En este sentido cada nivel educativo tiene sus propias particularidades, que están determinadas básicamente por la edad de los alumnos, los tipos de currículos que son aplicados, y el grado de capacitación o nivel profesional que se requiere de los docentes que llevan a cabo el proceso educativo. Ello conlleva una características específicas de cada nivel educativo, y que en el caso de la educación infantil tiene incluso un mayor grado de especificidad, por las condiciones del desarrollo y las necesidades básicas de los niños y niñas de esta etapa.

A partir de este planteamiento la calidad de un centro infantil ha de valorarse de acuerdo con los elementos fundamentales que lo caracterizan, y mediante los cuales es posible llegar a un criterio definido de su funcionamiento. NO ES VALIDO DESDE EL PUNTO DE VISTA CONCEPTUAL QUE LOS CRITERIOS DE CALIDAD QUE SE LE APLIQUEN SEAN LOS MISMOS QUE CUALQUIER OTRA ACTIVIDAD E INCLUSO QUE EL MISMO CENTRO EDUCATIVO PERO EN DISTINTO NIVEL EDUCATIVO. HAN DE SER MEDIDOS POR UNA HERRAMIENTA ESPECIFICA PARA ELLOS. Estos elementos generales del sistema comprenden aquellos factores que tipifican la función educacional del centro infantil, y aquellos que constituyen los resultados o logros de todo el sistema. En este sentido unos se refieren fundamentalmente a las condiciones y procesos necesarios para que se cumplan los objetivos inherentes a dicha función educacional, y en los que intervienen los agentes educativos principales, y otros al cumplimiento de tales objetivos expresados en el desarrollo de los niños y niñas y en la eficiencia del centro infantil para lograr sus objetivos fundamentales.

Por tanto, el procedimiento fundamental del proceso de acreditación de un centro educativo infantil consiste en determinar su nivel de calidad, de acuerdo con los elementos o factores que integran o permiten valorar su calidad educativa. Estos elementos o factores fundamentales son:

EL PROYECTO EDUCATIVO DEL CENTRO

Proyecto educacional del centro infantil
Estructura y diseño del centro
Organización de las instalaciones
Reglamento interno
Organización de los tiempos
El personal docente
Clima emocional del centro

EL PROYECTO CURRICULAR

El currículum
El proceso docente-educativo

PARTICIPACIÓN E IMPLICACIÓN DE LA FAMILIA
PARTICIPACIÓN E IMPLICACIÓN DE LA COMUNIDAD
DESARROLLO ALCANZADO POR LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS
EFICIENCIA (INTERNA) DEL CENTRO INFANTIL

Los elementos generales señalados constituyen en sí mismos áreas de trabajo y de funcionamiento que engloban toda la labor del centro infantil, y que son afines a toda institución educativa de la primera infancia, independientemente de la concepción teórica que sustente su proyecto educativo y curricular. De no ser así, para cada proyección curricular habría un modelo diferente de evaluación de su calidad, y ello impediría cualquier comparación entre sistemas educativos distintos, e invalidaría un proceso de acreditación general.

Asímismo estos elementos o factores se convierten en las normas del proceso de acreditación mediante los cuales se valoran los requisitos y condiciones que debe tener el centro infantil para ser objeto de dicho proceso, y que permite llevar a cabo la evaluación de su calidad, y consecuentemente alcanzar una decisión respecto a la aprobación o no aprobación de su acreditación.

Estas normas, por supuesto, deben ser medidas o valoradas para posibilitar alcanzar dicha decisión, por lo que las mismas, que aparecen definidas como elementos o factores en el Manual de Gestión de la Calidad educativa que constituye el instrumento base del proceso de acreditación, requieren ser evaluadas mediante criterios que determinen el grado o nivel de éxito o realización de las mismas. Para ello es necesario descomponer cada una de estas normas en aquellos aspectos que la integran, y que en el Manual reciben el nombre de componentes, que señalan las partes integrantes generales de cada elemento fundamental del sistema.

Dichos componentes son medidos o evaluados mediante indicadores e índices, que posibilitan hacer una valoración cualitativa de lo observado y que, por lo tanto, conducen a un criterio subjetivo de los datos analizados, y otros que conllevan una evaluación cuantitativa, y por lo tanto, reflejan un análisis empírico y objetivo de tales datos, y mediante los cuales se llega a un criterio de calidad de cada componente en cuestión.

Así, asumiendo tanto un enfoque cuantitativo como cualitativo, y partiendo de los datos empírica y objetivamente calificados, los resultados particulares permiten llegar a una valoración cualitativa general, pues ambos tipos de análisis se complementan y reflejan aspectos de una misma realidad, para alcanzar un único criterio de calidad educativa en cada norma, y de esta manera poder hacer entonces un análisis global que permita determinar una decisión respecto a la acreditación del centro infantil.

Estas normas son producto del resultado de estudios llevados a cabo en distintos países y en diferentes momentos por investigadores de la educación infantil, así como de la experiencia profesional acumulada y procesada por la AMEI-WAECE, lo cual les da una sólida base científica a las mismas. De igual manera son el producto de una revisión bibliográfica empírica profunda de la literatura más actualizada en este campo, y representan el consenso actual dentro de la educación infantil de lo que constituye un proyecto educativo de alta calidad para los niños y niñas de la primera infancia..

A su vez estas normas asumen las opiniones de numerosos maestros, educadores y otros docentes y técnicos, los cuales fueron consultados en diversos momentos previos a su elaboración

Las normas y criterios establecidos constituyen así la columna vertebral del sistema de acreditación. Los mismos poseen altos requerimientos para ser evaluados y aprobados, dado que el proceso de acreditación se dirige a obtener mayores niveles de calidad y no simplemente a emitir una certificación, a partir del hecho de que se trata de hacer consciente a la ciudadanía del valor que tiene para el desarrollo de los niños y las niñas las posibilidades de integración a la educación infantil.

Estas normas y criterios de alta calificación fortalecen el sistema de acreditación de la AMEI-WAECE, y le imparten un reconocimiento general que enorgullece a los centros que poseen tal distinción, a los padres de familia, a la comunidad inmediata, y dentro de la sociedad en general.

Así, el proceso de acreditación en su objetivo final constituye un medio de evaluar y perfeccionar la práctica pedagógica y la función social del centro infantil, que ayuda a los padres y a la comunidad a hacer decisiones bien pensadas y evaluadas, que les permitan seleccionar de entre muchos centros, aquellos que consideren que mejor satisfacen sus deseos, metas y demandas en la educación de sus hijos.

Pero, sobre todo, y ciertamente lo más fundamental, ayuda a que los niños y niñas tengan la educación de calidad que se merecen.