El aprendizaje oportuno y definitivo de la lecto-escritura del idioma español con el Sistema Luz, como factor de desarrollo e integración socio-económica y cultural en Ibero América

Ponencia presentada al 3er Congreso Internacional de lecto-escritura

Morelia, México, 23 al 26 de Marzo de 2006          

El problema

La clave de todo proceso educativo, comienza por enseñar correcta y oportunamente las habilidades y destrezas de la lecto-escritura. Cuando esta enseñanza no es efectiva, ni eficiente, comienza a darse un problema general de enseñanza, que se confunde comúnmente con problemas de aprendizaje en estas materias.

Resulta más  que evidente, que la casi totalidad de los sistemas educativos en Hispanoamérica, especialmente en el nivel escolar, atraviesan por décadas, por una persistente y seria crisis, en materia de los aprendizajes básicos de la lecto-escritura, como base segura para otros, que constituyen el soporte del desarrollo sostenido de nuestros pueblos.

Dentro de una visión global, se puede afirmar que las religiones y la Educación, son las áreas del conocimiento humano que menos han evolucionado en toda la historia de la humanidad. Se podría argumentar que las religiones constituyen un dogma, que se traduce en un acto de fe, como opción personal,  pero la Educación en su calidad de ciencia y arte, históricamente, registra una lenta evolución, en materia de lecto-escritura, que sólo ha venido a acelerarse, en el último siglo pasado, lamentablemente con pobres resultados, lo cual ha venido afectando a las naciones de habla hispana y sus habitantes, en términos de altas tasas de analfabetismo, lo que aleja y desplaza constantemente las metas del anhelado desarrollo económico de nuestros pueblos.

Sin ir muy lejos, en nuestro país, Chile, se muestran cifras oficiales muy alentadoras y optimistas de una baja tasa de analfabetismo general, de menos del 5%, lo anterior, apoyado por grandes esfuerzos por aumentar la cobertura escolar. Sin embargo, otras cifras de público conocimiento, provenientes del Misterio de Educación chileno dan cuenta, que 8 de cada 10 de nuestros compatriotas, no entienden lo que leen, lo cual significa, que si leer es comprender, existe en Chile, un 80% de analfabetos funcionales o por desuso, lo que ha provocado un desplazamiento automático de metas gubernamentales, como para considerarnos un país desarrollado, meta que se esperaba alcanzar para el bicentenario en el año 2010, pero que ahora se ha desplazado para el 2030, observándose algunos sitios Web, en Internet, que mencionan esa fecha.

Lo anterior, a nuestro entender, parte como problema, desde los inicios de la educación pre-escolar y escolar, con una muy poco efectiva enseñanza de estas habilidades y destrezas básicas de la lecto-escritura, hecho que en Chile, tiene y arrastra consecuencias, incluso en la educación superior y hasta en la vida productiva, traducido lo anterior, en una baja comprensión lectora,  limitados hábitos de lectura, incluso llegando a una aversión por esta práctica y una limitada redacción de textos escritos, hechos que limitan el desarrollo de nuestra cultura y retrasa las  metas de desarrollo de cualquier nación.

La situación descrita, en materia de lecto-escritura, no es menos grave en los otros países de habla hispana, algunos de los cuales exhiben cifras actuales de dos dígitos, con números alarmantemente mayores en las áreas rurales, a pesar de los esfuerzos desplegados por aumentar la cobertura escolar y la calidad de la educación en esta materia.

Sencillamente tenemos importantes sectores de nuestros pueblos, que son iletrados, con todas las consecuencias personales que ello implica para su futuro y para el porvenir de cada país, que constantemente ve partir a sus hijos hacia tierras extrañas que ofrecen mejores oportunidades, pero compitiendo esos inmigrantes con amplias desventajas comparativas, que condenan su futuro personal y productivo.

Frente a este panorama, la pregunta es cuánto más, seguiremos contemplando el éxodo de nuestros recursos humanos y en especial su baja productividad, por las carencias que resultan de una escasa y deficiente educación de una gran masa poblacional, que coincidentemente se ubica en los sectores más pobres, sin que hagamos algo significativo al respecto, por sus resultados, de manera mancomunada, uniendo esfuerzos.

Análisis de un fracaso histórico

Con la tremenda ventaja y fuerza de resultados positivos y hasta espectaculares en materia de lecto-escritura, como se explicará, nuestra óptica en este punto, se centra en el aula y se remonta a los inicios de nuestras naciones, donde se observan sistemas educacionales de raíces inquisitoriales, hecho que ha variado lentamente hasta nuestros días, donde la clase activo-participativa y la creatividad, así como la autonomía creativa del docente, son aún severamente castigadas, incluso en ciertos Colegios de elite y en las mejores universidades; donde todavía el Profesor pregunta en forma amenazante y todos bajan la cabeza y se esconden; donde copiar exámenes es una gracia, que incluso la fomentan culturalmente hasta por la TV, destruyéndose valores y estructuras familiares y donde hacer las cosas bien y hasta el final, es cosa de unos pocos alumnos estudiosos (César Barros, 2006, columnista y empresario agrícola chileno ).

