo deseen que sea.

•  ¿Como es eso? Pregunto el niño.

•  Se forma de convivencia. Cada que un niño convive en paz, un vagón se engancha a la maquina, el tamaño del tren de la paz crece, de acuerdo a las buenas acciones realizadas cada día en bien de la paz. Y continuó:

•  También puede ser tan veloz como los niños del mundo deseen que sea para poder llegar lo antes posible.

•  ¿Como es eso? Pregunto nuevamente el niño.

•  Funciona con armonía. Cada que un niño trabaja en armonía, la velocidad del tren de la paz aumenta. El maquinista se coloco su gorra y muy ceremoniosamente y pregunto al niño:

•  ¿Me muestra su pase de abordar por favor?

•  ¿Mi pase?, pues no, no tengo un pase. Dijo el niño.

•  Deberás entonces obtenerlo para poder iniciar el viaje.

El niño bajo del tren y se fue a su casa, pensando como obtendría un pase para abordar el tren. Al día siguiente, el niño se fue a la escuela y la maestra los puso a trabajar y coloco en la mesa una caja de figuritas, un poco de pegamento y una lata de crayones que todos debían compartir trabajando en armonía y ayuda mutua. Después salieron al recreo y jugaron entre todos con una pelota que la maestra les prestó. Convivieron y jugaron con respeto y buen trato. Al final de la semana, la maestra le dio a cada uno de los pequeños, una enorme estrella dorada que les pegó en la frente, por que todos habían trabajado y jugado conviviendo en armonía y habían sido buenos chicos.

Al siguiente fin de semana, el niño y su familia fueron nuevamente al centro comercial, llego donde el maquinista y le dijo, que estaba triste, pues no había conseguido un pase para subir al tren.

•  ¡Por supuesto que obtuviste un pase! Le dijo el maquinista.

•  ¿recuerdas aquella estrella dorada que la maestra puso en tu frente?, pues es la contraseña que me indica que el día de hoy agregaste un vagón de convivencia a la maquina y echaste leños de armonía a la caldera. El tren esta listo para partir contigo en él.

•  ¿A donde me llevará este tren? Pregunto muy emocionado el niño.

Se dirige hacia el país de la paz, respondió el maquinista. SI! Grito el niño. El deseaba conocer el país de la paz. ¡¡¡VAAAMOOONOOOS!!!! Grito el maquinista.

CHUUU- CHUU- PAZZZZZZ, CHUU - CHUUU- PAZZZZZ . Resonó el tren.

AUTOR: Adriana Sanchez Damián
PAIS: Tlajomulco , Guadalajara, México
E-MAIL: asadami@yahoo.com