EL GIRASOL
AMOR A LA NATURALEZA


María era una niña muy linda que vivía con sus padres en una pequeña y sencilla casa campestre rodeada de muchas flores las cuales su madre regaba diariamente.

María era muy curiosa y siempre quería saber todo sobre las flores, pero había una en especial que le interesaba porque a veces miraba hacia un lado y luego miraba hacia el otro lado. Ella siempre imaginó ser parte de ese hermoso jardín y sentir lo que las flores sentían porque su mamá le dijo, que ellas sentían como nosotros por eso teníamos que darles cariño y cuidarlas mucho.

Una tarde, mientras su mamá regaba las plantas María le preguntó

-¿Mami, cómo se llama esa flor tan grande?-. Su madre le respondió -Girasol hija, pero ve a comer que la cena está servida y tienes que descansar. María le contestó -Si mami, pero algún día yo quiero ser un Girasol-.

Su madre le dijo -Algún día hija, algún día-. María comió, ya estaba muy cansada había jugado mucho en la escuela. Después de comer fue a tomar su siesta, pero no dejaba de pensar en el Girasol su majestuoso color amarillo y se imaginaba ser como ella.

De pronto, ve un lindo Duendecillo en su habitación y le pregunta

-¿Quién eres?-. Él le respondió -Soy el duendecillo de la naturaleza- Y ella le contestó -Yo quiero ser un Girasol-. El duendecillo sonriente le dijo -No puedes ser un Girasol pero puedo llevarte a conocerlo-. -¡Sí!- Replicó María muy emocionada.

Inmediatamente, el duendecillo silbó y llegó Bee la abeja que subió a María y al duendecillo entre sus alas y los llevó hasta Claudia un hermoso Girasol. Como ves; dijo el duendecillo - Los girasoles como Claudia necesitan una alimentación muy completa y variada como tú, porque son seres vivos aunque no puedan moverse ya que sus raíces la sujetan la tierra-.

El sol, continuó el duendecillo -Es fuente de vida y proporciona a las plantas la luz y el calor que ellas necesitan. Fíjate en Claudia por las mañanas mira hacia el Este siguiendo el movimiento del sol y por las tardes hacia el oeste es esa la razón de ser Girasol.

María le pregunta -¿Por qué mi mami las riega todos los días?-. -La raíz es la parte que sujeta la planta y no puede verse porque está dentro de la tierra, a través de ella la planta absorbe el agua y los minerales que las hacen crecer sanas y vigorosas es por eso que tu mami debe regarlas si no llueve-

-¡Ah! Ahora entiendo- dijo María. Pero sin embargo, María siente más curiosidad por saber de los Girasoles y le dice al duendecillo -Dime más sobre ellas-.

El Duendecillo muy conocedor de las plantas continúa explicándole -Mi querida niña fíjate en el tallo; es la parte de la planta donde aparecen las hojas y es por allí donde respiran las plantas, al mismo tiempo realizan otra función muy importante, la fotosíntesis; mediante ésta las plantas recogen de la atmósfera dióxido de carbono convirtiéndolo en el oxígeno necesario para nuestra vida-.

-¡OH! Que maravilloso jamás pensé que las flores nos proporcionan el aire que respiramos- Exclamó María. Y hay más continúa el duendecillo de la naturaleza. -Lo que más nos gusta a todos son las flores que aparte de ser muy vistosas y oler bien, son sus órganos de reproducción-.

-¿Qué es eso?- Pregunta con mucha curiosidad María. -Bueno, gracias al polen que guardan sus flores nacen nuevas plantas, unas veces el polen es llevado por el aire de un lugar a otro, y otras son los insectos como la abeja Bee quienes hacen el trabajo-.

-¡Ah! Entiendo- dijo María, -así nacen más Girasoles Sí amiguita, los pétalos de la flor son las hojas de vistosos colores, en su interior se encuentran el pistilo y los estambres donde están las semillas-. - Estoy muy felíz, nunca imaginé que podía aprender tanto de los Girasoles-.

El Duendecillo emocionado por el interés de Maria continúa explicándole -Así es María, cuídalos porque también tienen infinidades de utilidades. Mira atentamente una botella se aceite ¿Te parece que su contenido procede de una planta de Girasol? Aunque te parezca difícil imaginarlo el aceite proviene de las pepitas del Girasol. Con los Girasoles decoramos, hacemos medicinas y elogiamos a las personas-.

De pronto, la mamá de María, le dice -¡Hija despierta! Tienes que hacer tu tarea-.

María muy contenta se levanta y le dice -Sí mami, pero mañana yo riego el jardín y quiero dibujar un gran Girasol en mi cuarto.

AUTOR: Ively Valeria Montecalvo Carreño
PAIS: Venezuela
E-MAIL: ivelym@hotmail.com