Vistas las cosas en esta perspectiva, según un destacado profesional de mi país (César Barros, 2006, columnista y empresario agrícola chileno), se tiene y se mantiene un sistema educacional que no logra gatillar la transformación brutal que necesita una sociedad más igualitaria, donde se forman más profesionales que técnicos calificados y donde los primeros son orientados para ser buenos funcionarios públicos o privados, pero con muy poca iniciativa emprendedora y donde ser empresario, aún se entiende y se divulga desde sectores políticos interesados, como ser medio ladronzuelo.

En suma, necesitamos educar para emprender, pero lo anterior pasa por disponer de una masa crítica lectora, educada en conocimientos y valores, que actualmente, no tenemos.

Por otra parte, la educación, como actividad profesional, a cargo de docentes y pedagogos, ha sido social y económicamente menospreciada en el tiempo, dando paso a desestímulos históricos endémicos dentro de nuestros países, en lo pedagógico-investigativo, que sólo en las últimas décadas se ha revertido lentamente, a través de un trabajo interdisciplinario. Pero persiste la tendencia actual, a investigar poco o nada y a no aceptar actitudinalmente, los desafíos que plantean los niños de más lento aprendizaje, dentro de la diversidad de alumnos en aula, optando por derivarlos a la competencia de otros especialistas del área de la psicología e incluso, la psiquiatría, lo que provoca un cruce de enfoques multidisciplinario, que generalmente confunde y perjudica al alumno afectado y a sus familias, interesadas fundamentalmente en que sus hijos aprendan a leer y escribir.

Lo anterior, dio margen a que otros profesionales relacionados, tomaran y dominaran, en el pasado, esa tierra de nadie de la educación, con grandes aportes generales, pero a la vez, con enfoques centrados más en aspectos psicológicos que pedagógicos, lo cual ha retardado la búsqueda de soluciones efectivas y su validación en aula, retrasado nuestra educación inicial y atrasando a nuestros niños, sin considerar su potencial cerebral, enfoques que aún se hacen ver dentro de nuestras aulas.

Lo expuesto, a su vez,  dio margen a la aparición de paradigmas relacionados a la lecto-escritura, que aún persisten en el presente y que siguen confundiendo a los profesores y complicando el proceso lector.

Es así, como se cometieron errores históricos, de los teóricos de la  época, a inicios del siglo pasado, con la aparición del método alfabético, que ignoraba la connotación fonético-gramatical de las sílabas en el deletreo de la lectura y en el acto de una lectura fluida, como también, la lamentable confusión de los investigadores de entonces, a desestimar la Teoría Onomatopéyica como herramienta vital para la enseñanza de la lecto-escritura, sólo porque no servía para explicar el origen del lenguaje.

Por otra parte, la ciencia desde hace muy poco, con gran apoyo de la tecnología actual, está clarificando las causas de muchas dificultades de aprendizaje, como la dislexia, por ejemplo, vislumbrándose sólo hace un par de años, estrategias efectivas de solución para esta disfunción.

Dentro de un apretado análisis de problemas a nivel de aula, se puede afirmar que desde los inicios de la sistematización de la enseñanza de la lecto-escritura, se constatan hechos que, por los resultados observados,  poco o nada han variado en el tiempo:

Históricamente, la enseñanza de la lecto-escritura no ha sido, ni es efectiva para todos los educandos de un aula, pues, los métodos pasados y actuales no se han centrado en las formas de aprender del niño, o peor aún, en las formas de aprender del ser humano.

Se han publicado y divulgado, en especial en el siglo pasado, una profusión creciente de propuestas, sistemas, metodologías,  esquemas y soluciones, con fundamentos teóricos variados, que  no funcionan a nivel de aula, al decir de los resultados, porque carecen del suficiente “roce” de aula y los resultados de esas “soluciones”, así lo comprueban.

Por los resultados a la vista, los enfoques teóricos y las propuestas de solución en materia de lecto-escritura, sólo han complicado el proceso lector, atrasando toda nuestra educación inicial, con multiplicidad de propuestas desagregadas, en especial, en la educación pre-escolar, que alargan y hacen más complejo todo el proceso de la lecto-escritura.

Con el simple argumento de los fracasos actuales, de ciertas soluciones para la  enseñanza de la lectura, se ha dado paso a propuestas que priorizan la enseñanza inicial de la escritura, de signos que son inventos del hombre, producto de su ingenio, pero no de un niño, por lo que le resultan inicialmente ininteligibles, dándose preferentente en el infante, un aprendizaje memorístico-experiencial de los signos del alfabeto, dentro de un proceso lento y complejo, impráctico en cuanto a tiempos de aprendizaje comprensivo de las letras y sus relaciones más complejas, en la formación de palabras, frases y oraciones.

Por lo mismo, los métodos actuales de enseñanza en estas materias, no contemplan al niño que tiene dificultades para aprender y las metodologías “remediales” para este sector de niños separados del sistema escolar, tampoco son efectiva, aunado al “criterio” o prejuicio de que “no pueden aprender”.

 Este tipo de alumnos y sus familias, enfrentados a esta situación, generalmente son diagnosticados prematuramente y derivados a otros especialistas relacionados a la educación, por supuestos problemas de aprendizaje, profesionales, que dentro de su formación, están capacitados para enfrentar problemas más de tipo emocional que pedagógicos, lo cual ahonda el drama de estos niños que no pueden aprender, y que son derivados a escuelas especiales, donde generalmente no les enseñan a leer ni a escribir, apoyados en diagnósticos  apresurados, sin considerar su verdadero potencial.

