En
la época que vivió Aristóteles ya se consideraba
la música como una de las columnas en la que se sustentaba el
aprendizaje. Que la música ayuda a memorizar es algo que los
adultos de hoy comprobamos en nuestra infancia cuando tratábamos
de aprender las tablas de multiplicar y la dificultad se minimizaba
musicalizando la relación de operaciones.
Numerosos estudios han demostrado
que, escuchar música clásica estimula los procesos de
atención, la concentración y la memoria, y potencia
las habilidades necesarias para la solución de problemas vinculados
al razonamiento lógico y matemático. También
son muchas las investigaciones sobre la música y el aprendizaje
que han detectado mejoras en ámbitos como el de las habilidades
espaciales y temporales cuando los niños escuchan música
clásica (sobre todo barroca), reciben formación con
instrumentos musicales o aprenden canto. El Doctor Rauscher afirma
que “la música estabiliza las conexiones neuronales necesarias
para la habilidad espacio-temporal”.
El músico y maestro Don Campbell, asegura en su libro “El
efecto Mozart para los niños” que la audición
de las obras de este genial compositor tiene un poderoso efecto en
el desarrollo intelectual y creativo de los niños:
• Aumenta la inteligencia verbal,
emocional y espacial.
• Mejora la concentración y memoria.
• Inspira procesos creativos basados en el hemisferio derecho.
• Refuerza el pensamiento intuitivo.
• Estimula el movimiento y la coordinación corporal.
• Mejora el humor, la motivación y el ritmo.
Más allá del beneficio
en habilidades intelectuales, disfrutar de la música es placentero
y estimula el desarrollo creativo y emocional. La música evoca
recuerdos, sobre todo aquellos que están vinculados a las emociones.
Estos recuerdos facilitan que el niño evoque imágenes
que ha vivido y que su cerebro active la elaboración de representaciones
nuevas partiendo de las percepciones anteriores.
En el día Europe de la Música,
queremos dar a los maestros una serie de "consejos" o ideas
para contribuir al desarrollo musical de los niños cuando no
hemos tenido la oportunidad de recibir una adecuada formación
musical. Hay muchas actividades divertidas para disfrutar con los
niños de la expresión musical sin necesidad de instrucción
formal.
• Cantar es una forma de expresión
musical básica. Cuando las personas cantan juntas, aumenta
el afecto personal desinteresado entre ellas, se fortalece el compañerismo,
la confianza, la amistad,… Cantando el niño desarrolla
el lenguaje, cuida la vocalización y la entonación,
amplía el control de la respiración y la tonicidad de
los músculos que intervienen en la emisión de sonidos,
aprende a modular la voz, adapta el ritmo a la interpretación,
etc. Las canciones se pueden acompañar con gestos y movimientos
expresivos, también pueden seguir el ritmo percutiendo con
las manos o los pies o divertirse bailando.
• Escuchar música adaptada al tipo de actividad que se
realiza. La clásica o melódica es aconsejable mientras
el niño dibuja, colorea o realiza cualquier actividad con materiales
plásticos. Pueden escuchar música étnica mientras
juegan a las cartas de razas o parejas o bien disfrutan viendo algún
libro o revista sobre otras culturas; las canciones infantiles son
adecuadas para los momentos de juego, la música relajante es
idónea mientras leen el cuento antes de dormir, etc.
• Grabe un CD con las canciones y melodías preferidas
de los niños y deje que lo reproduzca cuando le apetezca escuchar
música. Los niños, igual que los adultos, modifican
sus gustos musicales, permítale que grabe otros CD,s haciendo
nuevas selecciones.
• Jueguen a inventar canciones cuya letra haga alusión
a situaciones cotidianas, musicalicen frases con el único objetivo
de pasar un rato divertido.
• Hábleles de los sentimientos que le inspiran a usted
las diferentes melodías: ternura, alegría, tristeza,
evocación de su niñez, etc., de ese modo le ofrece un
modelo positivo para la expresividad emotiva.
• Si es posible, organizen una salida fuera del centro para
escuchar música en directo: conciertos, coros infantiles, grupos
folklóricos, etc. Anímeles para que después le
comente su opinión sobre lo que ha visto y escuchado.
La música puede ser un medio
maravilloso para favorecer el desarrollo intelectual, emocional y
creativo del niño, y también el de los padres. Disfruten
juntos de momentos afectivos por medio de la música y recuerden
las palabras de uno de los mayores genios musicales de la historia:
“La música
constituye una revelación más alta que ninguna filosofía”.
Ludwing Van Beethoven.
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