Existen muchas definiciones de calidad educativa que no son necesarias enumerar de forma exhaustiva, por lo que valorarla de manera concreta puede ser más operativo que hacer una disección teórica general, por lo que, siguiendo de nuevo al Diccionario AMEI-WAECE, la enfocamos como una consecución de una respuesta a la funcionalidad (satisfacción de necesidades), la eficacia (objetivos que se propone) y la eficiencia (consecución de objetivos con un costo razonable) del sistema educativo o el centro educacional en particular, que caracterizan al proceso educativo y sus resultados en la formación del hombre, condicionado social e históricamente, y que se concretan a partir de paradigmas filosóficos, pedagógicos, psicológicos y sociológicos.

Por lo tanto, que un centro educativo tenga calidad educativa significa que es funcional, eficaz y eficiente, de acuerdo con sus metas, objetivos y funciones asignadas.

Desde este punto de vista acreditar un centro educativo significa certificar que dicha institución en particular posee la funcionalidad, eficacia y eficiencia requeridas para el cabal ejercicio de sus funciones en el nivel educativo correspondiente. Es decir, que el centro educativo posee una buena calidad.