En el análisis del por qué no aprenden los niños, se encuentra que:

• El aprendizaje significativo, que se produce mediante la asimilación, en la práctica, no se ha hecho extensivo para todos los aprendices en lecto-escritura.

• La enseñanza en lecto-escritura, en general, no es efectiva para todos los niños, pues no se centran en las formas de aprender, saltándose hacia formas de pensar.

Actualmente se tiene que:

• El cambio metodológico participativo actual, en que el niño debe aprender a aprender, ha sido mal enseñado.

• La ceguera comprensiva, supone un exceso de racionalidad teórica y/o una falta de “roce de aula” de los autores de textos-base y los expertos en educación.

•  La enseñanza efectiva no se da para todos y por lo mismo, no se produce un aprendizaje significativo.

Los resultados históricos indican:

• Que no le han sabido enseñar a leer al niño o adulto, por erradas metodologías. No todas las palabras o frases “con sentido”, se entienden.

•  No se puede pretender enseñarle a un niño el sentido de un texto, que no sabe discriminar o reconocer, en especial, cuando se enseña con metodologías, que sacan la letra de un largo listado memorístico de palabras, o con esquemas holísticos, que comienzan enseñando a leer, a partir de frases y oraciones, con textos, que sólo algunos alumnos entienden y que desde nuestra experiencia, van dejando en el camino a niños de más lento aprendizaje.

•  Con los sistemas actuales, no está claro cómo generar constructivismo en los comienzos de enseñar la lecto-escritura.

• Que el dominio de la fuente psicológica de los Curriculums, en el ámbito escolar, como de educación superior, que implica a futuros profesores, tampoco ayuda a una enseñanza más efectiva, con una importancia que le sigue en lo cognitivo,  entre otros factores, con una ausencia de la fuente sociológica, una dispersión de la fuente epistemológica y la acción conductista de la fuente pedagógica, dando por resultado, un caos teórico o un “cosismo” en la práctica de los Profesores o Maestros, no conjugándose así el discurso teórico con el práctico (Diez y Román, 2004).

De lo expuesto, los ponentes de este trabajo, concluimos que más que problemas de aprendizaje de nuestros niños, adolescentes y adultos, en casi todo el mundo de habla hispana, existe un problema generalizado de enseñanza de la lecto-escritura, lo cual desmotiva a  los niños en edad escolar y hasta los desanima para continuar en la Escuela.

Los resultados de lo anterior, se reflejan en la enseñanza secundaria y superior, pues el aprendizaje fluido de la lectura y escritura, constituye la puerta de entrada a todas las otras áreas del conocimiento humano.

De lo relatado, se deduce además la necesidad, que a nuestros niños se les enseñe a pensar, que sean capaces de aprender a aprender, según el potencial de aprendizaje, para mejorar sus destrezas cognitivas.

El desafío de enseñar a pensar, debiera enmarcarse en la propuesta de un nuevo modelo, que facilite la construcción de significados y comprometa un cambio social, incluyendo: contenidos y métodos, para desarrollar capacidades y valores.

Análisis de soluciones

El desafío de enseñar a pensar, debiera considerar el aporte de la Tecnología para transformar las formas de enseñar y de aprender, en función de:

• Capacidades, destrezas y habilidades.

• Cómo aprender y qué hacer con lo que se sabe.

• Cómo articular lo que se aprende para que esté disponible cuando se necesite, dentro de un modelo dual de enseñanza-aprendizaje y aprendizaje-enseñanza, de base constructivista y significativa.

• Las actividades de aula, que se deben desarrollar como estrategias de aprendizaje, para lograr objetivos, en función de capacidades y valores.

• Lo anterior implica enseñar a aprender y enseñar a pensar, aunque para ello se requiera que los Profesores deban aprender a enseñar.

Antecedentes de la autora del Sistema Luz de Lecto – Escritura

Hace más de 70 años, Alicia González Opazo, tuvo lo que yo llamo, un soplo divino  y creó el Sistema "Luz" de lectura y escritura, una solución única y original de súper-aprendizaje, es una de las más fundamentadas y exitosas en su tipo, en términos de resultados y tiempo de adquisición de los mismos. Con su solución, más de 7000 niños y adultos se han beneficiado desde inicios de los 30's hasta el presente; con el que, cientos de niños siguen aprendiendo a leer y escribir con su solución, en tiempos cortos, con efectos que estimamos, ya comienzan a cambiar radicalmente la forma de enseñar a leer y escribir, no sólo en Chile, sino además, gradualmente, en el mundo de habla hispana.

La docente chilena Alicia González Opazo, es hoy por hoy, la Profesora en actividad más antigua del mundo, quien sigue enseñando en su casa-habitación y cuenta con 102 años.

