EL PRIMER DIA DE COLEGIO
GENEROSIDAD

Era sábado por la mañana, el viento soplaba arrancando las últimas hojas que las noches anteriores habían resistido al fuerte vendaval.

Laura miraba por la ventana mientras pensaba que solo faltaban dos días para el comienzo del curso, y estaba muy nerviosa. No lo estaría si no fuera porque iban a ser los primeros días de colegio.

-Laura cariño, baja a desayunar-dijo dulcemente su madre desde la cocina.

-Ya voy respondió ella.

Después de desayunar la madre de Laura le propuso ir a dar una vuelta al supermercado.

A Laura no le pareció mala idea y se montó en el coche.

Cuando llegaron al supermercado, su madre sacó una larga lista de la compra, y le dijo a Laura:

-¿Te apetece quedarte jugando en el "jardín infantil" mientras hago la compra?

-Vale-respondió Laura.

Un rato más tarde ya estaba dentro de la guardería, pensando en como sería la profesora, si tendría amigos, si tal vez fuese demasiado difícil...

Entretanto un niño bajito, de pelo marrón y de ojos verdes se le había acercado y le preguntaba:

-Hola, soy Ángel, ¿Te apetece jugar conmigo?

Laura se sorprendió tanto de aquella pregunta que le habían hecho que no sabía que decir, pero con todas sus fuerzas dijo:

-Vale, me llamo Laura.

Entonces se pusieron a hablar llegando a la conclusión de que: ¡Los dos iban a ir a la misma escuela el Lunes!

Laura se puso tan contenta de tener por fin un amigo que fuera a su mismo colegio que casi da un salto de alegría.

En cuanto llegaron a casa, Laura le contó a su mamá y a su papá todo lo ocurrido preguntándoles si faltaba mucho para el Lunes.

-Valla, - dijo su padre riéndose - ahora si que parece que tengas ganas de ir al colegio.

-Es que las tengo papá, y no te puedes imaginar cuantas. -respondió Laura.

Por fin llegó la mañana del Lunes y tan pronto su mamá la fue a despertar Laura se dio mucha prisa para llegar cuanto antes al colegio y poder ver así, a Ángel.

Nada más llegar buscó a Ángel con la mirada, y, cual fue su sorpresa cuando apareció detrás de ella dándole un tremendo susto.

Sonó el timbre, había llegado la hora de entrar, Laura se agarró fuertemente de la mano de Ángel y el lo hizo así también.

Después de despedirse de sus mamás entraron en su aula, allí la profe les dijo que se sentaran en unas sillas que quedaban libres.

La clase fue muy divertida puesto que, hicieron muchos juegos y se divirtieron mucho, pero de repente, otra campana muy parecida a la de entrada sonó, y la profesora dijo:

-Es la hora de salir al patio niños,¡A jugar!

Mientras salían al patio se dijeron el uno al otro:

-Y ahora, ¿qué hacemos?

Estaban muy asustados porque solo se conocían el uno al otro y tenía miedo de que ningún niño les invitara a jugar, así que, decidieron sentarse en un rincón del patio.

A la mitad del recreo una niña llamada Carla los vio ahí solitos y les preguntó si querían jugar con ella al escondite, y ellos asintieron.

A medida que iba pasando el recreo más y más niños iban preguntándoles si podían jugar y en cuanto decían que sí, se escondían.

Cuando las clases acabaron y se fueron para casa se iban despidiendo a todo los niños y niñas que habían conocido, e incluso de la profesora.

Después de esta experiencia Laura y Ángel nunca más volvieron a tener miedo de no tener amigos en ningún sitio, porque sabían que a cualquier parte a la que fueran, siempre conocerían a alguien que quisiera jugar con ellos.

 

AUTOR: Andrea Patiño Vázquez 
PAIS: A Coruña, España
E-MAIL: anaranma@telefonica.net