Ha sido reconocida y premiada en el pasado reciente (29/07/2003) con la Orden al Mérito Educativo y Cultural "Gabriela Mistral", categoría Lazo de Dama, por el Gobierno de Chile. Es también, la ganadora (16/04/2004) del Premio Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa, otorgado por el Consejo Iberoamericano respectivo, con sede en Lima, Perú, con dos medallas y diplomas, referentes a "Doctor Honoris Causa" y "Magíster en Gestión Educativa". Nombrada recientemente además, como Directora Iberoamericana para la Calidad Educativa en Alfabetización y lecto-escritura ( http://www.consejoiberoamericano.org). Y fue premiada como ganadora, por segunda vez consecutiva con el Premio Iberoamericano en Honor a la Calidad Educativa (Julio-2005 en Punta del Este, Uruguay) arriba nombrada, en la versión 2005.

Sus aportes en el campo de la educación y los nuevos paradigmas en educación que ha generado, en especial en materia de la enseñanza de la lectura y escritura, tanto a niños como a adultos, comienzan a ser ampliamente reconocidos, tanto en todas las Regiones de Chile, como en toda Iberoamérica.

Se comenzó aplicando en comunidades muy pobres del Sur de Chile, a inicios de los 30' con cursos muy numerosos, de 60 a 80 alumnos, lo cual confirma que, al margen de la pobreza (que influye pero que no es determinante) y de lo que afirmen teóricos y "hablantes" de la educación con amplia tribuna en la prensa nacional actual, pero que carecen de experiencia de aula, todo está en la forma de enseñar y de motivar".

Características del Sistema Luz de Lecto – Escritura

Aunque parezca increíble, bien aplicado, como sugiere su autora, "Luz" no ha fallado nunca, a pesar que no fue concebido para niños o adultos con trastornos de aprendizaje, pero es donde mejor ha dado resultados y más aún, con los que no presentan ninguna disfunción.

Con este sistema, aprenden todos los niños y adultos en muy corto tiempo y se adapta perfectamente para pre-escolares desde los 3 a 4 años, pudiendo implementarse de inmediato en la sala de clases o aplicarlo en el hogar, previa capacitación.

Se puede comenzar a enseñar los sonidos naturales seleccionados por "Luz" de las letras, desde los dos años. Asimismo, es irreemplazable para la enseñanza de adultos.

En Santiago, existen ya numerosos Jardines infantiles que están comenzando a aplicar esta solución educativa y desde el año 2001 que se tienen noticias de este hecho, ya que normalmente cualquier niño puede ser estimulado tempranamente, con resultados que comienzan a ser reconocidos en todo el mundo cuando se les enseña adecuadamente.

Actualmente su sistema, incluso, está ayudando a leer y escribir a niños y adultos con trastornos de aprendizaje, como dislexia, alexia, niños limítrofes, niños y adultos con retardo mental leve y moderado y niños Down, con lo cual se recuperan niños para el sistema escolar y adultos para el sistema productivo-laboral, todo lo cual constituye un logro y aporte único, con resultados en muy corto tiempo.

En el presente por la forma de enseñar y de aprender por los alumnos, se aplica además, en forma masiva y con pleno éxito, desde el año 2000, tanto en adolescentes, como en adultos, incluyendo casos supuestamente clínicos, con retardo mental leve y moderado (Chillán, Chile-2003) y en alumnos con síndrome de Down (2000).

Este sistema, por lo tanto, constituye una novedosa propuesta de solución rápida a:

• Los problemas de lectura comprensiva,

• La dislexia y

• El analfabetismo.

• Es una solución probada por décadas en  el sistema escolar chileno, en comunidades pobres y con cursos muy numerosos.

• Representa un logro innovador impactante.

• Pero más que un logro, “Luz” implica un  salto conceptual, en la forma de enseñar y aprender la   lecto-escritura.

Para el Sistema Luz:

• Los niños tiene una enorme capacidad de aprendizaje.

• Todo está en la forma de tratar y de enseñar a nuestros alumnos.

• La lecto-escritura se puede aprender casi sin esfuerzo.

El Sistema Luz es súper-aprendizaje, pues:

• Niños con o sin problemas, como la dislexia y analfabetos de todas las edades pueden aprender a leer de la manera más fácil y rápida.

• Se logra un aprendizaje relajado naturalmente rápido y sin esfuerzo para la totalidad de los alumnos.

• Los niños o adultos aprenden en forma relajada, sin tensiones.

• Los alumnos aprenden sin esfuerzo.

• Aprenden en muy corto tiempo.

• Se centra en las formas de aprender.

• Aprenden todos sin excepción.

• Se basa en recuerdos previos y en el poder de simbolización del lenguaje.

• Se apela al medio ambiente, que es un material didáctico valioso, con recursos que espontáneamente ofrece la naturaleza.

Objetivos de la técnica de súper-aprendizaje con el Sistema Luz

• Con una visión constructivista, se busca que todos los contenidos sean aprendidos, de manera significativa por todos los alumnos.

• La atención simultánea grupal de alumnos diversos, logra introducir los mismos contenidos, con actividades similares.

• La construcción final de aprendizajes, la hacen los alumnos por si solos.

Entre los Fundamentos del Sistema Luz, se tiene que:

• El aprendizaje significativo en la lecto-escritura, se logra rápidamente, gracias a conocimientos previos del niño de los sonidos naturales y a procesos integrados de observación e imitación, actividades propias del ser humano, que se complementan con la repetición.

• Se parte de un sonido vivencial, que está grabado en la memoria “ancestral” o de largo plazo de cada ser humano, que se imita y se relaciona a una figura.

• A la imitación, se une una asociación de semejanzas muy fuerte, que se relaciona con cada letra del alfabeto.

• En el modelo holístico y en el de destrezas, por ejemplo, se induce al niño a aprender el reconocimiento de palabras escritas, que no siempre decodifica, mediante experiencias inducidas o “experiencias vitales previas”.

• Con “Luz”, la inducción es mínima, ya que se aprovecha la experiencia y  el conocimiento ancestral del niño, de sonidos ya aprendidos desde que nace, para la asimilación inicial de letras, como base posterior, para aprendizaje seguro de palabras y frases.

• Por lo mismo, para la autora de “Luz”, a no ser casos realmente clínicos, no existen los supuestos trastornos de aprendizaje, sino más bien hay un problema generalizado de enseñanza.

¿En qué consiste el Sistema Luz?

Luz aplica un método psico-fonético-gráfico, centrado en las formas más reconocidas de aprender: aprendemos por imitación y por asociación de semejanzas.

La estrategia de enseñanza, va de lo simple a lo complejo, de la letra a la palabra y luego, de las frases a las oraciones.

La unidad es el signo o letra aislada. Se enseñan entonces, las letras aisladas, tal como se pronuncian.

Vocales y consonantes son segmentos aislables, pronunciables y reconocibles en la corriente acústica.

Se parte de lo simple a lo complejo, aislando la letra al alumno, mediante sonidos vivenciales. Se va de la letra a la palabra.

Se aprende primero el sonido de cada letra, enfatizándose qué o quién produce tal sonido.

No se enseña con el nombre de las letras.

Se enseña pensando en cómo aprende el niño, más que en cómo piensa.

Se apela a los procesos intuitivo-racionales, que facilitan un rápido aprendizaje del alumno.

Las letras se identifican con sonidos naturales y vivenciales, que el niño ya tiene grabados en su memoria “ancestral” o de largo plazo, desde que nace, pues son universales. Lo anterior, es equivalente a los conocimientos previos que se deben inducir para lograr aprendizajes significativos.

Casi todo el alfabeto “suena” o se parece a algo concreto, de modo que el niño lo aprende rápido y no lo olvida más.

Esos sonidos ya están asumidos y aprendidos en las placas genéticas neuronales y almacenados en la memoria a largo plazo de cada ser humano, a manera de conocimientos previos.

Luego la relación sonido-figura-letra facilita el aprendizaje inolvidable.

La letra abstracta, como invención del hombre, es decodificada, para su asimilación y recuerdo, utilizando una figura asociada a un sonido natural, de recuerdo previo.

El signo así decodificado, para su identificación y asimilación, es ahora codificado y “encriptado” mentalmente, para un recuerdo permanente.

Procesos mentales de decodificación y codificación, ocurren, para transformar un signo abstracto en concreto, como recuerdo imborrable en la memoria de largo plazo.

El signo abstracto, se decodifica a concreto.

El signo ya transformado en concreto, se asimila y se codifica de nuevo, como recuerdo permanente e inolvidable.

La identificación y automatismo de la relación sonido-figura-letra es una etapa muy corta de la “mecánica” o “mecanismo” de la lectura, coincidente con procesos de decodificación.

Al ver la letra y escuchar el sonido en forma aislada, el niño la identifica, no la confunde con otra y forma sílabas y palabras fácilmente.

La clave está en cómo aislar el sonido real de cada letra, equivalente a cómo hablamos los humanos y eso se logra, objetivando el sonido por un dibujo o figura concreta que sugiere un sonido equivalente al de la letra, de acuerdo a nuestra Teoría del Sonido Graficado.

Dentro de un ambiente lúdico, las letras se enseñan agrupadas, dentro de la adquisición del mecanismo de la lectura inicial: primero las vocales y luego, las consonantes, que se muestran todas de una vez.  

Se evita enseñar sonido por sonido y las repeticiones excesivas.

Automatización del mecanismo anterior, se logra con ejercicios graduales de lectura y escritura comprensiva.

En clases sucesivas, se muestra un tarjetero onomatopéyico, para reforzar la relación sonido-figura de todas las letras.

Para asegurar el mecanismo de la lectura, se recurre a un método cognitivo en cada repaso de los sonidos: cada día se le muestra al niño el tarjetero onomatopéyico, para que pueda, decodificar, procesar y recordar la relación sonido-objeto-grafema.

Avanzando en el proceso lector, se apela a estrategias metacognoscitivas, como instrucciones de relación entre fonemas, secuencia del acto lector, relectura, etc.

Lo anterior, induce sin esfuerzo y en forma lúdica a la formación de las primeras palabras y frases con sentido, siguiéndose los ejercicios de cada unidad de aprendizaje.

La relación sonido-figura- letra, permite que los signos abstractos, pasen rápidamente a ser concretos en la mente del niño, ya que se adquiere una “imagen” de cada letra.

A partir de algo conocido, el niño asocia sonido-figura-letra, relación que se refuerza en su memoria de largo plazo a medida que consolida un “banco de imágenes” y un creciente “conocimiento fonémico”, todo lo anterior, en plazos asombrosamente breves.

Esa conciencia fonémica, sonido-letra, será la base operativa mental del niño, para el reconocimiento inolvidable de letras, de las primeras palabras y su posterior comprensión.

El niño descubre, sin esfuerzo, que cada sonido, tiene su correspondencia en casi todos los signos del alfabeto y los pocos que no, se reconocerán por asociaciones de semejanzas.

La conciencia fonémica adquirida por el niño, facilitará el proceso de decodificación sonido-letra, como paso previo a una posterior lectura comprensiva, lo anterior, en menos de 2 semanas.

El principio de enseñanza es, primero decodificar, descifrar, después entender, para provocar un “desequilibrio cognitivo”, hacia la construcción de nuevos conocimientos.

Luego, mediante enseñanza directa del Profesor, el alumno comienza a  “juntar” comprensivamente sonidos reales de cada letra, para formar sílabas, palabras y frases cortas, con pleno sentido, yendo así de la letra a la palabra, casi sin esfuerzo para el alumno y para el que enseña, sea este niño o adulto.

Esto último vale incluso para niños disléxicos, ya que  esta forma de ver y escuchar sonidos aislados y objetivados por figuras, favorece también al disléxico, y de este modo, su disfunción no se manifiesta.

Lo anterior, se contrapone con los sistemas tradicionales aplicados al niño disléxico, pues, se le comienza a enseñar con palabras o frases o incluso con oraciones, y él sólo ve una “mazamorra” de letras, que le “bailan”, que no las puede fijar en su mente.

Lo expuesto, ha llevado al descubrimiento por parte de la autora de “Luz”, de que la dislexia aparece y se “gatilla”, cuando al alumno le presentan palabras, frases u oraciones cuyas letras le “bailan” o “se le dan vuelta” en su mente.

Qué es la Teoría del Sonido Graficado del Sistema Luz

• Cuando un sonido se asocia a algo concreto, se aprende mejor.

• Si ese sonido, coincidente con el fonema de la letra, es graficado, con un dibujo o figura alusiva, la asimilación de esa asociación de semejanzas es aún más rápida.

• Pero si ese sonido del fonema, se relaciona a algo vivencial, siendo un recuerdo previo y esto se asocia con una figura, entonces, la asimilación y el recuerdo, se hacen inolvidables.

• A partir de un proceso cognitivo de imitar y asociar sonido, figura y letra, se produce a velocidad mental un proceso de metacognición y aprendizaje significativo, que se hace inolvidable para el alumno, como recuerdo permanente.

• La relación figura-sonido-letra se hace inolvidable, pues se apela a dos experiencias, que son conocimientos previos.

• La memoria icónica-visual, se relaciona o asocia con las memorias ideo-fónica, todas generadas desde nuestros ancestros.

Nuevos paradigmas en la lecto-escritura con el Sistema Luz

Las más de 7 décadas de “fragua” de aula que tiene el Sistema Luz, ha revertido nuestro enfoque investigativo, orientándolo hacia explicar su éxito, en términos de por qué  todos los niños y adultos aprenden y en un corto tiempo, lo cual ha originado nuevos paradigmas, que forma lenta, pero segura, se han ido instalando en el conciente colectivo del profesorado que enseña a leer y escribir y que han aplicado nuestra solución:

• Aprender a leer y escribir es un proceso simple de aprender y enseñar, con resultados en muy corto tiempo.

• La dislexia, y otros trastornos comunes de aprendizaje son de carácter temporal y por lo tanto, reversibles en corto tiempo.

• La madurez escolar para aprender a leer y escribir, puede comenzar a los dos, en el peor de los casos, desde los cuatros años.

• Luz es eficaz y eficiente para todo tipo de alumnos, niños y adultos, con o sin problemas de aprendizaje, desde niños excepcionales, hasta alumnos con retraso mental leve y moderado.

¿Por qué aceptar estos nuevos paradigmas en la lecto-escritura?

Porque debemos creer en nuestros niños y en su potencial cerebral.

Se sabe que, al margen de factores ambientales, la genética influye en la inteligencia del niño y su capacidad de aprendizaje.

Pero no importa la cantidad de células cerebrales, sino las conexiones entre ellas, ya que éstas son las que activan el aprendizaje, la memoria, la conciencia y la inteligencia.

El cerebro de un adolescente o adulto analfabeto, no se “pasma”, ni se muere por desuso.

Es una masa viva sub-utilizada.

Es un cerebro con pocas conexiones neuronales, que está latente, esperando estímulos y más conexiones, para un aprendizaje significativo, tal como un interruptor que enciende una luz.

Porque “Luz” representa un fórmula probada, que garantiza aprendizajes significativos en corto tiempo.

Porque nos conectamos al mundo mediante los sentidos.

Porque nuestro desarrollo intelectual, depende de la calidad de nuestros sentidos.

Porque una estimulación sensorial correcta, favorece el desarrollo cognoscitivo del niño y sus posteriores procesos metacognoscitivos.

Por lo tanto, la estrategia del Sistema “Luz” parte estimulando la enseñanza de sonidos reales, objetivados por figuras alusivas y asociados a cada letra del alfabeto.

Porque se produce un reconocimiento rápido e inolvidable de letras y palabras.

Se logra, a la vez, una consistente comprensión gradual de lectura en palabras y frases.

Al final del proceso lector, y en muy corto tiempo (un mes en un curso promedio de 30 niños), los alumnos pueden leer diarios y revistas.

Otro factor distintivo de “Luz” es su amplio rango de aplicación y efectividad, desde niños a adultos, que van desde condición excepcional, hasta retardo mental leve a moderado, lo que abre enormes posibilidades de aprendizaje real y efectivo para alumnos con problemas y acerca la posibilidad real de su recuperación e integración en aula.

El sistema Luz y la dislexia

Desde hace décadas se ha considerad a la dislexia como una disfunción y enfermedad irreversible que acompaña al niño por toda su vida.

En el presente, ya se están clarificando las causas genéticas que explican la predisposición a padecer de dislexia y se han divulgado recientemente algunas soluciones efectivas, tanto para el idioma inglés, como para la lengua española. Sin embargo, la autora de “Luz” fue la primera en descubrir una solución de raíz para la dislexia, pues:

• Ha sido el primer y hasta ahora  el único sistema ampliamente divulgado en el mundo, capaz de superar totalmente la dislexia, en el idioma español.

• Al disléxico diagnosticado simplemente no se le presenta esta disfunción, durante el corto proceso lector que conlleva Luz.

• El potencial disléxico nunca sabrá de ese trastorno.

• El disléxico aprende en poco tiempo, al mismo ritmo de sus pares y se integra normalmente a su clase.

Aspectos técnicos del Sistema Luz

“Luz” se enmarca dentro de una estrategia de enseñanza directa inicial, con un enfoque multisensorial de aprendizaje.

Se estimula a los niños a interactuar con el Maestro, participando en forma oral, escuchando y respondiendo ante estímulos visuales y fonéticos de la lectura.

Se logra una retroalimentación que estimula hacia rápidos avances, dentro de un ambiente lúdico.

Como modelo de lectura,  “Luz”, se enmarca dentro de un modelo de destrezas no tradicional, en que la lectura y escritura, inicialmente, se aprenden por instrucción directa y dirigida, para lograr el dominio de destrezas simples, como sonidos, figuras y letras.

Luego, se pasa a la construcción de palabras y frases simples y a la comprensión de unidades lingüísticas más complejas, como parte de una segunda destreza.

El dominio de ambas destrezas, se logra con unidades de aprendizaje secuenciales, mediante ejercicios, que se consideran como sub-destrezas de aplicación.

Las sub-destrezas, generan asociaciones estímulo-respuestas, de tipo mental-motor-conductual en el niño, lo cual acorta el proceso lector, con cursos numerosos (30 o más alumnos) a plazos de un mes o menos, incluyendo niños disléxicos.

Técnicamente, “Luz”, es un sistema individual, que permite enseñar a los niños uno a uno.

Pero es también, un sistema simultáneo mutuo.

Permite una homogeneidad de aprendizaje, en cualquier edad o mentalidad, que abarque desde los cuatro años, hasta un adulto analfabeto.

Se puede aplicar con recursos mínimos.

Comenzó a enseñarse en comunidades pobres, con cursos muy numerosos.

Es un sistema de súper-aprendizaje, que permite una asimilación relajada, rápida y sin esfuerzo.

Permite un aprendizaje significativo, basado en conocimientos previos: los sonidos naturales.

El súper-aprendizaje, utiliza técnicas de relajación yoga y música barroca, que abren la mente, con lo que se aprovechan los dos lóbulos cerebrales.

Lo anterior, es equivalente a un ambiente lúdico en una sala de clases.

Los sonidos rítmicos y acompasados, relajan. Por lo tanto, relajado se aprende mejor.

Factores coadyudantes al Sistema “Luz”

Con “Luz”, se apela al uso de la fantasía y la imaginación: con cada letra, se asocian cantos, cuentos y adivinanzas alusivas, que estimulen la imaginación, refuercen la experiencia de aprendizaje y ejercitación de la memoria.

El humor y la risa son parte del sistema, pues fomentan el ambiente lúdico en el aula y el material que hemos producido, en la forma de software, enfatiza el uso de estos recursos.

“Luz” se adapta perfectamente a la etapa imitativa y al interés lúdico del niño, ya que imitando el sonido onomatopéyico, juegan y aprenden a la vez, lo que confirma el criterio de la autora de “Luz”, en el sentido que la enseñanza tiene que ser efectiva y entretenida a la vez.

También el Maestro(a) persuade y motiva al niño, acerca de las ventajas de aprender a leer y sus proyecciones futuras, a través de “conversaciones metacognoscitivas”.

Dentro del proceso lector, “Luz” favorece la consolidación de un código de buen lenguaje, incluyendo factores de pronunciación y modulación que favorecen la lectura fluida.

El Maestro, se transforma en un mediador del aprendizaje, más que una autoridad en la sala.

Proceso de enseñanza-aprendizaje con “Luz”

La enseñanza se da en forma secuencial y programada por ejercicios pre-establecidos y comprende la adquisición de destrezas básicas que llevan a una lectura comprensiva, dentro de un corto proceso lector.

Pensando en cómo aprende mejor el niño, “Luz”, enfatiza los dos modos de aprendizaje, verbal y visual. La estrategia de enseñanza inicial, es directa.

Al inicio de la enseñanza, el niño experimenta un aprendizaje por transmisión y conforme se progresa, se integra al aprendizaje por descubrimiento, base del constructivismo.

El Sistema “Luz” y la etapa de pre-lectura

Por su naturaleza y simplicidad, el sistema no requiere de aprestos de ningún tipo.

No requiere de ejercitación, ni de algunas funciones psicológicas básicas, para lograr un aprendizaje posterior.

Con este enfoque, se gana tiempo, sin perder calidad de enseñanza.

Tampoco se utiliza ningún método de enseñanza diferenciada o compensatoria.

¿Cómo se aprende relajado con el Sistema Luz?

Los primeros sonidos que escuchamos desde nuestra construcción mental-orgánica, son los del corazón de nuestra madre, a un ritmo de 60 compases por minuto o un compás por segundo.

Ese sonido lo escuchamos normalmente en un ambiente intrauterino ideal, libre de tensiones, con una alimentación constante y con plácidos descansos.

La repetición o simulación del ritmo de esos sonidos, son la esencia de la música barroca que relaja al individuo y así la mente se abre, aprende fácilmente y no olvida.

Esa música relajante, es la base del super-aprendizaje, con ayuda de técnicas de respiración yoga.

La mente relajada, se abre a todo tipo de aprendizaje, sin esfuerzo, en forma rápida e inolvidable.

Un cerebro libre de tensiones, aprovecha las capacidades de ambos lóbulos.

En el aula, el ambiente lúdico, el humor, la imaginería y las dramatizaciones pueden reemplazar a la música barroca y las técnicas de respiración yoga.

Mediante un método basado en el juego y la estimulación de los sentidos, los niños van superando muchas dificultades emocionales, de estudio, de conducta y también de desarrollo motor.

El “rescate emocional” en el aula, es cada vez más necesario, para desbloquear la mente.

Las claves se centran en la recepción al diálogo y en una profunda empatía entre la Maestra y el alumno.

Enseñanza de la escritura con el Sistema “Luz”

Estrategia de aprendizaje en la escritura:

La escritura comienza posterior a la lectura, pero en un plazo, no mayor de una a dos semanas, coincidente con el tiempo de adquisición de la mecánica de la lectura.

La escritura se facilita, puesto que el niño ya tiene una “imagen” de cada letra.

Se trabaja  mayormente con letra manuscrita utilizando un cuaderno de caligrafía y se dan modelos para ser reproducidos.

Metodología de aprendizaje de la escritura:

• Se ejercita el control de la motricidad fina y con ayuda de un cuaderno de caligrafía.

• Se enseña la letra manuscrita, partiendo ejercitar el círculo y los enlaces que poseen las letras.

• Los círculos se hacen hacia la mano que no escribe.

• La ejercitación posterior enseña al niño a escribir, casi sin levantar el  lápiz.

• Finalmente, se estimula al niño a consolidar un estilo caligráfico, con escritura de nombres y frases.

Madurez intelectual para aprender la lecto-escritura

Existe la creencia marcada y generalizada, que las habilidades en lecto-escritura, se aprenden entre los seis y siete años.

Si se enseña a leer con sistemas globales o con aquéllos que “sacan” la primera letra de una palabra, no es conveniente adelantar al niño. Es mejor esperar hasta los seis años.

Jean Piaget, estableció ese parámetro, con los métodos globales que conocía en su época, por la complejidad que implica su enseñanza.

Con “Luz”, los niños pueden y deben comenzar a aprender antes de lo establecido, desde los 3 a 4 años.

Hoy, el niño está más estimulado, es más despierto e inteligente, debido a mejores medicamentos, una mayor oferta de alimentos naturales y procesados de mayor calidad y a mejores condiciones ambientales, que favorecen su desarrollo intelectual.

Por lo tanto, existen bases claras para una maduración más temprana.

Con “Luz”,  aparentemente la madurez intelectual del niño, se adelanta a partir de los 3 a 4 años.

Pero es más lógico pensar que esa madurez encuentra su lugar con este nuevo sistema.

Las capacidades del niño, para desarrollar habilidades en lecto-escritura, siempre han estado disponibles y accesibles a la edad indicada.

Hasta el presente, no había aparecido un sistema y metodología que permitiera aprender, en muy corto tiempo, a esa edad.

Los desafíos globales del Sistema Luz

Que todos los educandos de la Región iberoamericana, aprendan y que lo hagan en corto tiempo.

Rescatar para el sistema productivo a los adolescentes y adultos, a partir de las competencias esenciales en lecto-escritura, a través de un:

• Rescate emocional

• Rescate instruccional, con lo cual se logra el rescate social

Enseñar con cariño y formar seres concientes de ser personas.

Formar niños felices y cercanos al diálogo.

Que a través de la competencia plena en lecto-escritura, se formen personas con actitudes y valores positivos hacia la familia y la sociedad.

Que los habitantes de nuestra América morena y mestiza produzcan en su propia tierra y en su propia lengua.

¡Muchas gracias!

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